Cd. Victoria.- Solo faltaba la última puñalada y no dudó en asestarla, y con toda las agravantes: Premeditación, alevosía y ventaja.
Antes de irse a su casa, el alcalde Arturo Díez Gutiérrez decidió, a través de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, que las tarifas del servicio se incrementaran en al menos un 35 por ciento, con lo cual el “ejecute” suma más del cien en su trienio.
Fue la última puñalada para el pueblo que le dio su voto para que llegara a la alcaldía.
Según el dato del Periódico Oficial del estado de fecha nueve de diciembre, por acuerdo del organismo se elevan todas las tarifas en forma exhorbitante: Servicio doméstico, comercial, industrial y público.
Y para qu no haya lugar a dudas que la puñalada es trapera, durante la administración del talabosques el costo del “servicio de drenaje sanitario” se incrementó en un diez por ciento.
En total desde que llegó Arturo a la alcaldía, los victorenses pagamos un ciento por ciento más por los servicios de agua y drenaje.
Y es que mire usted, el señor Díez autorizó un aumento en febrero del presente, y remachó con otro en diciembre.
Para cuando usted, querido lector, reciba el año nuevo 2011, también estará recibendo la puñalada de quien quiso ser Gobernador de Tamaulipas.
¿Como es el incremento? Mire usted, antes de Arturo, la COMAPA nos recetaba un cobro adicional del 50 por ciento por conpceoto de drenaje -según el recibo de consumo de agua-, y ahora es del 60.
Allá por el 2007, por los primeros diez metros cúbicos de agua se cobraban 32 pesos con 44 centavos, más el 50 por ciento por “drenaje”.
Ahora, la cuota mínima se elevó a 48.72, más el 60 por cieto de drenaje.
Para que usted mejor entienda, si alguien está conectado y no sustrae un solo litro del líquido durante el mes, de todas maneras deberá mocharse con casi 80 pesos cada 30 días.
Así sucesivamene con las cuotas de los demás servicios.
Como sabemos, el alcalde es quien dirige el organismo paramunicipal y el gobierno del estado solo publica los aumentos en las tarifas.
En otro tema, mire que a las mujeres no se les entiende, a las del PRI, sobre todo.
Primero el disgusto porque ninguna “damita” suena para el gabinete de Egidio Torre, y luego porque Doña Guadalupe Flores Valdez va que vuela para dirigir el Congreso del Estado.
Sus colegas de partido no la bajan de “dinosauria” por aquello de que esta será su tercera incursión punitiva al Congreso, y en la cual se proyecta –o ya es- la pastora del rebaño tricolor.
El último pastor, Felipe Garza Narváez, se jactaba de ser el único que había llegado por tres veces a la nómina del legislativo. A partir del uno de enero ya no lo será.
La maestra rural de San Carlos tedrá la misma trayectoria qu el Jelipillo y “algo más”, que sería la diputación federal que ya se echó en la bolsa.
Y bueno, para que no le digan y no le cuenten, Doña Lupana ya mordió el polvo, fue en el 2006 cuando lloró bajo el árbol de la noche triste al perder una diputación federal.
Nació el 16 de septiembre de 1945 y, si se le hace pastorear al legislativo, en su currículum solo tendría pendiente la chamba de alcaldesa de Matamoros, donde es ejidataria de “Progreso Agrario”.
Claro que será la “equidad de género” en la administración de Egidio, les guste o no a ciertas grillas tricolores.
Además, continuará la tradición de los últimos dos sexenios de que sea una mujer la que encabece “de entrada” el poder legislativo.
Sobre la estructura del gobierno que tendrá Egidio Torre Cantú, hay quienes señalan que no debió desaparecer la secretaría de Turismo, la que es necesaria por aquello de las promociones de la industria sin chimeneas.
Lo que pasó con esa cartera, se dice, es que se le encomendó a todo un tarado como es Javier Villarreal Terán.
Pero además, a Turismo casi no se le asigna presupuesto. Solo basta mencionar que el Instituto Electoral, donde la mayor parte son los subsidios para los partidos, gasta cinco veces más que esa secretaría.
Debe entenderse que la mayor parte de los recursos que maneja Turismo provienen del gobierno federal, así se trate de palapas o banquetas en el poblado La Pesca.
Pero buen, mejor nos vamos porque también hay que entender que la mejor época del turismo fue cuando era Dirección General (no secretaría) y el jefe era Don Geño Hernández Balboa.
Fue el artífice del turismo en la presa Vicente Guerrero, donde llegaron instalarse hasta 46 hoteles y centros de hospedaje con todos los servicios.