Sus instalaciones están clausuradas desde hace meses con el argumento de una rehabilitación, y no se sabe si algún día reanudará actividades.
En realidad, parece que el planetario “Ramiro Iglesias Leal” tiene hasta dos años fuera de servicio, aunque la información no se proporciona a la opinión pública y menos a los estudiantes que pudieran interesarse.
Al frente del edificio solo quedó una cartulina señalando el costo por persona por ingresar al edificio: 30 pesos, y el indicativo de que se puede acceder “por arriba”.
En su tiempo se llegó a calificar al planetario de ciudad Victoria como el tercero más eficiente de México.
Hoy no se sabe ni de qué secretaría del gobierno del estado depende, aunque pudiera estar adscrito a lo que se ha llamado Dirección General del Museo de Historia Natural de Tamaulipas Tamux.
Pero el titular de la misma, Juan Carlos Montoto Villarreal –según sus colaboradores-, por lo general no cumple con un horario ni días de trabajo.
El reportero trató de entrevistarlo pero no fue posible. Tampoco sus principales colaboradores de las diferentes áreas, que son muchos.
Empleados manifestaron que el edificio del planetario está cerrado por obras de rehabilitación que ha emprendido el gobierno federal a través de la Secretaría de Desarrollo Social.
Según el dato, la empresa (cuyo nombre se ignora) que hace los trabajos quedó de entregar la obra para el 15 de junio pero no cumplió, y tampoco han dado otra fecha.
Un dato dice que la inversión de la Sedesol federal es de un millón 29 mil pesos, para mejorar lo que es la sala de proyección donde se habían deteriorado desde paredes hasta las butacas.
Agrega el dato que la rehabilitación comenzó el once de diciembre del 2009 y se debió terminar para el diez de abril del 2010, es decir, hace más de dos meses.
En realidad el Tamux y todo lo que de ahí depende se maneja como una empresa privada, en que lo más importante es el área de comercialización y ventas, desde las entradas a “recuerdos”, alimentos y bebidas, y libros.
La información del personal señala que en los puestos directivos sobresalen varios parientes del Director General, entre ellos Alfredo Zertuche Villarreal y Marissa de la Garza Montoto.
LOS TIEMPOS IDOS DEL PLANETARIO
Las últimas actividades del planetario parecen haberse realizado en el 2008, según un informe de la Secretaría de Desarrollo Social, Cultura y Deporte, que señala que “se estrenaron” cinco programas: Reserva El Cielo, proyecto Estación Espacial,Transbordador Espacial y los Secretos del Sol y El Otoño.
En ese tiempo se habrían dictado varias conferencias sobre historia, astronomía, arqueología y recursos naturales. De ahí ya no quedaron rastros de alguna actividad.
La sala tiene una capacidad para 250 personas y se pueden hacer proyecciones hasta de ocho mil 500 estrellas con los movimientos de traslación y rotación de nuestro planeta tierra.
En la página de Internet del planetario hay programas de funciones, horarios y otros elementos que datan de hace doce años, que nadie se ha ocupado de actualizar o eliminarlos.
Por entonces se cobraban tres pesos por entrada, y la institución se encontraba en manos del único director capacitado que ha habido en toda su historia, el físico José Fernando Barrada, quien proyectó a nuestro planetario allende las fronteras.
Por entonces el planetario era novedad: En cinco años registró hasta 320 mil visitantes. De ahí comenzó el declive hasta quedar en la nada, como hoy, clausurado con candados y sin esperanza de que se reabra.
Las instalaciones fueron inauguradas el 30 de junio de 1989 por el entonces Gobernador Américo Villarreal Guerra y el Presidente Carlos Salinas de Gortari, de acuerdo con el calendario de Efemérides Victorenses del Cronista Antonio Maldonado Guzmán.
A todo el conjunto se le denominó Unidad Deportiva Tamaholipa, que luego pasaría a llamarse Unidad Deportiva y Cultural Siglo XXI.
Pero fue hasta el 12 de noviembre de 1992, cuando abrió sus puertas el resto del área que incluyó el planetario, entonces sin nombre.
Se trata de varias instalaciones que suman un total de 52 hectáreas, según los responsables del área deportiva. Tan solo de la campestre son 43, que también lucen abandonadas desde hace años.
El planetario de Ciudad Victoria fue “bautizado” como “Ramiro Iglesias Leal” el 30 de enero de 1998 en honor del científico e investigador originario del municipio de Camargo, uno de los hombres de ciencia más destacados del mundo.
Hay canchas deportivas como la “Américo Amigo” (en honor del ex Gobernador), alberca, canchas de básquet y otras disciplinas, que lucen en deplorables condiciones.
En lugar de abrir espacios para el deporte popular, la Sedesol ha cerrado instalaciones de básquetbol para construir de tenis.
En el planetario Ramiro Iglesias no hay quien informe sobre la reapertura o cierre definitivo de las actividades, con el consiguiente mal uso de los costosos equipos de proyección (fabricación japonesa) que ahí se encuentra.