Guemes.- Decenas de personas sufrieron intoxicación aguda durante la comida sabatina que ofreció el precandidato del PAN a la gubernatura, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, que se efectuó en una palapa del municipio de Guemes.
El evento concentró a por lo menos ocho mil personas, niños y adultos, acarreados de diferentes municipios de la entidad, a los que se ofreció barbacoa en mal estado.
De los intoxicados, varios fueron trasladados en patrullas de Policía y Tránsito (Politrán) del ayuntamiento de Guemes, y atendidos en áreas de emergencia de diferentes hospitales de la capital, puesto que los organizadores no habían previsto la disposición de ambulancias.
Muchos otros sufrieron crisis de diarrea y vómito en los autobuses en que fueron transportados de regreso a sus lugares de origen.
En el lugar de los hechos, la palapa Los Encinos (kilómetro 14.5 carretera a Monterrey), propiedad de Guadalupe Heredia Cisneros, sin ninguna medida sanitaria se dio el sacrificio de nueve reses, que ahí mismo fueron aventadas a los pozos para su cocción como barbacoa.
Varios colaboradores del evento señalaron que la carne fue puesta a la lumbre desde el jueves, en tanto que el cumpleaños número 42 de Cabeza de Vaca fue celebrado hasta el sábado.
Al fondo del templete “de honor” podían apreciarse en el suelo, los esqueletos y huesos varios de las reses que despedían fétidos olores.
Sobre algunas mesas había grandes cantidades de barbacoa, también pestilente.
CON HAMBRE, LA GENTE SE AVALANZO
La mayor parte de los acarreados llegaron a las diez de la mañana, aunque muchos, sobre todo de la zona fronteriza, viajaron toda la noche sin probar alimento.
La comida se empezó a servir después de las cuatro de la tarde, cuando muchos niños y sus padres comenzaron a gritar ¡tenemos hambre!.
Apenas se les habían dado algunos refrescos y agua para calmar el hambre.
Pero el personal de cocina no fue suficiente para servir oportunamente a los hambrientos acarreados, que se avalanzaron sobre los esqueletos y, con sus manos, desprendían pedazos de carne.
Se registraron enfrentamientos y algunos golpes entre el personal “de servicio” y los acarreados que querían probar alimento. Las cosas pudieron haber terminado en hechos sangrientos.
Los organizadores atribuyeron la intoxicación a que la gente se “sirvió” sola y tomaron parte de los restos de carne podrida.
Como se acabaron los platos desechables, los coordinadores y meseros improvisados empezaron a servir en papel de los sacos de minsa en que habían llegado las tortillas.
En la insalubridad, los cazos de barbacoa permanecieron siempre en el piso, en la tierra, y a un lado de los esqueletos que ya olían a putrefacción.
No pocos acarreados, que no alcanzaron nada, lamían los huesos de las reses y se arrebataban los pocos granos de arroz que quedaban.
Extraoficialmente se sabe que fueron decenas de personas que comenzaron a sentirse enfermas, con dolor de estómago, diarrea y vómito, y hasta varios se desmayaron, perdieron el conocimiento, en tanto que eran auxiliados por los policías de Guemes.
TODAVIA NO PAGAN LAS VACAS
También se informó que los panistas no son buena paga. No han liquidado las nueve vacas sacrificadas y el servicio de los cocineros.
Desde el lunes, los proveedores se presentaron a cobrar en la delegación de la Reforma Agraria, a Elva Lidia Valles Olvera, supuestamente la que contrató, pero no pudo saldarles la deuda.
Se sabe que más tarde se presentaron en la presidencia municipal de Guemes, con el alcalde Carlos Cárdenas González, pero les dijo que no era el responsable de la barbacoa.
Finalmente fueron informados que el servicio será pagado por el coordinador del evento, Manglio Murillo Sánchez, a quien no se pudo localizar.