TAMAULIPAS ESTA DE LUTO: EUGENIO
(Fotos: Agencia Contraluz)
Un minuto de aplausos cimbró los muros del Palacio de Gobierno, allí donde Américo Villarreal Guerra permaneció, dejó seis años de su vida y los dedicó a Tamaulipas.
No fue un minuto de silencio sino de júbilo a su obras y sus acciones en bien de los tamaulipecos.
“Tamaulipas está de luto”, señaló el Gobenador Eugenio Hernández Flores, quien encabezó el homenaje de pueblo y autoridades a un ex gobernante que dejó profunda huella en todos los ámbitos.
Recibió un homenaje en grande, como los estadistas, como no lo han recibido en toda la historia los más grandes hijos de esta tierra, como el propio ex Presidente Emilio Portes Gil.
Con todos los honores: El féretro en el centro del Palacio de Gobierno, cubierto con el Escudo de Armas de Tamaulipas, y al frente nuestra Enseña Nacional.
Ahí están los que fueron su “grupo compacto” al frente de la administración, como Rafael Díaz Piñeyro, su secretario aprticular durante los seis años.
Quien fue su jefe de obras públicas, Antonio Carlos Valdez Balboa, su colaborador desde la campaña, y Anibal Pérez Vargas, primero Procurador y luego Secretario General de Gobierno.
Ellos que trabajaron intensamente en la conducción de los destinos de Tamaulipas, le vinieron a dar su último Adiós: Don Manuel Montiel Govea, que titular de Comunicación Social; el doctor Santiago Vidal Balboa, jefe de Salud; Carlos Tercero Romero, de Turismo; Raúl Flores Morán, que estuvo en Seguridad Pública, y su gran amigo Enrique Varela Galván, jefe del ITAVU.
Regresaron a Palacio de Gobierno, el mismo inmueble, con sus mismos ecos, así como lo dejaron, aunque él, ya no puede girar instrucciones, tomar acuerdos, escuchar los ruidos y las voces. Vineron a rendirle homenaje y a darle el último adiós.
Los viejos empleados de palacio parecen escuchar la voz de Américo a su llegada a la residencia del ejecutivo. Ya el elevadorista, Fernando, o “Chamoy”, el responsable de mantenimiento ya jubilado.
ULTIMO GOBERNADOR EN DAR AUDIENCIAS
Hombre entregado totalmente a la funciónpública, fue el último gobernador en dar audiencias públicas en Palacio.
Bien lo dice en su remembranza Alfredo Díez Piñeyro: Dedicó el 33 por ciento a las audiencias en Palacio; el 33 por ciento a recorrer los municpios del estado; otro 33 a la gestión en la ciudad de México y el uno por ciento a su familia.
Lo tiene presente:
-Recuerdo que mi querida Luz Adriana (hija del fallecido) un día me dijo: Licenciado préstenos a nuestro papá…Pero era su voluntad y así se hizo.
Sacrificó dedicarle tiempo a su familia por atender los asuntos de Tamaulipas.
Diez de la mañana. Sus restos entran sobre la puerta que da a la calle 15, allí por donde llegaba a Palacio a cumplir con sus funciones de Gobernador. Es la última visita al palacio de gobierno de sus amores.
Los reciben el Gobernador Eugenio Hernández Flores y su esposa Adriana; los representantes de los poderes legislativo y judicial; secretarios y funcionarios de la administración.
El duelo de su esposa hoy viuda de Villarreal Guerra, la maestra Elba Anaya Guerrero, y sus hijos: Américo, Beatriz Cecilia, Oralia Josefina, Luz Adriana y Mónica.
Son testigos de este reconociminto los ex Gobernadores Enrique Cárdenas González; Manuel Cavazos Lerma y Tomás Yarringnton Ruvalcaba.
Luto en los rostros y recuerdos de quienes lo conocieron y convivieron con él; nadie se atreve a abrir la escotilla del féretro.
La semblanza por Rafael Díaz Piñeiro, ex secretario particular que jamás se desligó de la vida privada y profesional de Villarreal Guerra.
Recuerda la vida estudiantil en el Distrito Federal cursando la carrera de ingeniería civil; el primer trabajo, allá en el Bajo Bravo, en Tamaulipas; el matrimonio y el inicio de una larga carrera en la entonces Secretaría de Recursos Hidráulicos.
El Gobernador Hernández Flores: “Venimos a darle el último adiós a un gobernante que trascendió en su tiempo, que destacó por su calidad humana y por su modestia”.
Mensaje de la familia por conducto de Américo Villarreal Anaya, el hijo, médico de profesión.
-Querido papá: Estamos hoy reunidods para hablar de ti, con el enorme compromiso de hacerlo en nombre de mi madre, mis hermanas, esposa, cuñados, nietos y toda la familia.
Cuatro las guardias de honor: El Gobernador y su esposa; los ex Gobernadores, los ex presidentes municipales y diputados de aquel sexenio, como Tito reséndez Treviño, Antonio Martínez Torres, Lucino Cervantes, Rubén Balderas Lemus, Perfecto Solís Alanís.
Los servidores públicos que lo fueron en su administración, como Gonzalo Rivera, Miguel Gracia, María del Refugio Martínez Cruz, José Rábago Castillo; Antonio Carlos Valdez y Aníbal Pérez Vargas.
Y los honores y el escudo de Armas de Tramaulipas que es entregado por el Gobernador Eugenio Hernandez Flores a la señora Elba Anaya hoy viuda de Villarreal.
“Fue un hombre de estado que manejó el poder con la prudencia necesaria y la firmeza requerida”, dijo Hernández Flores.
Una hora después, el cortejo deja Palacio y se dirige a Catedral para una misa de cuerpo presente oficiada por el padre David Martínez Reyna.
PRIMER HOMENAJE EN LA HISTORIA DE TAMAULIPAS
De acuerdo con la crónica, en los últimos 90 años no había fallecido en la capital un ex Gobernador del Estado y por tanto no se habían dado homenajes.
Pero el dato puede ir más allá: Que nunca en la historia de Tamaulipas se había dado una honra de cuerpo presente en las residencias que ha tenido el ejecutivo.
El último antecedente de un evento parecido, se dio el diez de diciembre de 1978 cuando falleció el ex Gobernador y ex Presidente de la República Emilio Portes Gil.
Pese a que el deceso se dio en la ciudad de México, donde fueron sepultados sus restos, el entonces Gobernador de Tamaulipas, Enrique Cárdenas González, decretó tres días de duelo en nuestra entidad.
De los últimos gobernadores, aunque todos tamaulipecos, ninguno había fallecido y menos se le había sepultado en la capital.
El Cronista de Victoria, Antonio Maldonado Guzmán, recuerda que al fallecimiento, no hubo homenajes para ellos:
-Emilio Martínez Manautou; murió y fue sepultado en San Fernando
-Manuel A. Ravizé falleció en Tampico, donde está sepultado
-Norberto Treviño Zapata murió en el Distrito Federal, y en fecha reciente sus restos llegaron a ciudad Victoria
-Praxedis Balboa Gojon, dejó de existir en el Distrito Federal, donde están sus restos
-Horacio Terán Zozaya, murió en San Antonio Texas, y sus restos descansan en Tampico.
-Raúl Gárate Legleu; murió en el DF y allá fue sepultado
-Hugo Pedro González, neolaredense, allá descansan sus restos
-Magdaleno Aguilar Castillo, falleció en el DF y fue sepultado en la capital
-Marte R. Gómez, siempre vivió en el Distrito Federal y allá descansan sus restos.
-Rafael Villarreal, falleció y está en Tampico
-Luis L. Canseco, nació en Victoria pero murió y se le dio sepultura en Tampico
-César López de Lara, dejó de existir en el Distrito Federal.
-Luis Caballero Vargas, murió y fue sepultado en Jimenez, su tierra
En la época convulsa de la revolución y postrevolucón hubo decenas de Gobernadores, algunos por días o semanas, pero no se tine conociminto que, a su deceso, se les haya rendido un homenaje de tal naturaleza.