Siete de la noche del sábado en el primer cuadro de la ciudad capital. Las calles desiertas y sin los molestos empleados de parquímetros con sus inmovilizadores en mano.
En el IETAM, los consejeros y representantes de los partidos parecen venir de su acostumbrado “coyotito” (pestaña de mediodía) luego de las reglamentarias cheves de fin de semana. Es más, el de Convergencia, Juan Francisco Chávez Ramírez, mejor ni se presentó, le siguió de largo (en el “coyotito” o en la borrachera).
Aunque se trata del reparto de las apetitosas plurinominales, solo concurren dos que tres reporteros de los medios y ningún “oreja” de Gobernación.
Los presentes esperan con impaciencia el reparto del pastel.
Pero hay un pero: Todavía no es tiempo.
El nuevo Código Electoral trae algunas tarugadas de los diputados, como esa de obligar la validación y cómputo de las pluris el diez de julio, pero también dar oportunidad de inconformidades hasta las doce de la noche del día del mismo.
Tarugada neta de los legisladores porque después de las inconformidades a nivel municipio y distrito, sigue el Tribunal Estatal Electoral y el Tribunal Federal Electoral…
Y el gerente del IETAM, Jorge Luis Navarro Cantú, prefiere no meterse en broncas y solo da las cifras de la clientela de los partidos y hasta nuevo aviso dirá quienes son los premiados.
Los representantes partidistas agachan la cabeza y enmudecen, menos uno que pide la palabra y rezonga.
Es Héctor Villegas Gamundi, el representante de la coalición tricolor, quien pide que ya, ya se reparta el pastel.
“Está desesperado, quiere saber cuantas…”, dice José Antonio Leal Doria, uno de los abogados del jurídico del PRD, quien asistió a la sesión para irle tanteando el agua a los camotes.
Pero no, Navarro no le hace caso a Villegas, solo escucha la exigencia y da por terminada la reunión que apenas duró unos minutos.
Para los que conocen, mejor ni se debió haber realizado en sabadito de cheves y pachanga. Solo incomodar en fin de semana si no hubo ganancia para nadie.
En la entrevista, Villegas Gamundi dice que su partido, el PRI, quiere cuatro plurinominales y las peleará hasta con los dientes.
-La Ley marca que el porcentaje debe ser de un 53.11 por ciento para tener derecho a 22 diputaciones y nosotros tenemos el 64 por ciento de votos en diputados.
Pero allá están los perredistas que presentarán la inconformidad en cuanto Navarro reparta el pastel.
Dice el abogado Leal Doria, héroe de mil batallas en las filas amarillas.
-Quieren una sobrerepresentación de 26 diputados.
Claro que serían 26 diputaciones tricolores: 18 que ganó directamente, cuatro que ganó con sus coaligados Verde y Panal, y las cuatro mas que quiere de a guevo.
Y están los panistas, donde Alfredo Dávila Crespo, otro viejo lobo de mar en asuntos electorales, dice que a ellos les tocan por lo menos ocho diputaciones.
De acuerdo con las cifras que dio el IETAM y los cálculos de los picudos (“chingones” diría el maestro Rosales Lugo) , el pastel de 14 pluris se definirá así: Seis para el PAN; cuatro para el PRI; dos para el PRD, y una respectivamente para el Verde, Panal y PT.
Ah! y ¿cuántas suman? ¡Quince!. Entonces algo anda mal.
Corrigiendo: Cinco para el PAN, cuatro para el PRI, dos para el PRD, y una para Verde, Panal y PT ¿está correcto?.
Pero Alfredo Dávila Crespo corrige de inmediato.
-No, no, al final están en peligro una para el PRI, una del Verde y otra del Panal.
Por eso surge el nuevo reparto: Ocho para el PAN, tres para el PRI, dos PRD y una PT ¿le parece bien querido lector?.
Por cierto, es un secreto a voces que el Partido del Trabajo recibió “una ayudadita” de los organizadores para que alcanzara plurinominal.
Los PREP dicen que, con el conteo del 96 por ciento de las casillas llevaba 12 mil sufragios, o sea el 1.2 por ciento, y seis días después alcanza los 18 mil 980 ¿no es raro?. Después de todo ¿quién va a hacerla de tos? ¿cómo se comprueba la ayudadita?.
Según los expertos, si la contabilidad de los votos por las pluris fue de un millón 98 mil 928 sufragios, todo partido que haya sacado 16 mil 483 votos tiene derecho a un escaño en el Congreso.
Luego sigue la tajada del pastel con el “cociente mayor” y así sucesivamente hasta acabarse las 14 pluris que representan el ciento por ciento del pastelillo.
Pero el que sí chupó faros es Emiliano Fernández Canales, quien al parecer se portó mal con el moreno jarocho y no le quiso ayudar para conquistar una pluri. Convergencia obtuvo una clientela de 15 mil 903 votos.
Pero, querido lector, mejor vamos a esperar hasta el 20 de agosto, que es el límite que fija la Ley para que los tribunales definan cuántas pluris se lleva cada partido. Lo definirá la sala regional del TRIPE en Monterrey.
Termina la sesión y en al calle todo sigue igual: Solo, sin los cobradores de los parquímetros y sin mordelones. La calle es de cada quien y los que caminan parecen disfrutarla.
Los representantes de los partidos se retiran silenciosos y solos, cargando su costal de mañas y ambiciones.
Ahora no se pudo. Ya mañana se harán garras por el apetitoso presupuesto de las pluris.
Nos vamos.