La incongruencia entre el decir y el hacer de los políticos panistas.
Adentro, en el salón, Ricardo Rosales Villavicencio habla de legalidad, de meter orden en la circulación vial, de tener “una Victoria tranquila, generosa y segura”.
Afuera, en la calle, repiquetean las bocinas de los conductores y se dejan escuchar algunas mentadas de madre por una arbitrariedad que ya dura más de una hora:
El candidato del PAN a la alcaldía y su gente -“por los suyos”- estacionaron una de sus camionetas de propaganda sobre el carril de circulación de la calle Ocho (Hidalgo y Juárez), generando un tremendo caos vial.
Es la hora pico, 8:45 de la mañana, y el panista “comparece” ante el Consejo Cívico de Ciudadanos e Instituciones para exponer sus proyectos de trabajo.
Una hora con 15 minutos permaneció en el edificio del hotel Sierra Gorda -tiempo en que causó molestias a cientos de automovilistas-, acompañado de una docena de jovencitos y jovencitas –todos menores de edad-, que son su equipo para repartir propaganda suya y del candidato a Gobernador, José Julián Sacramento.
Y mientras su camioneta estorba, el candidato promete:
-El retiro inmediato de grúas privadas al servicio de tránsito para terminar con el secuestro de vehículos.
Habla, lee lo que lleva escrito pero no ve lo suyo:
-Tenemos problemas de vialidad a todas horas, sin embargo los encargados de garantizar un buen servicio, de dedican a exprimir los bolsillos de la gente pobre mediante la imposición de multas…
Ricardo lleva a sus “aplaudidores” pagados que enrojecen sus manos cuando pronuncia: Queremos quitar los parquímetros y bajar las multas de tránsito para que vayan de acuerdo al nivel de ingresos.
Esta es la tercera ronda de candidatos que acuden ante los “cívicos”. Antes (los jueves) estuvieron los priístas y el “verde” René Castillo de la Cruz (que estacionó su camioneta sobre un cajón para discapacitados), y luego los perredistas.
Con Ricardo están los candidatos a diputados: Mirna Sámano Quiroga, por el Distrito 14, y Arturo García Carrizález quien juega por el 14.
El salón está desierto, los azules no interesaron a los cívicos. Son más los periodistas que hacen “bulto” que los “socios’ del organismo.
Tan no interesaron, que apenas lograron provocar dos preguntas y un discurso panegirista a favor del PAN, el de Fernando Isás Martínez (que no fue pregunta).
DA VERGÜENZA VISITAR CIUDAD VICTORIA
Otra parte de la porra panista está compuesta por Helga Ruth Vázquez, la esposa de Rosales y varias de sus amigas. Ella va en primer lugar en la planilla de su conyugue, por lo cual gane o pierda él, será regidora plurinominal.
El candidato lo sabe y evade preguntas de los periodistas, pues también lleva en su planilla a una cuñada.
-¿Qué opina del nepotismo?, interroga el reportero Aníbal Martínez.
-De eso prefiero no hablar.
Pero le insisten y señala que Ruth se ha ganado a pulso la regiduría y será su voz en el cabildo de la capital.
Villavicencio no improvisa, lo lleva escrito. Dicen que no sabe discursear, que se equivoca, que tartamudea.
Le dan 15 minutos para su exposición; utiliza 13.
Se avergùenza de Victoria.
-Después de visitar otras partes del país, llegar a ciudad Victoria nos entristece…Baches por doquier, sin iluminación, jardines deficientes.
Se cuida de decir que así la tiene el alcalde Arturo Díez Gutiérrez. Es más, critica pero nunca menciona nombres de culpables.
La ristra de promesas que trae es muy larga, y en temas que ni siquiera le competen al municipio, como esa de vender medicinas baratas a través de farmacias que instalará en la ciudad.
Se mete demasiado en temas de salud:
-Vamos a combatir la obesidad, que en estos momentos es alarmante.
Quiere crear subdelegaciones de policía por todos los sectores; instalar escuelas de artes y oficios, reforestar y abrir un comedor para los pobres.
Su “proyecto” acierta a decir una verdad: Nuestra capital está abandonada; ya se le conoce como “Ciudad del Baches”.
Allá afuera está el “piterío” de carros por la obstrucción de esta arteria vial de la ciudad, la Juan B. Tijerina, pero Rosales se divierte repartiendo en el interior el “calendario mundial Sudáfrica 2010”.
Y García Carrizález, aspirante por el distrito XI, quiere legislar sobre algo que ya está legislado desde hace años: A favor de las mujeres, los discapacitados, cobertura al ciento por ciento en salud y educación de vanguardia.
Le echa una “florecita” al gobierno de Eugenio Hernández. Dice que las becas de crédito educativo son algo bueno.
Mirna Sámano no maneja ni trípticos ni bípticos. Su exposición es de diez minutos en que no dice nada. Recuerda cuando, en la Victoria de otros años, “las casas podían estar seguras hasta sin candados”.
Solo causa una sonrisa sarcástica cuando dice: “Aquí no habemos “juanitas”, aquí habemos propietarias”, en referencia a las diputadas que piden licencia para dejar a los suplentes (por lo general sus maridos).
Cuarto para las diez y estas “miniexposiciones” han concluido.
Esta vez sí se sirvió almuerzo ¿Lo pagarían los candidatos del PAN? Nadie lo dijo.
En resumen: ¿Esta “comparecencia” les trajo a los panistas más votos que antipatías?.
NOOO MANCHESSS…..UN HOBRE NADA MORALL O MEJOR DICHO INMORAL 2 MATRIMONIOS, UN HIJO HOMOSEXUAL…..BONITO ALCALDE…..SINO VEAN A FABIAN EN TORREON….