Cd. Victoria.- Da pena saber que el abstencionismo se llevó los aplausos durante el proceso eleccionario del presente 2010.
Los candidatos y sus partidos no fueron lo suficiente interesantes como para promover el sufragio, aunado al asesinato de un candidato a la gubernatura y un huracán que azotó la región centro y norte tres días antes.
El porcentaje de participación no llegó al 40 por ciento, cuando hace tres años alcanzó el 48.74 por ciento de los empadronados.
Y más antes, en el 2004, la afluencia de votantes llegó al 51 por ciento.
Pero no se espante usted, querido lector, porque ahora mismo le decimos que en los comicios de 1980 la participación ciudadana llegó al 40.2 por ciento.
Tres años más tarde, en el 83´, los votantes ascendieron al 54.4 por ciento en los comicios municipales.
En 1986 otra vez el 40.0 por ciento.
Pero los resultados que también fueron desastrosos, y no hubo muerte de candidato ni huracán, es el resultado de 1989 cuando la participación ciudadana apenas fue del 31.7 por ciento ¿se imagina usted?. Y eso que ya figuraba el PRD y sus presuntos tricolores inconformes.
Así que, mi querido lector, no se jale usted de los pelos si en este 2010 la afluencia no alcanzó el 40 por ciento. Eso no es nuevo en las estadísticas.
La gran concurrencia ciudadana se dio en 1992, cuando hasta el 57.2 por ciento de los empadronados se fueron a votar.
Se habían acabado los tiempos en que votaba hasta el 75 por ciento, cuando solo había un solo partido.
Usted, ciudadano común, no le busque tres pies al gato. Son ciclos que van y vienen.
Claro que sería muy doloroso que asistieran a votar menos del 31 por ciento, o sea por debajo de 1989 ¿qué fenómeno se dio entonces?.
Para este modesto servidor, el asunto es de los partidos políticos y los candidatos, que son los encargados de promover la participación ciudadana. Claro, también lo es de la autoridad electoral.
Por otro lado, nos dicen que el moreno mañoso, o sea el dirigente estatal del PRI, se saldrá con la suya: Tendrá 26 diputados en el Congreso, a menos que el TRIFE lo vuelva a meter en cintura.
Es tan mañoso que, aunque el PRI y sus coaliciones ganaron las 22 diputaciones de mayoría, para efectos de las plurinominales no cuentan las que van a nombre del Verde y el Panal.
Vamos: Jugó en dos distritos en compañía del Verde y otros dos con Nueva Alianza, que se cocinan aparte.
Luego entonces, Gamundi ya exigió cuatro pluris para llegar a 22 posiciones (que se suman a las de coalición).
Pero además, mañoso el hombre, tratará de sacar adelante (según el convenio) diputaciones para sus cuates Jesús González Macías, de los verdes, y Graciela Ibarra Martínez, de los panales.
Así, serían 26 posiciones para el tricolor y socios.
Y los que en apariencia ya chuparon faros son Alejandro Ceniceros, del PT y Emiliano Fernández Canales, de Convergencia. Sus empresas electoreras apenas se llevaron el 1.23 y 1.08 por ciento de la votación total, o sea una vergüenza.
El prieto es mañoso. Ahora ya veremos qué le dicen del TRIFE porque el PAN va a pelear hasta once pluris, para dejar solo una al PV, Panal y PRD, respectivamente.
El botín son 14 diputaciones de regalo y las pelearán hasta a mordidas.
Y mire que fue la UAT la que comenzó una intensa jornada para recolectar víveres, vestido y calzado para auxiliar a los damnificados de los municipios de Hidalgo y Padilla, donde las consecuencias del huracán “Alex” han sido desastrosas.
El acuerdo fue emitido por el rector José Ma. Leal y la actividad se realiza a través de las direcciones de Servicio Social y de Valores UAT, con centros de acopio en los 25 planteles de la universidad en todo el Estado.
En ciudad Victoria un centro de recepción se ubica en la plaza Hidalgo, y se recibirán donativos hasta el miércoles dada la urgencia de ir en auxilio de las miles de familias que viven difícil situación.
La labor de la casa de cultura es de resaltarse. Ahora que tenemos damnificados en nuestro terruño, nadie había hecho punta de lanza para juntar ayuda como lo hacen cuando se dan terremotos a miles de kilómetros de nuestra patria.
Los damnificados que lo perdieron todo aquí están cerquita, pero ¿en dónde las televisoras? ¿en dónde los clubes que apoyan en el extranjero? ¿en dónde está la Cruz Roja? ¿Y las mujeres del Huracán Gilberto? Parece que solo están para la foto y ya.
Es un acierto para la comunidad universitaria y sus autoridades, de eso no hay duda.
Después vendrán decenas de “altruistas” que buscarán la foto.
Y precisamente por el paso del huracán, que dejó abundantes lluvias, en el sector salud no se duerme el jefe, Juan Guillermo Mansur Azola, y ha desatado una intensa vigilancia de la pureza del agua para consumo humano, lo mismo que arrancó las fumigaciones para controlar los mosquitos que trasmiten el dengue.
Mansur trae vigilancia permanente allá en los 22 municipios que resultaron mayormente afectados.
Nos vamos.