Mire que la cuarta regiduría del ayuntamiento de Victoria, ya está reservada para la familia Cárdenas cuyo patriarca es Don Enrique, el ex Gobernador que sigue teniendo grupo político.
Pero su fuerza es cada vez menor. Ya no es el de otros tiempos.
Cuando el gobierno de Américo Villarreal, Don Enrique se jactaba de haber “puesto” a 14 alcaldes y varios diputados. Fue su época más brillante como ex gobernador.
En el gobierno de Manautou se pasó a chupar faros, como dice el argot, y hasta perdió la alcaldía de Soto la Marina con su hermano Francisco, postulado por el Partido Socialista de los Trabajadores y Pedro Etienne Llano.
Allá por el año 2000, el político echeverrista nos decía que tenía una lista de recomendados para las delegaciones federales. Así se lo pedían sus amigos.
Venía de un enfrentamiento con el Gobernador Manuel Cavazos Lerma que por poco y le cuesta la libertad, y se replegó. Supo enfrentar sin pillar las auditorías a sus negocios (y de la familia) y el inicio de las averiguaciones de la PGR por los muertos El Mante, ocurridos en 1978 y que le pretendieron “revivir”.
No hay duda que, en un tiempo, pensó que su Junior Enrique podría llegar al gobierno del estado. Así lo llegó a manifestar a los reporteros cuando el muchacho brillaba en los tiempos de Tomás Yarrington.
Pero todo cambia, Enrique ya no pone diputados ni alcaldes sino regidores.
Ahora su sobrina Josefa Cárdenas Ballesteros es cuarta regidora; a partir del uno de enero del 2011 lo será su nieto José Angel Cárdenas Castillejos.
Y por ahí anda, en cada evento, el también ex senador, del brazo de su nieto preferido que, a los 27 años, irá al cabildo victorense como primera posición política ¿algún día llegará más arriba?.
En otro tema, hay quienes aseguran que, terminada la aventura de la alcaldía, regresará al mostrador de sus negocios a vender cemento, de donde nunca debió haber salido. No tiene carácter para la política.
Otros dicen que tratará de “colarse” al gabinete de Rodolfo Torre, “aunque sea en la secretaría de Turismo”.
En opinión de su servidor, tiene asegurado un lugar en la fría banca tricolor, o bien su retorno al PAN. También podría ingresar al mundo del circo, o de los cuentistas, que para eso es experto.
Las crónicas periodísticas dicen que el 23 de enero del presente lloró como un niño abrazado de su jefe de prensa, luego de saber su fracaso en pos de la gubernatura de Tamaulipas.
Dicen que desde entonces quedó “tocado” y no se puede “componer”.
Accidentalmente llegó al PRI; su caso es patético. Si su actuar no tuviera algo de cómico, definitivo que sería trágico.
Mire si no es chistoso. En su primer informe de administración, en el 2008, decía: “La voz del pueblo es para mi como la voz de Dios…A mi inseparable compañera de vida, Alejandra, quiero decirle que le debo la pasión y el entusiasmo que cada mañana siento por las causas de los más necesitados… Ahora siento que te quiero más que nunca”.
En su segundo informe, el 16 de diciembre del 2009, gritó desde los micrófonos: “A mi papá y mi mamá, los quiero mucho!… También a mis hermanos, a toda la familia… Y también a mi suegro!”.
P´a su mecha!, Dios guarde la hora –que hubiera sido el candidato- que un día llegue a la gubernatura de Tamaulipas.
Ya se hacen apuestas a que el jovenazo no retornará a la administración pública, no se acomodará, será rechazado por el grupo que tomará el gobierno a partir de enero del 2011
Por lo pronto, los operadores del tricolor lo han alejado algo de las campañas. En lugar de sumar les resta simpatías, y eso lo saben bien, muy bien que lo saben.
Los antecedentes “históricos” nos dicen que no todos los que pasan por la alcaldía victorense tienen suerte de colarse. Sobreviven los más listos y los que realmente tienen “pasión social”.
Y este dominguito, mire que vimos sudar la camiseta (y bien sudada) al caballeroso candidato tricolor a la alcaldía, “Migue” González Salum, allá por el lado del tianguis La Paz.
El hombre surge como la esperanza de un pueblo olvidado por la autoridad municipal.
Antes de irnos, se nos informa que el IETAM cumplió antes de tiempo con la selección de los 21 mil 560 funcionarios de casilla que fungirán durante el proceso del cuatro de julio.
Hay que reconocer la labor del presidente del organismo, Jorge Luís Navarro Cantú, quien no es improvisado puesto que ya había sido consejero del mismo.
Ahora falta que todos cumplan con la chambita el día de la elección, en las cuatro mil 312 casillas.
El candidato del PRI a la gubernatura, dedicará este lunes a visitar los municipios de Hidalgo, Villagrán y Mainero.
PD: Genaro de la Portilla Narváez presentó demanda de derechos ciudadanos en el Tribunal Regional de Monterrey del TRIFE, en contra del IETAM, por haberle negado registro a su candidatura a alcalde de Altamira.
El pronóstico es que de allá mandarán el expediente al Tribunal Electoral de Tamaulipas, donde debe presentarse antes.
Nos vamos.