Cd. Victoria.- Algo debe haber pasado, algo se comió el contador por el ITESM Jorge Organista González, que fue despedido inesperadamente como Subdelegado de Administración de la SEDESOL federal en Tamaulipas.
Los empleados de la dependencia señalan que debió haber sido “algo grande” porque el muchacho manejaba los recursos materiales y humanos, las licitaciones y adjudicaciones de bienes y servicios, los recursos financieros y todo lo de valor.
Dicen que el cese –o la orden de presentar su renuncia-, le fue dictado por Doña María Alzaga Madaria, la delegada.
Pero como el jovenazo tiene su corazoncito y precisamente quería desplazar a La Doña, no se creyó que estaba fuera y exigió que se lo dieran por escrito y que viniera gente “de México” a sacarle sus tiliches.
Y claro que vinieron y lo pusieron de patitas, y ahora el asunto está en que podría presentar una demanda laboral por despido injustificado.
Los que conocen dicen que el señor Organista era tan influyente como ser el hijo de Jorge Salvador Organista Barba, el todopoderoso delegado de la SCT en la entidad.
Además, de hecho el Jr. no había cometido delitos en su chamba.
Un dato dice que el 14 de mayo del 2009 fue sancionado por la Contraloría por “incumplimiento en declaración de situación patrimonial”, pero nada más, algo insignificante para los asuntos gordos que ahí se ventilan.
Organista Jr. entró a laborar a la SEDESOL en el 2003 como jefe de departamento, y un año después ya era subdelegado de administración.
Es un chico que siempre se ha jactado de haber trabajado para la banca privada y ser terriblemente eficiente.
Fue gerente regional de Banca Bital en Tampico, y “durante su gestión las sucursales que manejó fueron las de mayor rentabilidad a nivel nacional”.
Y bueno, algo debió haberse tragado, porque en lo personal jamás esperaba que le darían velocidad de la noche a la mañana.
Al menos que se trate de una “barredora” sin dedicatoria específica, porque junto con el señor Organista se fueron otras siete personas.
En la siguiente jerarquía, como responsable de “Microrregiones” chupó faros el señor Marco Aurelio Maldonado Insignia, un licenciado en Informática egresado del Tecnológico (Pero de Cd. Victoria) al que antes de terminar sus estudios le entró la “emoción social”.
Sus chambas se concretan a haber servido en el CDE del PAN, ya como secretario particular o “ayudante” por ahí.
Es tan modesto el señor Maldonado que, en su declaración patrimonial ante la Contraloría, en el 2002, dijo dormir en una cama individual con valor de mil pesos, que le llegó por la vía de “donación “, y ser dueño de un carrito 1990.
Pero bueno, el tema es otro y , junto con Organista y Maldonado, se fueron otros empleados o al menos elementos que permanecían “enlistados” o cobraban en la delegación, como Alexis Budar, Verónica Ruiz, Santiago y Javier Turrubiates, Jesús Osuna Castillo y Fernando Castillo.
Otros observadores interpretan que la salida del funcionario es una acción previa al adiós de la delegada Alzaga Madaria, a quien se le ha criticado por estar al servicio electoral del Partido Acción Nacional.
Y bueno, el asunto ahí queda pendiente, aunque se duda que la señora Marcelina Orta Coronado vaya a ser la sucesora de Luz Irene, como lo mencionan algunos empleados.
Por si a usted le interesa, Orta fue candidata del PAN a diputada por el XVIII distrito local, que comprende Altamira, Aldama y González.
Ella vive en Aldama donde su actividad son los negocios hoteleros.
Así la dejamos mejor.
Y si hablamos de panistas, varios compañeros han comentado que Gustavo Cárdenas Gutiérrez ya se fue de ciudad Victoria por temor a la violencia.
Pero no, el Chico Alegre solo anda en los Estados Unidos con la intención de ampliar su negocio de restaurante “Don Jorge” a ciudades como Mc Allen, Austin, Los Angeles y, si se puede, Las Vegas y puntos intermedios.
Como va a cumplir un año sin aterrizar en la nómina, Tavo se ha dedicado de lleno a los negocios, incluyendo las guarderías de niños.
Por otro lado, nos dicen que la reunión del Tribunal Estatal Electoral para tratar el asunto Río Bravo, ese martes, se hizo con tanta secrecía que ni los dirigentes del PRI estatal lo sabían.
La referencia indica que la magistrado Marcia Pérez Cantú no quería, no quiere verse de frente con los periodistas.
La señora se vio en la necesidad de darle el triunfo al partido azul en aquel municipio, por decisión del Trife sala Monterrey.
También se “perdió” el dirigente tricolor Ricardo Gamundi, quien no asistió el martes a la sesión del Congreso, donde tiene un escaño como diputado.
Hay quienes mencionan que Gamundi está por pedir licencia al legislativo porque tiene que ir a Monterrey a comparecer por demandas pendientes.
Pero bueno, eso luego lo veremos.