Palmillas.- Para el frío de la madrugada traguitos de tequila y mezcal…Para el calor del mediodía también, acompañados de guisado y barbacoa de pozo.
Sí señor, con música de banda potosina, cabalgata, coleadera y mucho baile, Palmillas celebró el 383 aniversario de su fundación.
Cabalgantes que empinaron el codo de más, pero eso sí, “muy educados y sin faltarle el respeto a nadie”, porque si algo se condena en el altiplano es a los irrespetuosos.
“Es una fiesta de todos los de acá del altiplano”, como dijo el alcalde Jaime Antonino Barragán Castro, anfitrión de los visitantes de la región semiárida de Tamaulipas y también de Nuevo León, de los municipios de Mier y Noriega y Doctor Arroyo, y de Ciudad del Maíz, S. L. P., que correspondieron la presencia de los nuestros allá en sus eventos.
Llegaron desde la madrugada al poblado El Naranjo, “la residencia de mi alcalde JaimeAntonio” para echar el almuerzo y preparar sus cuacos y mulas para el recorrido de 20 kilómetros.
Partieron desde las siete a una altura de mil 600 metros sobre el nivel del mar y, entre tropezones y caídas y varias “nalgueras” entre pecho y espalda llegaron a la cabecera poco antes de las dos de la tarde.
No pocos mordieron el polvo, como policías rurales comisionados y hasta la diputada Norma Alicia Dueñas Pérez, pero sin duda se les reconoce el haber culminado el evento.
Casi siete horas de música amenizada por la Banda Santa Cruz, de la Villa de Reyes, S. L. P., integrada por paisanos del altiplano y el desierto mexicano.
Y la yunta de bueyes jalando la carretera emblemática de aquellos colonos que repoblaron Palmillas con la llegada de Don José de Escandón.
Porque Palmillas, es la segunda población más vieja de Tamaulipas después de Tula. Fue fundada el siete de agosto de 1627 por Fray Juan de Mollinedo, pero registró dos repoblaciones posteriores.
Dice la historia que se fundó por instrucciones del Rey Felipe IV, y la comunidad quedó abandonada por largos años hasta lograr su auge a comienzos de 1900 cuando llegaron a instalarse farmacias, ferreterías y hasta un banco.
Pero vino la Revolución y “Mi General” Alberto Carrera Torres y el progreso se vino al traste. La gente se fue para otras partes, como hoy se va por falta de movimiento económico.
En los últimos años en lugar de incrementar su número de habitantes, registra descensos.
Hoy, el municipio tendrá alrededor de mil 800 habitantes, según los últimos censos de población.
SOLO FALTARON “CHECO” GUAJARDO Y “DON BILLETO”
Los palmillenses tienen una semana de fiestas: Primero las patronales de Nuestra Señora de las Nieves y luego el aniversario del pueblo propiamente.
Entre el uno y el seis de agosto es el evento de la Iglesia, en que participan matachines y grupos de baile y viene el Obispo de la Diócesis a oficiar confirmaciones.
Pero la fiesta llega desde antes porque un mes previo, la Virgen (Señora de las Nieves) recorre las diez comunidades de Palmillas y luego viene el “novenario” de los rezos en el viejo templo que data de 1777, según el dato histórico.
“Los eventos son organizados por los Mayordomos, que son seis matrimonios”, dice el párroco Felipe López Méndez, quien no participó en la cabalgata pero ahí está en la ceremonia y recibe el agradecimiento de las autoridades civiles “por rezar por nosotros”.
Si Palmillas es uno de los municipios más pobres de Tamaulipas, aquí lo que importa es la fiesta. Vinieron sus hijos radicados en otras partes del país y de los Estaos Unidos, para celebrar y echar la casa por la ventana.
Después de todo solo es una vez al año y esta la tercera cabalgata. Las inició el alcalde Barragán Castro.
Aquí hay gente de Ocampo, Villa de Casas, Bustamante, Miquihuana y Tula, además de los potosinos y neoleoneses.
Y están los alcaldes en funciones y los electos. Solo faltó el de Jaumave, Ricardo Quintanilla, mejor conocido como “Don Billeto”, y el diputado electo por este distrito, Sergio “Checo” Guajardo Maldonado.
Claro, no podía faltar un representante del Gobernador Eugenio Hernández Flores, y ella fue Romana Rodríguez Castillo, representante a la vez de Luis Humberto Hinojosa Ochoa, Subsecretario de Educación en el Estado y Delegado Territorial en la región semiárida.
Manifestó Romana sobre la ausencia del profesor Hinojosa.
-Quiso estar aquí; ya hasta había pedido su caballo, pero a última hora sus ocupaciones se lo impidieron.
Pero como dijo el alcalde Barragán, “él y el Gobernador saben lo que estamos haciendo aquí, saben que aquí trabajamos”.
EL UNICO PERFECTO ES EL SER HUMANO
El 56 por ciento de los palmillenses no recibe ningún ingreso, según el censo de población del 2000, y es un municipio donde no hay juventud, sino que el 58 por ciento de los residentes tienen arriba de los 65 años.
Los jóvenes andan allá en el lado americano o en las grandes ciudades trabajando, empleándose o en negocios propios.
Pero eso no es motivo para que la fiesta sea en grande y todos asistan a los eventos.
La cabalgata culmina frente al edificio de la presidencia donde se realizan los Honores a la Bandera y se desarrolla el protocolo oficial.
Pero algo falló en el sistema de sonido, que “no quiso salir” de la bocina el Himno Nacional y claro, ni el Himno de Tamaulipas.
Un joven tuvo que “salir al quite” con voz directa y en vivo.
Por eso la intervención del presidente municipal: “El único perfecto en este mundo, aun con sus defectos, es el ser humano”.
Muy serio, con pena ante los visitantes, exclamaba: “Hoy la música no quiso porque no tiene corazón humano, y nosotros sí lo tenemos. La música no quiso entonar el Himno, y nosotros sí”.
Ya encarrerado: “Hace 200 años no había himnos , y hace cien años no había pistas para disfrutar los himnos que ya había”.
Pero el fuerte sol ya cala y “hace sed” y la ente se traslada al Lienzo Charro para disfrutar la comida de guisadito con arroz y frijoles al estilo Cuarto Distrito, con unas “chelas” bien frías y luego el evento de rodeo.
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