Cd. Victoria.- Dicen allá en Padilla que el candidato a alcalde por el partido tricolor, Arsenio Rodríguez Castillo, anda con la cola entre las patas realizando una campaña donde solo ha sembrado odios y rencores, que le han dado una buena cosecha de hostilidades y una que otra mentada de menta.
Arsenio pretende ser alcalde por tercera ocasión de Padilla. Pero, la gente ya no lo quiere, no lo traga, está harta de su agandalles y su enriquecimiento bien explicable.
No conforme con el divisionismo que ya carga en el PRI, se ha dedicado a hostilizar a quienes fueron sus competidores hacia la candidatura. Los ha sumado a todos –que son diez-, pero en su contra.
Dos de ellos le dicen que lo apoyan, que son “institucionales”, pero no mueven un solo dedo en promocionar al candidato, y menos le ayudarán a transportar a la gente para que vote.
Nos escribe un político de allá –que pasó por la alcaldía hace muchos ayeres-, y establece que “El Huasteco” Rodríguez “no trae nada en el morral”, ni promesas “porque la gene ya no cree en las suyas”.
Lo conocen tan bien como para correr la película de lo que haría en los siguientes tres años –si gana-, como ya lo demostró en el último trienio en que fue presidente y se la pasó “como los robados” (a media agua).
Dice el contenido sobre el ex alcalde en campaña.
“Qué podemos decir en su favor ¿qué tiene 18 huertas de naranja y acaba de comprar una última en seis millones de pesos? ¿qué es muy enamorado y le gusta regalar camionetas? ¿qué quieren que digamos de él?.
Pero también se menciona que, el contrincante de “en frente”, Eduardo Alvarado García (del PAN), por primera vez anda haciendo una campaña serio. Presuntamente ha dejado de ser esquirol, y ahora sí está interesado en administrar el pueblo donde vive (no nació ahí, porque él es de Hualahuises, N. L.), y que se ha olvidado de las balaceras que le gusta hacer en estado burro.
Alvarado es un mal candidato de Acción Nacional, es un esquirol “de carrera”. Se vende al mejor postor y, si se encuentra al Demonio y se ponen de acuerdo, también le vende su alma con tal de obtener recursos. Su negocio también son las huertas citrícolas.
Ya fue dos veces candidato a alcalde de Padilla y una de Victoria, pero no hizo campaña, en ninguna. En cuanto tuvo en la bolsa las candidaturas, de dedicó a roncar, como corresponde a todo buen esquirol.
Pero la carta dice que ahora el joven “Lalo” se anda movilizando por los ejidos para ganarle los votos al Huasteco, y aprovechando que este ha dejado una historia tan negra como su honorabilidad.
Padilla es un pueblo de grillos donde todos quieren ocupar la alcaldía, o ya de perdido una regiduría. Hacia el interior del PRI, cuenta con el récord de participantes en la consulta a la base: Doce.
Es cierta ocasión el PAN les dio “un buen susto” y tuvieron que nombrar un Concejo (se escribe con “c”) Municipal para tratar de recomponer las cosas –lo fue el profesor García Arellano en los tiempos de Américo Villarreal Guerra-.
Pero bueno, como dice el comunicado padillense: “Cualquiera que quede, menos Arsenio”.
Sobre la campaña, se resume: “Hasta hoy el favorito es Lalo Alvarado, a menos que en los últimos días vengan a meterle dinero a favor del PRI”.
Y así, todo puede suceder, pero ¿a quien le interesa que Rodríguez vuelva a ser alcalde? ¿realmente lo necesitarán? ¿para qué lo quiere el sistema si lo que ha logrado es un cúmulo de agravios entre la gente?.
Estaremos pendientes de lo que sucede el mero día de las elecciones.
Por otra parte, mire que el nueve de junio vendrá a Tampico la dirigente nacional del tricolor, Beatriz Paredes Rangel, para asistir a un foro sobre asuntos de la mujer, y apoyar la campaña de Rodolfo Torre Cantú, candidato a Gobernador.
Todo bien, solo queremos preguntar ¿por qué a Tampico?. Se entiende que los dirigentes nacionales apoyan a sus candidatos en aquellas regiones donde hay debilidad ¿así se consideran en el DF las candidaturas en el puerto?.
Por el contrario, de los partidos de oposición, se supone que vienen a los municipios donde consideran que tienen más posibilidades de ganar, o para seguir en el poder, como sería en Jaumave.
Respecto a la Secretaría de Salud, mire que ahora es el doctor Manzur Arzola el que ha emprendido la guerra en contra del dengue (en su tiempo fue el que le dio popularidad por todo Tamaulipas a Rodolfo Torre), y anuencia para este lunes la propuesta en marcha de la campaña respectiva.
El asunto no es de falsa alarma, dado que, según las cuentas de Salud, ahora hay cien pacientes, de ellos 22 con el hemorrágico, que es el más grave. Hay riesgo epidémico en cuando menos 650 colonias de todo el estado.
El evento será allá por la avenida La Paz, y de ahí saldrán las brigadas para fumigar muy entrada la mañana y ya tarde.
Mejor nos vamos.