Cd. Victoria.- Para nadie es un secreto que desde hace algunos años, el IMSS en Tamaulipas se ha convertido en una “minita” o ubre para los empleados despedidos y funcionarios del jurídico responsables de la defensa de demandas laborales.
El modus operando consiste en que los jefes despiden a determinados empleados con cualquier argumento, y luego, en la defensa, no concurren al proceso judicial.
Ahí es donde ocurre el amasiato en detrimento de las finanzas de la institución; uno de tantos amasiatos.
Todo mundo sabía por ejemplo, que los jefes de la delegación se hicieron “patos” (por no decir peor), cuando el Jefe de Prestaciones Sociales de la Delegación, Antonio Federico González Sánchez, demandó por varios millones al “patrón” por motivos sin importancia.
La demanda le redituó la suma de nueve millones 445 mil pesos, que algunos compañeros suyos sospechan “llevó salpicada” para los responsables de la defensa del Instituto (o la llevó, aunque no se puede comprobar).
Es más, se habla que pudo haber llevado tajada hasta el propio delegado Jesús Nader Nasrallah.
Pero del hecho no solo se acusa en la representación de este sino de anteriores delegados que llegaron a cometer un descarado centaveo, no solo en los despidos sino en la asignación de contratos por obras que no se hicieron.
A tanto llega la corrupción por ejemplo, que en cierta ocasión la delegada Emilia Martín Amaya, pagó 85 mil pesos por el corte del escaso zacate que hay en los insignificantes jardines del edificio delegacional en ciudad Victoria.
Pero no halló jardineros en la capital y los tuvo que traer de Tampico.
Sin embargo, nadie había presentado denuncias y menos un senador de la República, y panista como José Julián Sacramento, además ex candidato a la gubernatura.
El panista denunció y pidió (pide porque Nader ahí sigue vivito y coleando) la destitución inmediata de un delegado panista (pleito entre los mesmos, como se dice).
Sacramento mencionó apenas 18 casos de demandas, en varias de las cuales el Seguro ni siquiera concurrió a presentar defensa ¿acaso no es un acto de corrupción?.
Le dimos una “revisada” a la lista de corruptelas cometidas por el “señorito” Nader, según la denuncia del senador, y mire que todo parece estar dentro del “perfil” de centaveo que tradicionalmente ha mantenido el Seguro.
Es mucha corrupción, millonaria, como para que los jefes nacionales del Instituto todavía mantengan en la chamba al tampiqueño ¿o acaso le darán la misma salida que a señorita Amaya?.
Cuando se fue, las instancias de auditoría dieron a conocer una riestra de corruptelas y los jefes tomaron la decisión de “jubilarla” puesto que tenía varios años en la institución ¿pero Nader? Ese acaba de ingresar al sistema, apenas el uno de mayo del 2008.
Para nadie es un secreto tampoco, el módico 15 por ciento (ya no es diezmo) que el delegado en turno cobra por la asignación de las obras, pasando por sobre la Ley que señala la obligatoriedad de concursos.
Y la corrupción en las empresas por omisiones es enorme.
En una modesta opinión –aunque su servidor no es un experto- no se necesitan más pruebas no solo para la destitución del funcionario sino para su inmediata consignación ante la autoridad penal.
En el IMSS en todo hay tajada o centaveo en tanto que disminuye la calidad de los servicios a la derecho-habientes ¿o acaso a usted le ha ido muy bien?.
Cada quien saca lana y sobre todo los responsables de la administración: Reportan pintura de paredes que jamás se realiza; o construcción de bardas que solo existen en la imaginación.
Dicen que, para que la acuña apriete, necesita ser del mismo palo. En este caso, se trata de la misma batea azul.
Y por la información que contiene la denuncia y petición de punto de acuerdo, es evidente que el señor Sacramento contó con la confianza de quienes están al tanto de los desmanes que ahí se cometen.
Ojalá y ahora sí se le ponga alto a tanto saqueo que se da en el Seguro, y que el señor Sacramento extienda su lupa a la delegación del ISSSTE donde el delegado y los jefes tampoco curten mal las vaquetas.
Están acostumbrados a la ordeña pero sin ofrecer nada extra para el derecho-habiente.
Mientras, en su defensa, se dice que Nader argumenta que son infundios del señor Sacramento, y todo se debe que a él –Jesús-, le organizó eventos al candidato del tricolor a la gubernatura, Rodolfo Torre Cantú.
En la fiscalía de delitos electorales debe existir una denuncia en contra del delegado del Instituto por realizar una jornada de proselitismo a favor del PRI en horas de oficina.
En otro tema, mire que mejor nos vamos.