Es joven, pero dice cada loquera que parece un político profesional dispuesto a empinar a su partido.
Allá en Reynosa los tricolores tienen un candidato a la alcaldía de apenas de 32 años, que no se fija, no sabe lo que dice cuando habla de compromisos.
Es tan bocón que, para comenzar, desde su precampaña anunció que sus promesas las firmaría ante notario público para cumplirlas antes de terminar su administración, si es que gana la alcaldía.
Precisamente por tanta hociconeada, hay quienes aseguran que Everardo Villarreal Salinas perderá la candidatura a la presidencia municipal de aquella frontera.
A veces de plano da risa cuando promete.
De los candidatos en campaña es el que mas locuras ha pronunciado, inclusive en asuntos que son imposibles de realizar, ya no en tres años, sino en 15.
Veamos algunos proyectos.
En primer lugar, el jovencito quiere construir un estadio de fútbol profesional como atractivo para los turistas y visitantes. No dice cómo ni con qué pero asegura que lo va a construir.
Otra locura es que va a construir e instalar un tranvía, o un “metro”, que sirva para el desplazamiento de los trabajadores de las maquiladoras.
Por el amor de Dios ¿usted cree que esté cuerdo el muchacho?.
Una más, “de a kilo”, es que va a crear en el pueblo un zoológico para diversión de chicos y grandes.
Ya encarrerado el muchacho, asegura que le dará la pueblo un acuario ¿Sabrá lo que cuesta? Y, si es privado ¿quién le meterá lana?.
Aparte, quiere un parque de diversiones y una unidad deportiva al poniente de la ciudad.
Eso apenas es el comienzo, porque el jovencito quiere: Construir boulevares, viaductos, libramientos, distribuidores viales y todo lo que huela a progreso ¿ya firmaría ante notario estos compromisos?.
A lo mejor no sabe lo que cuesta una varilla y un bulto de cemento, pero sigue haciendo promesas.
Otras en que no mide su lengua: Construir una subestación de bomberos en cada parque industrial y maquiladora.
Y el Junior Villarreal va más allá, fuera de la realidad: Promete que construirá una guardería infantil en cada una de las cientos de maquiladoras instaladas en Reynosa, “para los hijos de las obreras”.
El jovenazo se ha metido ya en camisas de once varas ¿quién lo podrá salvar si gana las elecciones? ¿sus asesores que lo aconsejaron mal? ¿lo salvará Ricardo Gamundi, el dirigente tricolor?.
Ha prometido ya centros de salud por todos los rumos del municipio, como si el municipio tuviera esa función.
Cada día que transcurre Villarreal aumenta sus promesas, como esa de “que nadie se quede sin educación”, como si el municipio tuviera recursos para construir escuelas y pagar a los maestros.
Si el muchacho no gana la alcaldía, todo bien para él y el PRI, el que lo postula, y hasta para la siguiente administración estatal, porque los compromisos que ha hecho se irán a la basura.
¿Pero si gana? ¿qué pasará si gana? ¿cómo le hará para cumplir lo que ya firmó ante notario público? No hay duda que son cosas debería controlar el CDE del tricolor.
En Reynosa, los candidatos a diputados, Carlos Solís Gómez, Amelia Vitales y Reynaldo Garza Elizondo, no se han echado compromisos y solo escuchan la boca del Jr.
Mientras tanto, el candidato azul, José María Moreno Ibarra, alias El Chuma, también mide su boca, le tantea el agua a los camotes.
Lo raro con Everardo es que el representante territorial del PRI, Jaime Seguy Cadena, le permite que haga promesas a tontas y a locas.
En su currículum el jovenazo dice que estudió en Cambridge, Inglaterra, ¿le habrán enseñado eso allá por el viejo continente?.
La menor de sus promesas es que va a crear en su administración –si es que gana- una Secretaría de Turismo para impulsar la presencia de visitantes, como si eso fuera suficiente para que el pueblo se inunde de gente dispuesta a gastar lana.
Se nos hace que, si a nivel estatal hay una campaña del Revolucionario Institucional, bien planeada y operada, alguien debería pedirle, o más bien obligar a Everardo a moderar su boca. Puede haber problemas.
Y es que mire usted, Villarreal se ha echado el compromiso inclusive de construir una presa para riego y para abasto de agua de la ciudad ¿cómo la ve?.
Por cierto, allá en Reynosa hay problemas en el PRD porque se registraron dos candidatos a la alcaldía: Miguel Treviño Rábago y Marcos Heredia Medrano.
Para tantearle como andan las cosas, hay que decir que el dirigente estatal, Mario Sosa Pohl, apoya a Treviño, en tanto que el CEN a Heredia.
Y nos vamos.