Todo indica que la presunta alianza PRD-PT por la gubernatura de Tamaulipas quedó en la nada.
Ahora que están de moda los “engendros” (matrimonio PAN-PRD), sabemos que en nuestra querida tierra los azules y amarillos pretendieron crear una alianza que repitiera la historia de 1992 cuando aventaron a Jorge Cárdenas González por el gobierno estatal.
Pero esta vez no les fue bien, y las fuerzas por el maridaje entre enemigos apenas lograron encandilar al PRD y al PT, en una fallida coalición que nació muerta.
Por más que buscamos noticias del señor Lino Korrodi y sus pretendidas aspiraciones, no las encontramos.
Luego de la negativa al “matrimonio” PRD-PT, se pretendió efectuar una reunión del consejo político amarillo en Nuevo Laredo, pero también falló, no reunía los requisitos de los estatutos.
Ahora se habla de una nueva reunión del consejo para este domingo 31 de enero, pero quien sabe. Lo más probable es que el señor Korrodi no vuelva a Tamaulipas.
Dicen que le dijeron que en esta tierra podría hacer buenos negocios (como está acostumbrado) y se vino, llegó, vió y…Echó en corrida.
Mientras tanto los petistas ya tienen a su candidato y pronto lo registrarán ante la autoridad electoral.
Los partidos PAN y PRD quisieron repetir la historia de 1992, en que participó Cárdenas González, y se pensó que en efecto podría abrir en canal al Revolucionario Institucional y sus próceres hasta entonces invictos.
En aquel entonces, Manuel Cavazos Lerma jugaba por las siglas del PRI; por el PARM el palero Gilberto Ortiz Medina y por el Frente Cardenista Juana García Palomares (de quien no hay noticias en Tamaulipas desde entonces).
El grupo de los hermanos Cárdenas hizo un gigantesco borlote a través de sus medios de comunicación, pensando en que se adjudicarían la gubernatura.
Pero Cavazos Lerma, con una mente también diabólica, supo por donde jalaban las fuerzas del mal y ganó con el 66.4 por ciento de los sufragios.
Cárdenas, héroe de mil batallas en Matamoros, apenas recibió una clientela del 25.8 por ciento y se regresó a la fronteriza a rumiar derrotas.
Y no, como pudiera pensarse, no fue el “más grande éxito” azul en la entidad en cuanto a las presidencias municipales. Apenas ganaron la alcaldía victorense, con Gustavo Cárdenas, el hijo de Jorge, y la de Río Bravo.
Para colocarnos mejor en el escenario, hemos de decir que en 1995 es cuando más mal le fue al PRI: Perdió diez alcaldías, seis a manos del PAN, dos del PRD (Madero, Nuevo Morelos y Río Bravo) y una con el PFCRN (Altamira).
En 1989, el PRI había perdido las presidencias de Matamoros (donde era alcalde Jorge), Reynosa y Mante.
Para 1998 tenemos que el PRD llegó a Río Bravo y Madero, en tanto que el PAN se quedó como el chinito: Milando!.
En el 2001, los tricolores mordieron el polvo en siete presidencias: Madero, Mante, San Fernando, Soto la Marina, Tampico, Xico y Río Bravo (aquí a manos del PT).
Tres años después, en el 2004, el PRI se recuperó en algo y apenas perdió cuatro presidencias: Aldama, Reynosa, Valle Hermoso y Xicoténcatl.
Luego vinieron los comicios del 2007 en que Ricardo Gamundi se cubrió de gloria, en que las alcaldías perdidas suman nueve, de las poblaciones más pequeñas. De ellas, ocho son de Acción Nacional y una del PRD.
Y no, nunca en Tamaulipas Acción Nacional ha ganado la gubernatura, y ni siquiera ha estado cerca de lograrlo.
Claro que menos los del PRD, pese a que en el 2004 se dio una fractura hacia el interior tricolor, cuando Alvaro Garza Cantú se dejó postular por los amarillos.
Se me hace que los reporteros de los medios deberían ser más cautelosos, por cuanto a las declaraciones de los dirigentes partidistas que señalan, que van a “barrer” en los comicios de julio.
La historia no da de saltos. Hay que poner los pies sobre la tierra.
En tema también de las jornadas electorales, mire que el dirigente perredista Enrique Yánez Reyes tiene la comisión de repartir por todo Tamaulipas el periódico “Regeneración”, editado por el Gobierno Legítimo de Andrés Manuel López Obrador.
Es el mismo nombre de la publicación que hicieron los hermanos Flores Magón en los albores de la gesta de la Revolución Mexicana.
En cuanto al PRI, parece que no, que Rodolfo Torre Cantú se está tomando su tiempo y no ha decidido en quiénes serán sus principales colaboradores en la jornada de proselitismo que viene.
Ello, aunque se dice que Enrique Blckmore Smer ya ejerce funciones de coordinador, la misma chamba que desempeñó en la campaña por la diputación del galeno en el quinto distrito electoral federal.
Claro que tendrá broncas para definir quienes le ayudarán.
Pero mejor nos vamos.