Cd. Victoria.- Le dimos una “checada” a la participación de los diputados tamaulipecos en la sesión de la Cámara de Diputados en que se aprobó el presupuesto federal de egresos para el 2011, y mire que sentimos vergüenza ¡mucha vergüenza¡ de la actuación de nuestros coterráneos.
Ellos no tienen pena, andan desarticulados y pareciera que están empeñados en tirarle fregadazos a quien que quiera hacer por el populacho, o les vale pura mother lo que suceda en la Cámara.
En la jornada que terminó casi a las nueve de la mañana del día siguiente (martes 16), hicieron uso de la palabra al menos 80 legisladores, pero de ellos, solo dos tamaulipecos: Baltazar Hinojosa Ochoa y Edgar Melhem Salinas.
El primero fue para decir –solo decir- cosas sin importancia, como eso de que se modificó el aterrizaje de los recursos del FONDEN (desastres naturales) “para eliminar la figura de pari passo para los gobernadores”.
Melhem fue el único tamaulipeco que salvó el honor, que sacó la casta norteña y se subió a la tribuna para cumplir con su chamba como ordena la Ley, para responder a la confianza que depositaron en él los tamaulipecos.
Fueron decenas de peticiones de adiciones y reformas, pero apenas se aprobaron cuatro en que se incluyó a la del paisano.
El riobravense logró que el pleno aprobara 400 millones de pesos más para el programa Hábitat, Ramo 20, el único que manejan los municipios para beneficiar a las familias de más escasos recursos.
Esos 400 millones se quitaron: 200 que estaban destinados a la modernización de Registros Catastrales Estatales y 200 más del programa de Zonas Prioritarias “que está destinado a lo mismo”.
Melhem fue el único del terruño que se acordó que es diputado, pero mire usted lo que hicieron sus colegas locales.
Votaron en su contra los diputados Morelitos Canseco Gómez y Mercedes del Carmen Guillén Vicente, mientras que se abstuvo la neolaredense Cristabell Zamora.
Pero vea usted lo más penoso: Del pleno, 207 tricolores votaron a favor de la propuesta de Melhem, y solo dos en contra, que fueron precisamente los “paisitas”.
De toda la cámara, tres diputados se abstuvieron de votar en favor o en contra de Melhem, y una de ellas fue la matamorense azul Leticia Salazar Vázquez.
Pero no terminó ahí todo el importapoquismo de los tamaulipecos, dado que no asistieron a la sesión (o la abandonaron) en que se discutió el proyecto en lo particular, los señores Carlos Flores Rico y el propio Baltazar Hinojosa Ochoa.
Pero usted se preguntará ¿y los demás paisitas?. Ah¡ para su conocimiento, el señorito golpeador Alejandro Guevara Cobos, de Mante, fue y pasó lista a la cámara pero no asistió a los trabajos y por tanto su voto no se registró, pero tampoco su abstención.
Estuvo ausente otro que se dice “amigo de Tamaulipas” por los jugosos negocios que ha realizado aquí: Salomón Rosas Ramírez.
Tal vez por eso, aunque a Tamaulipas “le fue bien” en la asignación de presupuesto, no vemos una obra trascendente que haya programado el gobierno federal para el 2011.
Está la continuación de los tramos carreteros, como Victoria-Soto la Marina y Tula-Santa Ana de Nahola, pero no vemos que la SCT tenga en mente la realización de los cuatro carriles a Matamoros o Monterrey.
Tampoco vemos recursos para el “gran proyecto” de los diputados azules de la zona sur de la entidad, como es construir un sistema de tren ligero o “metro” que comunique Madero-Tampico-Altamira.
Vemos recursos para construcción de vías férrea en otras regiones, pero ningún proyecto para Tamaulipas, como ese tramo Victoria-Matamoros que es un viejo anhelo.
Se autorizaron recursos para una sinfónica particular a la que se identifica como “Vive con Música”, pero no vemos que la federación se eche a cuestas la realización del gran proyecto hidráulico del Pánuco, o el acueducto fronterizo.
Y si nuestros diputados federales andan pensando en otras cosas, o divirtiéndose, jamás veremos autorizados los recursos que solicitaron instancias del gobierno del estado en tiempo y forma.
El gobierno federal le meterá 20 millones más al Hospital Regional de Alta Especialidad de ciudad Victoria, que es particular, pero no menciona algún dinerito para el Hospital Civil donde se atiende a la gente que más lo necesita, la más jodida.
Nos enteramos que los magistrados electorales son los que más ganan en el mundo, la friolera de 491 mil pesos cada 30 días, mientras la burocracia y los pensionados andan mendigando mil 200 pesillos mensuales.
Pero mejor dejemos ese tema porque cada vez que lo recordemos nos va a dar mas pena a nosotros que a los diputados, y en especial al señor Hinojos Ochoa, que se supone es el coordinador de la bancada tamaulipeca.
Antes de irnos, mire que el Instituto Electoral entregó ayer su constancia y acreditación como diputada local a la señora María Alma Ortiz Olavide (algunos colegas le “impusieron” Oyarvide), quien ocupa el segundo lugar en la lista plurinominal del PT.
Con eso el órgano electoral cumple con la instrucción de los magistrados electorales y se archiva todo, a menos que surjan nuevas instrucciones, ahora del Tribunal Federal con sede en Monterrey.
El pleito por las diputaciones está en todo su apogeo, pero mire que entre los azules victorenses, nadie le metió pleito a quien se identifica como Ma. Teresa Martínez Infante, quien será regidora.
No es panista ni es tamaulipeca, y habría que ver si efectivamente tiene su residencia en Cristóbal Colón (9) 2719 del fraccionamiento Valle de Aguayo, en ciudad Victoria.
Flores Morán le metió pleito y le ganó la regiduría a González Compañ, pero a Tere nadie le dijo nada, que porque viene recomendada por Don César Nava, el jerarca del PAN.