NO RESPONDE SI QUIERE SER PRESIDENTE DE LA REPUBLICA.
Político audaz, hábil para manejarse con la prensa -diríase que representante de la última corriente de dinosaurios tricolores-, Manlio Fabio Beltrones Rivera evade las preguntas que no le “cuadran”.
-¿Anda en precampaña? (del PRI a la Presidencia).
-¿Quiere ser Presidente de la República?
Con ese tono patriarcal que lo caracteriza, ataja a los periodistas que lo asedian.
-No ando buscando apoyo de ningún político, ni tamaulipeco ni mexicano. Este es un proyecto que, lo he dicho, es muy claro: Trata de acercar al senado, -en mi calidad de presidente- con la gente.
Sin embargo, el discurso de Manlio parodia al de un auténtico candidato a la Presidencia de la República en el bando de la oposición: Crítico del gobierno.
Este miércoles, el presidente del Senado de la República disertó sobre el tema “La Reforma Política del Estado Mexicano”, invitado por la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Negó su calidad de precandidato, pero en su intervención de 56 minutos ante estudiantes universitarios, más bien habló –sin referirse directamente- de proyectos en caso de ser el abanderado a la primera magistratura.
La insistencia de los reporteros, pero también la habilidad de quien ha sido dos veces senador, diputado federal, gobernador, subsecretario de Gobernación y otros encargos partidistas y administrativos.
-¿Usted quiere ser presidente?
-Me parece que la pregunta fue contestada previamente y, caer en preguntas comunes, puede obligar a dar respuestas comunes. A quien le interesa que alguien quiera ser presidente de la República; a todo mundo le interesa el futuro de ellos (el pueblo), no de los políticos.
Pero no niega su participación en el proceso priísta:
-Hoy, estamos tratando de poner orden sobre la mesa antes que se de el futurismo clásico.
-Pero tienes aspiraciones ¿o no?
Y otra vez la pregunta se queda en el aire, sin la respuesta del sonorense que lidera el Senado y recorre el país para impartir conferencias académicas sobre reforma política.
La embestida reporteril:
-¿Qué necesita el PRI para regresar a Los Pinos?.
-Esmerarse, definir y poner sobre la mesa el rumbo que le quiere imprimir al país. Hacerlo con enorme transparencia y claridad antes que simplemente se vuelva una propuesta de regresar, pero sin ser renovados previamente.
Y a sus 58 años -la mayor parte dedicados en la política-, se da el lujo de “regañar” a los que le preguntan situaciones no previstas.
-Así como está la violencia en el país ¿cree que ya es tiempo de sentarse a negociar con los narcos?.
-Me parece un despropósito incluso la pregunta. No hay posibilidad de negociar con los delincuentes, el estado debe de fijar perfectamente su posición. Si ha decidido ir al combate a la delincuencia, ese deberá ser el destino, pero la negociación jamás.
Así es Manlio Fabio Beltrones Rivera, considerado el más rudo de los aspirantes tricolores a la Presidencia para el proceso eleccionario del 2012.
EL CATEDRATICO Y SUS CONSEJOS
Por la mañana, Manlio habría sostenido un encuentro con el Gobernador Eugenio Hernández Flores en la Casa de Gobierno.
Acá, un Teatro de la Universidad atestado de estudiantes del Campus Victoria. De cada unidad académica, cada quien en su lugar.
Conferencia académica magistral, el rector José María Leal encabeza a los directores y funcionarios.
Pero no pueden dejar de asistir los políticos. Manlio Fabio es un político.
Once y 20 de la mañana y hace su aparición Marco Antonio Bernal Gutiérrez, tamaulipeco, hombre curtido también en los menesteres del Congreso de la Unión.
En el tema de la seguridad pública, descarga las culpas sobre el Presidente Felipe Calderón.
-El relajo empezó cuando llegó el Presidente actual. Esto lo generó una mala estrategia del gobierno federal.
Concurre también la senadora Amira Gómez Tueme, a quien se identifica con la corriente de Manlio Fabio, su líder en el Senado, rumbo al 2012.
Y de los locales allí está para saludar al senador, el economista Jorge Lera García. Seguramente ha apostado parte de su futuro al hombre de Sonora.
Exposición improvisada, Beltrones trae bien aprendido su discurso que divide en cuatro ejes principales (“cuatro patas de la silla”), que resume: Nueva gobernabilidad del país, órganos reguladores del estado mexicano, replantear el gasto público e inteligencia en el combate a la inseguridad.
De traje pero sin corbata, es el maestro universitario en su cátedra. Se mueve de un lado a otro, gesticula, hace énfasis y aconseja a sus muchachos.
Y ellos lo escuchan con atención, como si estuvieran en el aula: 20 minutos de exposición y ningún aplauso. No lo quieren interrumpir y, además, no se trata de un mitin político.
Habla de los “ninis”, o los “trinis” –como les llama-, que ni estudian ni trabajan y ni son jóvenes.
Dos andanadas de preguntas, una de siete y otra de tres que el maestro va contestando con enlaces perfectos como el matador que triunfa en su fahena.
Pero de ellas, solo una causa el aplauso de los universitarios, realizada por Estela Lugo Torres.
-¿Por qué los políticos gozan de fuero? Deberían quitárselos para que enfrenten la Ley como cualquiera.
El maestro se pule en su respuesta:
-El fuero se pensó desde un principio para que los representantes populares pudieran opinar libremente sobre asuntos de la República sin ser reprimidos, pero no para proteger delincuentes. El fuero solo es para poder opinar y decir lo que uno piensa.
La advertencia del líder a sus compañeros senadores: “El que quiera hacer mal uso del fuero, deberá atenerse a las consecuencias”.
El maestro se pronuncia en contra de los misóginos y responde como si fuera ya el candidato:
-Si es necesario hacer reformas hay que hacerlas. La misoginia debe combatirse en donde quiera que se encuentre.
Se pule, en su cátedra no deja de incluir consejos:
-Hay que hacer política. La política es el arte de alcanzar acuerdos, no solamente generando problemas.
Cuatro minutos antes de su hora, el catedrático Manlio Fabio Beltrones Rivera concluye su exposición.
Si aprendieron bien os alumnos, seguramente lo sabrá en el examen final del 2012.