Cd. Victoria.- No hay de dos: Se reafirma el cacicazgo que ha mantenido por 20 años, o acaba para siempre su poder y sus ambiciones.
Sí, el cacicazgo de Juan Genaro de la Portilla en Altamira, donde ya fue dos veces alcaldes y dos diputado, aunado a un periodo de su esposa Hermelinda Romana al frente de los destinos del municipio.
Genaro quiere volver a ser presidente municipal, ahora por las siglas del PRD, ¿se lo permitirá el voto ciudadano?. Veremos si se registra ante las autoridades electorales.
Ya pasó por las cárceles de ciudad Victoria y Andonegui, en Tampico, pero por esas cuestiones de la política y con el visto bueno de Tomás Yarrington Ruvalcaba, resultó exonerado.
En su tiempo se le consideró un “fenómeno electoral”. Desde la cárcel hizo que su mujer ganara la alcaldía por las siglas del Frente Cardenista.
Sin embargo parece que sus tiempos han pasado a la historia.
Ya no es el mismo. El muchacho tiene 63 años y algunos problemas de salud.
Este lunes, en conferencia de prensa, Ricardo “El Negro” Gamundi, presidente estatal del PRI, mencionó que en Altamira su partido lleva una ventaja de tres a uno respecto al PRD, según las encuestas difundidas.
Si hacemos un análisis frío, el PRI seguramente no tiene tan amplia ventaja como sueña el moreno, pero ganará; el enemigo a vencer es un cartucho requemado y paseado por los penales del lado gringo y Tamaulipas.
Y bueno, como él lo quiso, ahora sí De la Portilla sabrá “lo que es amar a Dios entierra de indios”, o “rascarse con sus propias uñas”.
Veremos si es tan fregón como lo pregona.
Veamos: En las elecciones de 1995, su mujer Hermelinda se llevó 15 mil 389 votos, apenas mil 324 más que el PRI (escasa diferencia).
Pero en los comicios del 2007, el candidato de Juan Genaro, postulado por el PRD, el ex diputado Armando Martínez Manrique se llevó 20 mil 978 sufragios, o sea ocho mil 300 menos que los del PRI.
Hasta la fecha, los triunfos de Juan han sido dentro de las siglas tricolores ¿ahora tendrá la misma suerte?.
El garbanzo de a libra parece ser el de su mujer (de la cual luego se divorció).
Es un individuo dicharachero, aunque se supone que los políticos del Revolucionario Institucional ya lo tienen medido.
Y claro que tienen los expedientes 104/1994 y 15/1993, en que Genarito fue acusado de peculado y otras lindezas, de cuando fue alcalde del pueblo.
Si es candidato, como parece que lo será, y gana, entonces sí habría que reconocerle la popularidad al gordo bribón, habría qué “cuadrársele”, como dice la raza.
Si pierde, definitivamente que es puro pájaro nalgón y solo estuvo espantando con el petate del muerto.
De por qué estuvo en el penal, el ex Gordo la platica muy sabroso (habría que preguntarle a Cavazos si así fue).
Se la platicó al periodista Miguel García tras las rejas de Andonegui, en Tampico.
En su campaña, el sombrerudo Cavazos llegaba a un evento y tiraba sus «ojos de toro de lidia» sobre las muchachitas para irse a bailar.
En Altamira no sería la excepción y, los ayudantes del alcalde, llevaron un ramillete de las flores más bellas del ejido como «ofrenda» para el candidato.
Ni tardo ni perezoso, el sombrerudo se aventó al baile, estilo ranchero, a veces de cachetito y a veces tirando el zapateado.
Como a la tercera pieza, -quien sabe por qué motivos- el bailador se dio cuenta que «le habían dado gato por liebre» y, aquella niña, pues … Le salió machito!.
Esa es la historia que cuenta Juan Genaro, cuando le preguntan los motivos que tuvo Manuel Cavazos Lerma para encarcelarlo.
Pero se excusa y dice que, el machito, no fue llevado por instrucciones suyas sino por una vacilada de sus ayudantes como alcalde de Altamira.
Cuando el incidente que se menciona, Portilla terminaba su periodo como presidente, y salía del gobierno Américo Villarreal Guerra.
Más tarde, Genaro fue desaforado como diputado local el 21 de diciembre de 1994, huyó a los Estados Unidos pero fue capturado y entregado a las autoridades locales.
Es parte de la historia que ya les está contando a sus nietos.
Siguiendo con el proceso eleccionario y las campañas, el candidato del PRI, Rodolfo Torre, visitará este martes el ejido Celso Huerta, municipio de Tula, y luego viajará a Matamoros, donde se efectuará el Foro de Salud.
El miércoles 12 lo dedicará a Reynosa, donde hará un recorrido a pié por la zona centro, y también en la popular colonia Jarachina, donde está prevista una concentración masiva.
San Lunes, Rodolfo lo dedicó a Río Bravo, donde había estado el aspirante azul.
Se entiende que, por cuestiones de previsión, ninguno de los candidatos sostendrán encuentros en una misma ciudad.
Y en tema diferente, mire que el abogado Eduardo Alcalá Ruiz, hoy candidato del Partido convergencia a la alcaldía de Victoria, peleará por la vía legal la dirigencia de los “cívicos” que le arrebató Eugenio Díez Gutiérrez.
“Les meteré pleito”, dice, una vez que se cumpla el permiso de cuatro meses que pidió para dedicarse a la campaña.
Alcalá se registrará ante el IETAM este jueves por la tarde como candidato a administrar los destinos del Corazón de Tamaulipas.
Nos vamos.