Cd. Victoria.- La versión dice que de un momento a otro dirá adiós a la dirigencia tricolor y acabarán sus sueños guajiros de perdurar hasta el 2013, como legalmente le corresponde.
Se trata de Ricardo Gamundi Rosas, El Moreno, El Negro como le dicen muchos, el Mara Salvatrucha, El Ricky, El Jarocho y otros apodos que los desocupados le han endilgado en los últimos casi seis años.
El dato dice que a la dirigencia del ex invencible va el joven Manuel Muñoz Cano, quien fue el coordinador general de la campaña del médico Rodolfo Torre Cantú, malogrado candidato del PRI a la gubernatura.
Los malvados predicen que el anuncio del adiós ocurrirá ya pronto, por la vía de la renuncia, y no porque se le termine el ciclo estatutario.
Sería la misma mecánica del dedazo que los dioses mayores utilizaron cuando llegaron El Negro y Doña Lupana Flores Valdez, aquel 23 de agosto del 2006.
El CDE venía de una amarga derrota a que lo condujo Luis Enrique “El Pipo” Rodríguez Sánchez, aquel que se presentaba como el non plus ultra de la ingeniería electoral; el que había hecho morder el polvo a los azules en Veracruz y San Luís Potosí a través de una empresa privada que él había integrado como resultado de sus experiencias mapacheriles.
Al final El Pipo resultó puro pájaro y, para echarlo de patitas a la calle, el jefe decidió que ese 22 de agosto renunciaran a las carteras de Organización y Elecciones del directivo estatal, los jovenazos Heriberto Ruiz Tijerina y Héctor Villegas Gamundi.
En su lugar El Pipo designó a Gamundi y a Doña Lupana Flores Valdez.
Al día siguiente dimitieron el propio Rodríguez y Patricia Haces Valdez, quien “ayudó” desde la Secretaría General a la paliza que los panistas propinaron al tricolor en los comicios federales de julio de ese año.
El dedazo se cumplimentó a la perfección: Por “prelación” Gamundi subió a la presidencia y Doña Lupe a la Secretaría General.
El jarocho venía de la Subsecretaría General de Gobierno y la Doña de las huestes cenecistas.
Y bueno, los estatutos indicaban la renovación de dirigencia en febrero del 2009.
Otra vez el dedazo a favor del jarochísimo personaje.
Unas horas antes de la elección a través de los consejeros, El Richi, seguido por Doña Lupe, presentaron su “renuncia” con carácter de irrevocable.
Luego entonces se hizo cargo del partido el ex jefe de Servicios Generales e Intendencia del Palacio de Gobierno, Ignacio Hernández Cuesta.
La farsa duró apenas unas horas y, ahora sí, como lo mandan los estatutos, el dúo se hizo cargo del partido.
Como el ciclo oficial termina hasta febrero del 2013, se habla que Gamundi será medido con la misa vara con que midió a El Pipo Rodríguez en aquel ya lejano 2006.
Ricardo ya tiene más de cuatro años al frente del CDE, algo que muy pocos han logrado a lo largo de 80 años de vida del tricolor.
De resultar cierto –lo ha repetido muchas veces- que dejará la presidencia dentro de tres años, entraría entonces sí en el libro de Guiness sin tocar baranda: Siete años como gerente del Revolucionario en Tamaulipas.
Por su parte Muñoz Cano proviene del equipo geñista con el que colabora desde aquellos años en el ayuntamiento victorense.
De darse el cambio, es de suponer que el joven Muñoz tendría el tiempo suficiente para afinar el proyecto del partido rumbo a los comicios del 2012, que es la siguiente elección federal.
Habrá que esperar para saber si es cierto que, ahora sí, el siguiente gobernador comienza a tomar los hilos del poder y lo hará precisamente por su partido.
¿Y del Negro? Ah!, presuntamente terminará su maestría y doctorado en estrategia política e ingeniería electoral, en España, para arribar al comité nacional junto con Humberto Moreira.
En otro comentario, mire que al momento de escribir esta colaboración esperábamos la integración del ejecutivo nacional del PAN, para saber si estaba incluido algún tamaulipeco.
Pero no, a Gustavo Madero se le estaba haciendo bolas el engrudo por aquello de no ser incluyente en el reparto de las chambitas.
El hecho es que, en Tamaulipas, los del comité estatal que todavía encabeza Francisco Javier Garza de Coss, simpatizaron con el grupo del ganador, Madero, pero no con el suficiente peso para merecer la inclusión.
Por el otro lado, por el señor Roberto Gil Zuarth, estuvo la gente de García Cabeza de Vaca y se esperaba que fluyeran los nombramientos para los suyos junto con a corriente nacional.
Sin embargo, parece que hubo marcha atrás y nadie de los gilistas sería incluido en la dirigencia (Gil retiró las propuestas).
Después de todo, los azules tamaulipecos nunca han tenido posiciones en el CEN, fuera de un odontólogo jaibo que tuvo una efímera participación hace algunos años.
Antes de irnos, hay que comentar que para esta semana (tal vez el viernes) se espera el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (sala Monterrey), respecto a los reclamos del PAN de más diputaciones plurinominales.
Manglio Murillo Sánchez, quien reclama la quinta diputación, dijo que ya estuvo en la Sultana para hablar con los funcionarios del órgano colegiado y regresó con un buen sabor de boca y la esperanza de que le harán justicia.
La opinión es que los magistrados “ajustarán” a los partidos minoritarios Verde y Panal par darles la verdadera representación que ya tienen en las diputaciones de mayoría, y devolverle al PAN el peso que le corresponde.
Nos vamos.