Luego del proceso electoral, de las vacaciones y del regreso a la chamba, en el medio político se especula ya sobre los posibles colaboradores del futuro Gobernador Egidio Torre Cantú.
Algunos colegas ya impusieron nombres en ciertas dependencias, ya por la amistad que tuvieron con Rodolfo, o bien porque colaboraron con Egidio cuando este se quedó al frente de la alcaldía victorense en lugar de Enrique Cárdenas del Avellano.
Incluso se habla de socios de Egidio en el ramo de la construcción, aunque se trata de militantes azules.
Parece que falta mucho tiempo para que el arroz se cocine.
Ya se habla, o ya está en marcha del acto de entrega-recepción de la administración pública estatal, o sea el procedimiento de salida del actual gobierno y la llegada del siguiente.
Pero mire que en realidad faltan largos cuatro meses para que eso suceda, pues la Ley dice que se deberá integrar un Comité de Enlace 30 días antes de la transmisión de poderes, y no antes.
Para el mecanismo de transmisión, el Gober saliente designa representantes y el Gober saliente los suyos.
El comentario se hace porque hay no pocos interesados en la conformación del gabinete de Egidio Torre Cantú, y la designación de los “enlaces” sería un indicativo de cómo vienen las cosas.
Sin embargo, a como se vio el asunto hace seis años, cuando llegaba Eugenio Hernández, no habrá ninguna “pista” sobre los futuros hombres fuertes del sexenio.
Geño y su grupo enviaron a puros jovencitos (as) inexpertos a ver y tramitar la recepción de los bienes públicos, pero a nadie que quedaría en el gabinete.
Solo fue un despiste. La prensa les buscó lo bueno y lo malo, pero apenas eran muchachos recién egresados de sus carreras y jamás habían participado en la administración pública.
Vamos a decir pues, que para el uno de diciembre, no habrá todavía alguna “señal” de cómo se integrará el grupo de la administración (al menos que se haga público).
Bueno, la Ley de Entrega Recepción de los Recursos Asignados a los Poderes (estatales) y Ayuntamientos, habla de una entrega intermedia y la definitiva, esta que se dará el último día del mandado del grupo saliente.
La que vale es esta y, si hay un comité, solo es para preparar los documentos.
Por cierto, la Ley dice que los miembros de ese comité no tienen derecho a ganar lana, por lo que si llegan a quedar en el gabinete, empezarán a cobrar a partir del uno de enero del 2011.
Lo que sí es cierto, es que los funcionarios del gobierno de Geño, ya disponen de los inventarios de bienes muebles e inmuebles que habrán de entregarse. Hay tiempo de sobra para hacerlo.
Y respecto al equipo de colaboradores de Torre Cantú, vamos a decir que se conocerá allá por el 30 o 31 de diciembre en conferencia a la que convocará personalmente o quien vaya a ser su jefe de Comunicación Social.
Esa es la costumbre, y primero se sabrá de las cabezas de sector y luego de los subsecretarios y colaboradores.
Pero antes, antes llegarán al Congreso varias iniciativas del actual ejecutivo, relacionadas con la Ley de la Administración Pública, es decir, las secretarías y dependencias que abarquen el programa de Torre.
Eso no debe extrañar a nadie, lo hicieron los últimos gobernadores entrantes.
En los municipios, también deberá acelerarse el proceso. Nunca como ahora habrá tiempo para hacer bien las cosas.
Según los conocedores de la Ley, las pláticas ya se pueden dar entre los alcaldes salientes y los ganadores, menos donde se dieron impugnaciones sobre los resultados.
Ahora bien, si hablamos en específico de Victoria ¿qué puede entregar el alcalde Arturo Díez Gutiérrez? ¿qué le va a entregar a su sucesor Miguel González Salum?.
Lo que se sabe es que le transferirá puras broncas, una brasa ardiendo en diversos renglones, sobre todo con los proveedores que buscarán hacer efectivos los adeudos.
En su tiempo Miguel deberá nombrar sus representantes ante el comité, pero ¿qué van a contar? ¿vehículos? ¿dinero que dejarán en la Tesorería? De seguro puras facturas pendientes de pagar.
Díez trasmitirá a su sucesor algo así como dos mil 400 empleados, unos heredados y otros que metió él cuando llegó.
Y es que no hay patrullas, ni camiones de basura en buen estado, y menos máquinas de bomberos. Es más, ya ni se ven los “carritos” de las barrenderas o “zanahorias” que andaban ahí por el primer cuadro de la ciudad.
La ciudad está abandonada y será un gran problema para el alcalde González Salum poner en funcionamiento los servicios.
En lo que resta del año, a los residentes capitalinos no nos espera nada bueno. De eso tenga usted la seguridad.
Nos vamos.