Cd. Victoria.- En pleno proceso eleccionario federal del 2009, el jefe nacional del Fonaes (Fondo de Empresas en Solidaridad), Angel Sierra Ramírez, se puso bien la camiseta panista e hizo que sus colaboradores se la pusieran, y que la sudaran.
El matamorense envió desde al ciudad de México 20 trailers cargados de despensas y otros artículos hogareños, para organizar loterías en barrios y comunidades a favor de los candidatos del PAN.
Para cumplír con la chamba, el delegado del Fonaes en la entidad, el señor Vargas Arizavalo, determinó que los materiales se depositaran en una bodega ubicada por la colonia Las Brisas, en la salida de ciudad Victoria a Mante.
De ahí partió el reparto por varios distritos, en apoyo de los candidatos a diputados federales del partido azul, tal y como eran las instrucciones que venían del centro.
Claro, como “el que reparte se queda con la mayor parte”, lo más grueso se quedaría en la capital en apoyo del candidato por el V distrito, Oscar Torre Gómez, mejor conocido como “Torre Azul”.
Descaradamente, en vehículos oficiales del Fondo, organizaron las “ferias” y entrega de regalos, al tiempo que solicitaban a los beneficiados su credencial de elector.
Pero hubo “borlote” con algunos priístas que no estuvieron muy bien de acuerdo con ese lema azul: “Agarra lo que te dan pero vota por el PAN”.
De un seccional tomaron fotografías, levantaron datos y se los llevaron al dirigente del Partido del Trabajo, Alejandro Ceniceros Martínez.
Este confirmó los sucesos y concurrió ante la PGR y presentó la denuncia respectiva, y la ratificó de inmediato, al día siguiente.
Pasaron los días, lo mismo que los comicios, y todo se había olvidado.
“Vinieron a investigar pero se fueron, no regresaron”, comenta Ceniceros.
Pues bien, cuando todo parecía olvidado, y que quedaría en la impunidad, se sabe que llegaron a ciudad Victoria los investigadores de la FEPADE para finiquitar la averiguación.
Quien sabe si ya traerán las órdenes de aprehensión, pero el asunto parece que va en serio y no solo podría caer tras las rejas el señor Edgar Vargas sino otros colaboradores suyos del FONAES, como: Martín Lara, el profesor Romualdo Hernández Nájera, Rogelio Sánchez Hinojosa, Evaristo Benítez Martínez y otros cuatro panistas que cometieron delito electoral.
Se menciona que por lo pronto –mientras llega el bote-, ya fueron puestos de patitas en la calle elementos como el joven Evaristo (va como candidato a regidor en una planilla del PAN) y el profesor Hernández.
Dicen los que conocen a esta gente que “creían que era leche”, pero lo bueno viene nueve meses después de cometido el delito.
La versión dice que en la investigación está colaborando el abogado Ramón Barrientos Domínguez, fiscal especial de la PGJE para delitos electorales, según los acuerdos de colaboración federación-estado.
Ya veremos en que queda el asunto porque de seguro algunos de los implicados alcanzarán cárcel, y tal vez alguna condena el jefe nacional del Fonaes, Angel Sierra.
Por su parte el dirigente petista, Ceniceros, solo indica: “Es una demostración de que la justicia no es expedita”, pero se mostrará satisfecho si se castiga a los responsables del delito electoral.
Los azules son muy proclives a cometer delitos electorales y todo tipo de delitos.
Esto nos recuerda que, en abril de 1975 –comienzos del gobierno de Enrique Cárdenas González- un grupo de porros tomaban cerveza en el bar Manhattan, ahí por la calle Diez entre Hidalgo y Juárez (buena botana por cierto).
A la hora de pagar la cuenta dijeron no traer dinero y armaron gresca a sillazos.
Uno de los líderes del grupo le asestó tremendo sillazo al cantinero, en la región occipital, que lo tumbó y mató ahí mismo.
Sin deberla ni temerla, solo por estar como parroquiano, las consecuencias también las pagó el entonces juez Margarito Salinas Peña, quien resultó herido y al día siguiente perdería su chamba para siempre.
Eran los tiempos del rector Lavín Flores y el porrismo (que duró 25 años) comenzaba a establecerse en la universidad, la UAT.
Con quien sabe qué complicidades de la Procuraduría, el cuerpo del infortunado fue sepultado de inmediato, con una causa de muerte muy peculiar: Paro cardiaco.
La familia del occiso apeló y a los diez días se hizo la exhumación, en que el legista Humberto Cárdenas de la Plaza confirmó que el cuerpo tenía el cráneo destrozado.
Pues bien, 35 años después, el PAN de Francisco Javier Garza de Coss apoya con vehículos y recursos para que el homicida del cantinero, sea el candidato de su partido a la alcaldía de Victoria.
Hay una camioneta del directivo estatal del PAN, se doble rodada, que recorre colonias como Moderna, Satélite, Echeverría y muchas más, en que el casi seguro candidato –él afirma que lo será- entrega despensas a la gente para que lo apoyen.
Claro que aparte hay delito porque no son tiempos de campaña, y menos de precampaña (el PAN todavía no designa a su candidato en Victoria).
Si Coss se sale con la suya y el abogado es el candidato azul en el Corazón de Tamaulipas, sus amigos –del aspirante-ya tienen el expediente listo para refrescarle la memoria.
Nos vamos.