La obra del queretano Jesús Mendoza Muñoz sobre el conquistador del Seno Mexicano, Don José de Escandón y Helguera, viene a confirmar algo que poco se sabía: El Coronel fue un traficante de esclavos y mantenía esclavos en sus fábricas de aquella ciudad vecina.
No es algo que no se conocía de Don José, pero ahora se viene a dar el apoyo documental, dicen los investigadores tamaulipecos.
Da cuenta el autor que, desde muy joven, el español originario de Soto la Marina se dedicó a los negocios apoyado por su primer suegro Agustín de Ocio y Ocampo, empresario y uno de los hombres más ricos de Querétaro.
Mendoza se refiere específicamente al Coronel Escandón y de la Helguera:
-Es muy interesante consignar que durante los años que van de 1723 a 1728, José de Escandón firmaba todos sus asuntos agregando también su segundo apellido materno «y de la Helguera».
Pero a partir del nueve de marzo de 1728 solamente firmaría con el apellido Escandón. Esto inclusive durante la colonización y hasta sus últimos días.
Es más, en todos los documentos se firmaba como Joseph y no como José.
De acuerdo con la obra, Don José habría comenzado en los negocios en 1723, cuando tenía precisamente 23 años, dado que en julio de ese año ya se le citaba «como dueño de un obraje (maquila), haciendo un préstamo de tres mil pesos de oro a Tomás de Sasorena, vecino de la Villa de Colima».
Obraje se define como una fábrica (obreros) donde trabajaban los indios y que constituyó como una de las primeras formas de producción capitalista.
Concretamente, el colonizador de Tamaulipas era dueño de fábricas textiles y vendía lo que se conocían como géneros (telas).
El capítulo IV de la obra se refiere al subtema: «Incursiona como mercader de géneros y tratante de esclavos».
Esto habría sido por 1726, cuando José apenas tenía los 26 años, pues nació en 1,700.
ESCLAVOS COMO MERCANCIA
En el negocio de los esclavos, Joseph fue introducido por su suegro.
Apunta el autor:
«Otra característica del obraje de Escandón, fue el uso de esclavos para sostener su actividad textil durante varias décadas, y por ello se le ubica como uno de los principales tratantes de esclavos durante el siglo XVIII en Querétaro».
Pero no solo allá, sino que autores locales indican que, cuando ya estaba en el Nuevo Santander, José vendía en el centro del país a los indios «no entendidos», o sea, aquellos que se mostraban rebeldes. De lo contrario los eliminaba, los mataba.
Para incursionar en los primeros obrajes, se hizo socio de su suegro y luego le compró a este para seguir haciendo negocios en préstamos personales y una especie de «bancos», por lo cual cobraba intereses.
Era un comerciante, pues, y así vio la conquista del Seno Mexicano que le costaría parte de su fortuna en inversión y al final la muerte cuando era juzgado.
Según los datos históricos, el suegro Agustín de Ocio tenía licencia para funcionamiento de la fábrica de tejidos desde el siete de junio de 1712, como lo informó personalmente en una escritura de terrenos.
Manifiesta el historiador: «Hay un testimonial material del 15 de junio de 1726 en que Ocio cedió el obraje a Escandón a modo de sociedad».
Y las utilidades de inmediato comienzan a fluir, pues en ese año obtuvieron casi siete mil pesos en oro.
COMPRAR Y VENDER INDIOS EN TAMAHOLIPA
Y no hay lugar a dudas de que el Coronel mantenía esclavos en sus negocios.
Se refiere que tan solo en 1726 pasaron por sus manos 16 infelices.
Una lista del autor Mendoza Muñoz menciona entre los esclavos del obraje de Escandón, a los siguientes: El mulato Juan Rendón, Antonio Cayetano, Tomás Baltierra, José Antonio, José López, Lorenzo de la Cruz, José Joaquín, Juan Bautista, Juan Fernández, Francisco Antonio, Francisco Miguel, Juan Manuel, Domingo Andrés, Nicolás de Abaunza, Juan Miguel y Melchor Reyes. Fuera del mulado, todos habrían sido indígenas.
Pero claro que fueron muchos más, pues si comenzó el tráfico de esclavos en 1726, fue hasta mediados de siglo cuando emprendió la colonización del Seno Mexicano.
Las fábricas de tejidos se vendían incluyendo a los esclavos.
Entre los principales traficanfes de aquella época se mencionan a Agustín de Ocio y Santiago de Llera Ruvalcaba, es decir, los dos suegros de Escandón, que eran de Querétaro.
También se menciona a su principal socio, Bernardo de Pereda Torres.
Se refiere Mendoza.
«Por el análisis de los documentos y escrituras de compraventa de esclavos en los protocolos de los escribanos del Archivo Histórico de Querétaro, he considerado a estos cuatro personajes (que incluye a Escandón) como los esclavistas más importantes en la ciudad de Querétaro durante el siglo XVIII».
Y resume el autor: «Echar mano de esclavos más bien parecía práctica de familia».
Ellos compraban y vendían indios para el trabajo en las fábricas, trapiches y los mercados.
Las operaciones las hacían las personas de más recursos y, los esclavos, pasaban inventariados con su respectivo valor y escritura.
Cuando colonizó Tamaulipas, en su propia casa de Santander Jiménez tenía numerosos esclavos y esclavas a su servicio, ya como sirvientes o trabajadores.
Los indios que no se «domesticaban» eran asesinados o enviados como esclavos hacia Querétaro.
Exterminó indígenas en muy diversas regiones, como Guanajuato, Querétaro, Nuevo León y San Luis Potosí, reprimiendo rebeliones.
El fundador de 22 poblaciones de Tamaulipas nació el 19 de marzo -Día de San José- en el barrio de San Juan de la Canal, Soto la Marina, España, y falleció el 10 de septiembre en las cercanías de la ciudad de México.
Algunos historiadores dicen que su muerte fue por males cardiacos y otros que «de tristeza».