Cd. Victoria.- A su nivel, en sus localidades, cada tres años surgen en los municipios “chicos” nuevas generaciones de “dinerosos” que pasean su impunidad por todos rumbos.
Los presidentes municipales que se van dilapidan recursos libremente durante su ejercicio y, al final, cargan con lo que se pueda sin que alguien los pare y les exija responsabilidades.
Ya es un ritual que se sigue al pie de la letra en el llamado “Año de Hidalgo” o…Chingue a su madre el que deje algo!.
Y ¿quién es el encargado de maniatarles las manos? Pues nada menos que el Congreso del Estado.
Pero mire usted, el autor de esta colaboración puede jurar por Dios Santito que durante todo el año (y los anteriores), la Auditoría Superior del Congreso del Estado jamás ha revisado las cuentas de gastos de los municipios.
Cada fin de año los funcionarios de Auditoría ya quisieran tener tiempo de perdido para elaborar los dictámenes que les exige la Ley.
La Auditoría es un auténtico elefante blanco que no tiene ni los recursos ni el personal suficiente para andar auditando a los ayuntamientos, las Comapas o los sistemas DIF que ocupan lo grueso de los organismos sujetos a revisión.
Pero tampoco hay voluntad política para contratar empresas de contadores y auditores que hagan la chamba.
Tenga usted la seguridad querido lector, que en lo que en loe siguientes meses, antes del cierre de ejercicio, sucederá lo mismo: Las cuentas de ayuntamientos y organismos descentralizados se aprobarán “al vapor”, sin haber sido revisadas.
Mas bien se utiliza como instrumento político para mantener bajo amenaza a los alcaldes y funcionarios que lleguen acometer algún “delito político”.
Pueden comerse el dinero que quieran, y los bienes que quieran, pero no fallar políticamente.
Los alcaldes gozan de impunidad total, lo mismo que las Comisiones de Agua Potable y Alcantarillado y los DIF.
La historia nos dice lo mismo y esta vez no será la excepción. Los diputados al Congreso local aprobarán todo sin haber echado un ojo a las cuentas.
En el 2004 los propios diputados aprobaron lo que se llama Ley de Fiscalización Superior del Estado, donde se establece la creación de la Auditoría Superior como instrumento de investigación de municipios y descentralizados.
Pero su actividad es nula y no sirve para maldita la cosa, que sería mejor que el Congreso y el Auditor se olviden de andar haciendo el ridículo.
Dicha Ley dice que, una vez concluida la responsabilidad de los servidores (o servidos del presupuesto), la auditoría tiene cinco años para fincarles algún cargo.
Pero ahí mismo se establece que “la responsabilidad de carácter político, civil, administrativo o penal que resulte por actos u omisiones, prescriben en la forma y tiempo que fijen las leyes aplicables”.
Los garbanzos de a libra son muy pocos.
El ex alcalde llerense, Juan Toral Mendoza, fue llamado a cuentas y encarcelado por peculado. Pero salió, arregló políticamente y salió (esto fue hace once años).
El hombre fue llevado al penal nueve años después que entró como presidente del pueblo.
Las auditorías (por cuestiones políticas) arrojaron por ejemplo, que Tesorería había reportado la instalación de máquinas nuevas en diversos vehículos municipales, pero que en realidad no se colocaron (se hizo en particulares), o bien obras públicas que jamás se hallaron.
Otro garbanzo de a libra fue el encarcelamiento de Teodoro Herrera Sosa, ex presidente de Soto la Marina en el ciclo 1984-86. Fue detenido nueve años después de terminar su administración.
En ese tiempo también se giró orden de aprehensión en contra del ex presidente de Abasolo, José Rodríguez González pero se peló, jamás pisó penal.
Debe entenderse que, en Reynosa, el asunto Higareda Adams no fue por malos manejos de los dineros públicos, sino una venganza política del entrante Gobernador Tomás Yarrington.
En las Comapas también se alojan bandas de pillos pertenecientes al grupo de los alcaldes, si ellos son los presidentes de esos organismos.
Y de los DIF ni se diga. Decir que hay pillerías en un organismo de este tipo es cometer un pecado capital: Se estaría dudando de la honestidad de las primeras damas.
Además, hay decenas de descentralizados que no se auditan por parte del Congreso por no tener capacidad para hacerlo. Los cortes de caja llegan cada tres meses y se trata de cientos.
Miente quien afirma que las cuentas municipales y de los descentralizados van revisadas.
Antes de irnos, mire que todo hace suponer que el hombre nacido en González le ganó el mandado a los demás aspirantes y se proyecta rumbo a la Coordinación General de Comunicación Social de la siguiente administración estatal.
Es astuto, muy listo y, si no tuviera nada seguro, no andaría moviendo sus fichas.
Sería la tercera vez en incorporarse al gobierno del estado. Claro, falta tiempo y los demás siguen vigentes.
Lo que nadie se explica es la llegada de Raúl Ramírez a la provisional coordinación de prensa del Gobernador Electo si trae una cola de no muy buenos antecedentes.
Ahora sí nos vamos.