Tula, Tam.- Varios tamaulipecos fueron víctimas del temible agente policíaco Miguel Nazar Haro, ex titular de la Dirección Federal de Seguridad, detenido muchos años después de haber cometido sus crímenes.
Entre sus víctimas se encuentra la tulteca Yanira Elizabeth Hernández Maldonado, quien «desapareció» hace más de 35 años en la ciudad de Monterrey, al igual que Jesús Piedra Ibarra.
Otra de las víctimas habría sido Elida Treviño Siller, de Matamoros, también desaparecida, militante entonces de la Liga Comunista 23 de Septiembre.
Y entre los detenidos y torturados se encuentra Elías Orozco Salazar, originario de Camargo, agrónomo de la UAT, ex diputado local por el Partido del Trabajo y hoy residenciado en ciudad Mante.
Uno más fue José Luis Rhi Sausi Galindo, oriundo de ciudad Victoria, integrante del grupo Espartaco, con filiación de la misma Liga, pero que pudo salir de prisión gracias al secuestro de un avión en Monterrey en 1973.
Pero además de Nazar, se responsabiliza de las desapariciones al entonces titular de la Judicial de Nuevo León, Carlos A. Solana y a su segundo de abordo Villagra Caletti, en los tiempos en que fue gobernador de Nuevo León otro tamaulipeco, Pedro G. Zorrilla Martínez, ya fallecido.
En la lucha subversiva de los años setentas tal vez hayan participado más tamaulipecos, detenidos o muertos, pero poco se han dado a conocer.
ESTUDIO QUIMICA EN LA UANL
Sadot Nicolás Hernández Maldonado, ahora profesor jubilado, manifiesta que su hermana Yanira había terminado la carrera de ingeniero químico por la Universidad de Nuevo León cuando desapareció de la noche a la mañana.
-Fue en la misma época en que secuestraron a Jesús Piedra Ibarra, indica.
Doña Rosario Ibarra de Piedra, presidenta del comité Eureka, hizo declaraciones en el sentido de que Yanira había sido expulsada del grupo subversivo, aunque ya estaba fichada por la policía neoleonesa.
Por supuesto que se cree que Yanira está muerta, dice su hermano, pues no se reportó con su familia desde 1972, cuando la represión de Luís Echeverría se tornó más intensa.
Yanira estudió en la primaria Benito Juárez, de Tula, la secundaria en la Alberto Carrera Torres de allá mismo, luego siguió nivel medio en la preparatoria Federalizada de Ciudad Victoria, y hasta arribar a Ciencias Químicas de la UANL.
«Siempre fuimos militantes de izquierda», indica Sadot.
Sus padres, Nicolás Hernández Aguilar, originario de Tula, profesor y luego inspector escolar, ya fallecido. Su madre, María Teresa Maldonado, también profesora, quien vive con más de 90 años.
En carta enviada a este medio informativo, Sadot Hernández Maldonado adjunta copia de la revista «Alarma», en que se difunde «algunos de los subversivos que atormentan a Monterrey», y en que figura la fotografía «de miquerida y apreciable hermana».
Ella aparece con el nombre de Deyanira Fernández, según las fichas de la policía de Nuevo León.
Acusa Sadot.
-Se debe exigir la comparecencia de Luis Echeverría Alvarez y demás colaboradores de su gobierno, a la vez cómplices, junto con la poca o mucha culpabilidad del preso Nasar Haro, quien argumenta no conocer a Echeverría, quien a su vez va a argumentar amnesia total por su edad senil.
Pide a la vez que a Nazar se le aplique la tortura que les dio a los detenidos guerrilleros.
-Que le sumerjan la cabeza en un balde con agua de excrementos humanos y orines como lo hacía él en el penal de Topo Chico de Monterrey con los detenidos, para que se declararan culpables.
Identifica ciertamente como el responsable ejecutor de todo al jefe de la policía de Nuevo León, Carlos G. Solana, a quien las indagatorias ni siquiera mencionan.
Finaliza la carta.
-Esperando se aplique la justicia hasta llegar a la verdad, reitero por este conducto la seguridad de mi atención y respeto a ustedes. Nosotros nacimos en Tula Tamaulipas, a mucha honra y honor.
Dice que después de 1972 fue a buscar a su hermana en Monterrey, a las «casas de seguridad» que tenían, pero las mismas siempre las encontró vacías. Jamás se supo de ella, aunque es evidente que fue detenida por la policía.
-¿Era militante de la Liga?
-Desde luego que sí.
-¿Molestaron a su familia?
-A mí me interrogaron varias veces.
-¿Cuándo desapreció?.
-De 1972 en adelante la dejamos de ver, desde que los persiguieron brutalmente.
“DESAPARECIO” JUNTO CON PIEDRA IBARRA
De acuerdo con versiones de sus integrantes, la Liga se fundó en marzo del 73 con varios grupos subversivos que operaban en el país.
Su dirigente único fue Ignacio Salas Obregón, cuya muerte también se le acusa a Nazar Haro. A diferencia de Piedra Ibarra, fue detenido en octubre de 1973 el estado de México, de donde desapareció para siempre.
Una publicación de Alarma (ya no se publica) da cuenta de las declaraciones de Solana respecto a la identificación de «subversivos».
Entre ellos se menciona a Piedra Ibarra en primer lugar.
Luego se incluye a Miguel Torres Enríquez, quien participó en el fallido secuestro de Eugenio Garza Sada, en Monterrey.
Miguel resultó herido de bala en una pierna y tiene problemas para caminar.
También está incluido Edmundo Medina, quien falleció en el encuentro con los guardias de Garza Sada.
Al final de la lista de «subversivos» identificados por Solana figura el nombre de Yanira, la química tulteca.
En realidad, la Liga apenas duró de tres a cuatro meses dado que los principales dirigentes fueron capturados y asesinados.
Después, grupos de bandoleros cometían atracos diciéndose representantes de los guerrilleros.
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