Cd. Victoria.- En cinco minutos, este domingo a las dos de la tarde, el IETAM volvió a dar luz verde a Magdalena Peraza Guerra como candidata del PAN a la alcaldía de Tampico.
Fue tan rápido que, cuando llegaron los representantes del PT, Martín Sánchez Mendoza, y del PANAL, Concepción Ibarra Martínez, la sesion había terminado (llegaron con la almohada en el cachete).
El “asunto Peraza” fue como un abrir y cerrar de ojos que duró tres días, pero ¿qué desgaste y costo político tuvo? ¿costo para el PRI? ¿para el PAN? Eso nunca se sabrá.
En tres días, Magdalena Peraza Guerra era candidata a alcaldesa de Tampico; se la quitaron y le regresaron esa categoría, todo por culpa de sus mismos “compañeros” de partido que se inconformaron por su nominación.
¿Fue una “acalambrada”? ¿acaso los consejeros del Instituto Electoral son tan rectos? ¿quedará cerrado el asunto? ¿alguien más se quejará? A unas cuantas horas de la “revivida” todo marcha sobre ruedas.
Desde el sábado el PAN registró a Peraza Guerra como su candidata en Tampico, y al parecer ahora sí con apego a la Ley, a menos que presente demanda algún otro partido, como el PRI, y no los panistas.
La resolución del IETAM, es que Peraza puede arrancar de inmediato su campaña política (desde la tarde del domingo).
Llevará como suplente a José Luis Sánchez Meza, y el resto de la planilla quedó inamovible, sin cambios.
Por cierto, el jefe del órgano electoral dijo ayer que Juan Genaro de la Portilla debe presentarse a pagar las dos multas que se le han “aplicado” por la suma de 260 mil pesillos ¿Lo hará el gordito?.
Si no concurre a la Secretaría Ejecutiva del organismo, con la lana en efectivo, los requerimintos se turnarán a la Secrearía de Hacienda para que le pase la charola al individuo, o se le cobre con la inmensidad de propidades que tiene.
Por lo que hace a la multa de 130 mil pesos aplicada al PAN, esa no tiene más problemas: La rasurada se harà a las participaciones o prerrogativas.
Murió en El Mante Enrique Cano González, aquel del triunfo espurio de 1977 como candidato a alcalde, que provocaría los disturbios y el incendio del pueblo en la Semana Santa de 1978.
En esa época se desataron las represiones más violentas del gobierno de Enrique Cárdenas Gozález, dando como resultado varios muertos, algunos en las mismas oficinas de la Policía Judicial, torturados y masacrados.
El mismo edificio de la presidencia fue incendiado, donde la gente, encardecida, le metió lumbre también a varios vehículos al servicio del municipio.
Lo que nunca se supo en por qué Enrique apoyó y sostuvo a su amigo por sobre la sangre y cadáveres regados ¿compromisos comerciales? Porque Cano González nunca pasó de ahí, de la alcaldía. De haber sido realmente amigo de Cárdenas, le habría dado otra chamba en el gobierno del estado.
El historiador Pedro Alonso Pérez ya tiene por ahí mucho escrito para ir juzgando con método científico la administración enriquista.
En otro tema, mire que el sábado, los asistentes a la subasta ganadera del PRI fueron testigos de cómo el alcalde Arturo Díez Gutiérrez aflojaba el codo y se hacía de animales de registro como nunca antes lo habían visto.
Dicen que a lo mejor quiere dedicarse más de lleno a la ganadería y dejar de lado los materiales para construcción que muchos dolores de cabeza le dan.
Y en campaña tricolor por Victoria, el candidato Miguel González Salum, manifestó que la primera demanda que le pide la ciudadanía es el mejoramiento de la pavimentación.
El pueblo está convertido en una zona de guerra por tantos baches y hoyos, o zanjas mejor dicho.
Ante ello, Salum comenzará a partir del uno de enero del 2011 lo que ha llamado el Plan Integral de Mantenimiento Vial. Lo anunció seguramente porque sabe que su palabra es una esperanza y le arrimará más votos.
Y mire que el tristemente célebre dirigente del magisterio, Arnulfo Rodríguez Treviño, ni fue candidato a diputado de mayoría por el PRI, ni a plurinominal por el PANAL como se había pronosticado luego de la “gran comelitona” del año pasado con motivo de su cumpleaños.
Arnufillo anda apoyando a Rodolfo Torre Cantú a través del magisterio por toda la entidad, y es así como estuvo allá en Xicoténcatl en la inauguración de la Plaza del Maestro.
Eso sí, metió a sus incondicionales en las diputaciones que le corresponden por la alianza con el PRI, en Nuevo Laredo y Matamoros.
Dicen los que saben que el viejo de Villagrán ya no aguanta el traqueteo de una campaña.
Por cierto, a los eventos de Xico se “coló” el orate Alejandro Guevara Cobos, ante lo cual hubo quien aconsejó a los tricolores que no dejen acercarse a este individuo que solo les va restar votos.
Por cuanto a los candidatos a diputados que no quieren trabajar sino “colgarse” de la candidatura de los aspirantes a las alcaldías, nos dicen que en El Mante está Rigoberto Rodríguez Rangel, que anda a las pegadas con Humberto Flores Dewey.
Esto nos recuerda que, en Victoria, hacen lo mismo Oscar Almaraz y René Castillo de la Cruz.
Pero en Reynosa, los candidatos a diputados del PRI en lugar de colgarse de Everardo Villarreal, aspirante a la alcaldía, han emprendido la campaña solos. No quieren que los vaya a arrastrar a una derrota.
Además, le restan las “relaciones peligrosas” que no oculta y ha exibido en los medios de comunicación, incluso desde antes de ser candidato a diputado federal. Se pronostica que, el muchacho morderá el polvo. En los primeros 12 días de proselitismo, su campaña no levanta. Ya veremos más despacio.
Nos vamos.