Se llama “El Filósofo de Güeyes”, una compilación de chascarrillos, dichos y dicharachos del pueblo mexicano, del autor Juan Sierra Correa.
Es una obra completa, de 130 páginas, en que se recrean anécdotas, obviedad y necedades de la vida diaria de los habitantes de “Güeyes”, un pueblo imaginario “donde los güeyes no nacen…se hacen”.
Como dice al autor:
-Es un lugar situado en lo más intrincado de la sierra, con abundante flora vegetal y fauna animal, donde el pájaro no canta para estar contento, sino porque está contento canta.
Allí, “cuando llueve, el agua corre y no hace charcos; las piedras ruedan y no hacen montón gracias a pendientes inclinadas, las que de ida son subidas y de regreso bajadas…”.
Aunque Güeyes se encuentra localizado “en el centro orillero del estado”, el libro está en circulación más allá, desde El Mante, donde se crió el autor de la obra, hasta Matamoros, donde reside actualmente y trabaja como médico familiar del Seguro Social.
En el año de 1,800 un político demagogo describió así al pueblo.
-Cuenta con amplias rutas de comunicación por aire; escuela nocturna para estudiar de noche, hospital de maternidad para mujeres, además dotado de servicios urbanos, agua eléctrica, luz potable y escusado de palanca.
No cabe duda que los contenidos de este libro recrean el espíritu y el alma del lector.
-Pájaros azules, pájaros bermejos, entre más grandotes… más azules.
-Me subí al cerro más alto, a divisar a los planes, ya que estaba arriba… me bajé..¿qué estaba haciendo ahí?.
Esta serie ya tiene tres partes y las tres se presentarán este 12 de marzo en el Teatro de la Reforma, en Matamoros, “con entrada gratuita” según su autor, el médico Sierra.
GUEY QUE NO JALA PAREJOS SE HACE PENDEJO
Juan Sierra es originario de Landa de Matamoros, Jalpan, Queretaro. Sus padres emigraron en 1957 hacia El Mante, cuando él tenía nueve años, y ahí terminó su primaria, secundaria y preparatoria.
Estudió en la UAT; es alumno fundador (1972) de la facultad de Medicina de Matamoros.
-¿Cómo preparó El Filósofo de Güeyes? ¿cómo obtuvo tantos chascarrillos y dichos?
-Primero me puse a escribir todo cuanto recordaba de los dichos de mi familia; posteriormente entrevisté a muchos familiares y amigos. De esta manera reuní más de 2000 entre chascarrillos, dichos y dicharachos.
En realidad, el médico homeópata lleva escritos tres libros. El primero se refiere al Seguro Social: Mejora contínua hacia la calidad en el IMSS, que es una invitación a sus compañeros de trabajo, específicamente en la mejora en el trato con calidad y calidez humana en los servicios que prestan.
Luego vendría el humor.
-En cuanto al buen humor de los dichos y dicharachos, es un homenaje a la vida, de poder disfrutarla a pesar de los sinsabores, siempre tratando de ver el lado amable de ella. Considero una herencia de mi padre y tíos maternos esta forma cotidiana de expresarse (gente de campo).
Su siguiente edición fue “Al Buen Entendedor”, que a la vez distribuyó entre sus amigos y conocidos.
A finales del 2002 comenzó a circular El Filósofo de Güeyes, obra que el mismo médico define.
-Es una obra de corte muy popular dirigido a todo tipo de público, desde el punto de vista sociocultural, con lenguaje coloquial tal como lo expresa el pueblo. En pocas palabras “encierra la filosofía de lo sencillo”.
-¿Tiene alguna relación con experiencias propias?
-Definitivamente (aunque no pretendo escribir mi biografía), soy de extracción campesina, mi padre fue agricultor. Crecí en medio del bullicio campirano, con el despertar del ruido del cantar de los gallos y el rebuznido de los burros, en lugares muy semejantes al pueblo imaginario descrito. De ahí que las experiencias en este sentido son muy personales.
-Güey que no jala parejo…se hace pendejo.
-Avanza más una hormiga que un güey echado
-Güey que rumia… nada le duele
-A güey viejo… no le falta garrapata
-Soy güey… pero no de tu carreta
NO DE GUEMES SINO DE GUEYES
Como tenía qué suceder, Juan, nacido en 1947, se casó con una tamaulipeca, María Esperanza Flores, de ciudad Mante, con quien ha procreado cuatro hijos:
Eric, licenciado en Ciencias de la Comunicación; Iván, Ingeniero en Electrónica; Jair, también médico.
De su familia, solo tiene un hermano que escribe, pero es otro tipo de literatura, sobre todo poesía de tipo campirano. Es Tomás Sierra Correa, radicado en Mante.
Nuestro mismo entrevistado se define:
-Me declaro un compilador de las experiencias de la gente que me ha rodeado, y bueno, trato de agregarle algo de mi cosecha. En cuanto a los tres libros en cinco años, esto solo es aparente, porque en realidad me he tardado cincuenta años en recopilar datos y los últimos cinco en ponerlos a consideración del público.
Y surge la pregunta obligada ¿por qué el filósofo de Güeyes?
-Es algo muy curioso y hasta chusco el nombre o título. Cuando edité mis dos primeros libros y los distribuí entre familiares y mis compañeros de trabajo, en forma de broma uno de mis amigos me dijo: “Ya te sientes filósofo… Sí, filósofo, pero no de Gúemes… sino de Güeyes”.
Esto me despertó la idea y me dije: “Haré el filósofo de Gúeyes” . Así nació la idea del título.
– Su libro ¿es una parodia de lo escrito por Ramón Durón Ruiz?.
-No sabría yo asegurarle o desmentirle si en realidad es una parodia, solo se que lo he escrito muy a mi manera.
-¿Leyó usted la obra El Filósofo de Gúemes? algunos contenidos vienen en El Filósofo de Güeyes.
-Claro que lo leí, tengo el libro del Doctor Ramón Durón Ruiz. Soy un admirador de su obra de investigación de ese personaje al parecer mítico. Es cierto, algunas frases son las mismas que aparecen en el Filósofo de Gúemes, pero estas yo ya las escuchaba desde que era un niño, allá en el rancho, y como los dichos y refranes no tienes autoría, hice uso de ellas.
-No hay opinión pendeja… sino muchos pendejos que opinan
-Dime con quién andas.. y si está buena me la mandas
-El eco es el único que dice la última palabra
SE VENDEN ZANJAS PARA TUBERIA Y CISTERNA
Desde muy temprana edad, Juan demostró su inclinación por el arte de divertir, declamando a temprana edad versos pícaros, causando gracia más por el acento infantil expresado que por el verso mismo.
En su obra, el autor rinde “un merecido homenaje por su aportación cultural, con admiración y respeto”, a Don Guadalupe Díaz Jr., director fundador de EL GRAFICO PARA TAMAULIPAS.
También a Don Francisco Gabilondo Soler (CRI-CRI ), fallecido a la vez; a Armando Fuentes Aguirre, Catón, y a Humberto Cabañas.
-¿Conoció usted a Don Guadalupe?
-Se dice que para creer en algunas cosas no es necesario conocerlas físicamente, sino basta ser testigo de sus efectos. El átomo nadie lo puede ver, pero sí conocemos las reacciones atribuidas a él.
Por ello, en el caso concreto de mi relación con Don Guadalupe Díaz, nunca lo conocí en forma directa o personal, pero sí por sus “efectos”, pues no hubo un solo día en que dejara de leer su columna Desde la Capital.
-¿Cuál es la aportación de Don Lupe?
-Me gustaba mucho por la forma concreta, paradójicamente amplia y sencilla para informar de todos los acontecimientos regionales y nacionales (no se como adquiría tanta y buena información).
Por esto el interés de hacerle un pequeño reconocimiento a lo mucho que ilustró con todas sus amenas crónicas. Me fascinaba como escribía.
Ofertas del mes en la ferretería del pueblo de Güeyes.
-Zanjas para tubería y cisternas en todas las medidas y formas
-Agujeros para regadera…¿se los lleva o se los instalamos?
-Pintura invisible de la mejor calidad, en todos los tonos
-Se pintan casas a domicilio…
EN LLERA ESTA LA CASA DEL FILOSOFO DE GUEYES
En la concepción de Sierra, un libro es:
-Abierto.. un cerebro que habla
-Cerrado… un amigo que espera
-Olvidado…Un alma que perdona
Destruido.. un corazón que llora
En El Filósofo de Gúeyes hace uso del lenguaje coloquial plagado de barbarismos, doble sentido, pleonasmos, metáforas, eufemismos, altisonantes, sarcasmos, modismos, “solamente con la intención que sirvan como herramienta para cumplir con el perfil y finalidad del libro”.
-¿Va a seguir escribiendo? ¿sobre qué temas?
-Soy un apasionado de la compilación y sigo escribiendo.
Y ante el doctor Sierra hacemos la última pregunta:
-La fotografía de portada ¿De dónde es?
-Es precisamente del Ejido El Guayabo, (Llera) de donde un servidor es orgullosamente ejidatario, y como es un lugar muy semejante a otros donde he vivido, me despertó con doble interés el obtener esta fotografía como portada, hoy bautizada mi casita del ejido como “La Casa del Filosofo de Gueyes”.
Hola, donde puedo conseguir el libro del filosofo de gueyes, gracias
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