Cd. Victoria.- El ambiente es de funeral; un recinto triste y desangelado, abandonado por quienes tienen la alta responsabilidad de elaborar o corregir las Leyes de Tamaulipas.
Ella toma el micrófono y con sonrisa sarcástica califica lo que es evidente:
-Vaya! Qué diezmado el Congreso ¿dónde andan todos?.
-No vinieron!, le contestó un despistado.
Y Leonor Sarre Navarro, la coordinadora de los diputados del PAN, se dispuso a dar lectura a su iniciativa para que los ayuntamientos impongan nomenclatura a las calles con sistema Braille, para que puedan “leer” los ciegos.
Ya no hay ánimo, interés de participar en debates y menos en presentar iniciativas que sean benéficas para la generalidad de los tamaulipecos.
A la sesión de este martes, “oficialmente” solo faltaron cinco diputados: Adán Mancilla Avendaño, José Manuel Abdalá de la Fuente, Omar Elizondo García, Francisco Cabeza de Vaca y Vicente Verástegui Ostos.
En realidad la sesión comenzó a las 12:15 horas con asistencia de 21, y en el curso de los trabajos apenas se reunió una votación de 24. Faltaron ocho legisladores y legisladoras.
La falta de autoridad del presidente del Poder Legislativo, Felipe Garza, es evidente: La plenarias se programan para comenzar a las once de la mañana; en esta semanal hubo quienes “pasaron lista” a las doce y cuarto, como Omar Elizondo García.
Solo una llegó temprano: María de la Luz Martínez Covarrubias, del PT, que checó a las once con seis minutos, pero luego “desapareció” como por arte de magia.
-Y mira que esta sesión comenzó temprano, dice uno de los empleados del legislativo.
En no pocas ocasiones el personal que ahí labora se retira hasta las cuatro o cinco de la tarde. Los trabajos empiezan hasta con tres horas de retraso.
La lista de asistencia es por sistema electrónico y así queda establecido en el récord del trabajo parlamentario.
La semana anterior, aunque se trató de una Sesión Solemne, faltaron “oficialmente” cuatro diputados: Enrique Blackmore, Adán Mancilla, Cabeza de Vaca y Gelacio Márquez Segura.
Doce con 30 minutos y la abulia, el sueño, el importamadrismo. Unos trasnochados, otros pensando en el futuro de su nómina.
No pocos dan rienda suelta a su afición por el celular, como Ricardo Gamudi, María Guadalupe Soto y Norma “La Corcholata” Dueñas Pérez, o la comida y las bebidas como Leonor Sarre y Raúl de la Garza Gallegos.
Apenas un proyecto de decreto para que el ayuntamiento de Miguel Alemán done un terreno a la Cruz Roja.
Nadie sube a la tribuna; todos votan a favor: 24 ¿y los demás? Pasaron lista y se fueron.
Las galerías sin gente. Uno que otro periodista, camarógrafos y reporteros. Son más los policías disfrazados de civil.
Debe ser un comienzo de lo que se verá en los últimos días de la presente legislatura. A nadie le urge imponer castigos por inasistencia.
Y los trasnochados: La diputada Leticia Nava Salvador fue enviada a “recordar” la Batalla de Puebla después de siete días de transcurrir el aniversario (cinco de mayo); Eduardo Hernández Chavarría habló del Día de la Madre fuera de fecha.
Lo más “productivo”: Iniciativa de punto de acuerdo de la bancada azul para obligar a los alcaldes a imponer nombres a las calles con sistema Braille.
La inmensa mayoría de las calles en ciudades, villas y pueblos de Tamaulipas no tienen nomenclatura. Los panistas quieren que el Braille (para los ciegos) se imponga también en las plazas, jardines, paseos públicos y edificios.
Resultado: El pastor Felipe Garza envió el proyecto a comisiones.
El futuro: ¿En cuantos años las calles de Tamaulipas tendrán sus nombres en ese sistema?.
Dos de la tarde y los diputados dan por terminado su “trabajo” legislativo de la semana. La próxima aburrida será el 19 de mayo y, para el 15 de junio, saldrán de vacaciones “largas”.
Mientras no haya descuentos en la dieta (sueldo) por inasistencias, nuestros diputados seguirán de pinta.
Y, mientras nadie les prohiba comer en el recinto, lo seguirán utilizando de restaurante.