Mire que le deseamos un feliz año a todos, políticos y no políticos, y que a cada quien se le cumplan sus deseos, ya sea personales o de grupo.
Se da el caso que siempre, a principios de año la gente se hace propósitos, ya sea bajar de peso, dejar de fumar, o bien alcanzar ciertas metas ecoómicas o de estatus social.
Y claro que deseamos que se les realicen, por ejemplo a Doña Blanca Valles, le deseamos que cumpla otros 20 años como domadora de la burocracia estatal.
A Don Ricardo Gamundi, que se olvide de la alcaldía de Reynosa y gane para el PRI las 80 posiciones en juego, como solo él sabe.
Francisco Javier García Cabeza de Vaca, como debe ser su intenso deseo, que se le haga la candidatura al gobierno de Tamaulipas…Solo la candidatura.
Felipe Garza Narváez, pastor del Congreso, le deseamos que ya le salga bigote negro para que no se lo ande pintando.
A Don Antonio Martínez Torres, el mejor deseo es que siga grabando discos. El último –que nos envió- es bastante agradable y puede servir para una campaña política.
Los mejores deseos también para Don Maximiliano Zermeño, el Contralor, para que en el 2010 siga ganando maratones y organizando la “carrera del pavo”, como lo hizo en el 2009.
Seguramente el deseo del alcalde victorense, Arturo Díez Gutiérrez, es que no llueva durante el 2010 para que no haya baches en las calles…Que se le conceda (solo en el pueblo).
Y la diputada “La Corcholata” Dueñas Pérez, seguramente tiene el buen propósito de dejar la tomadera…Que también se le conceda porque es muy feo llegar con cruda al Congreso.
De Mario Sosa Pohl, dirigente estatal del PRD, no hay duda que su propósito es ser candidato a Gobernador y, si se puede, diputado plurinominal. Ya lo tiene concedido.
El propósito de Mundo García Román, dirigente de l CTM, debe tener su proyecto de ponerse a trabajar en el 2010 después de 50 años de gueva.
Y así sucesivamente, pero podemos cometer omisiones, de tal forma que mejor cambiemos de tema y digamos que, aunque este lunes reanudan actividades muchas dependencias e instituciones, no es el caso con el Gobierno del Estado, donde el personal sigue de asueto.
Por supuesto que los partidos políticos, cuyos dirigentes abandonaron el arpa y se fueron para sus casas.
Este dos de enero se celebró el Día del Policía, pero no se supo si alguien del municipio, o de los jefes, ofreció algún convivio a los genízaros.
Lo que se sabe es que el alcalde Díez anda de vacaciones allá por el lado gringo, y se olvidó de sus responsabilidades, lo que no sucedía con su antecesor, Alvaro Villanueva, quien estaba siempre puntual con los triponcillos.
A la vez, se menciona que el cuatro de enero es el Día del Periodista, lo que es ocasión para que algunos políticos envíen los mejores deseos a la gente que escribe en los medios masivos.
En realidad, esa “celebración” solo se hace en Tamaulipas y nadie sabe de su origen, o sea el por qué, de tal forma que las organizaciones de periodistas no acostumbran festejar nada, solo reciben.
Claro que el alcalde Díez debe ponerse muy listo. Si no festejó a los tecolotes ni a los comunicadores, el seis de enero es el Día de la Enfermera, y ahí sí, debe cuando menos ofrecerles un almuerzo.
Tema aparte, mire que no causó sorpresa que la permanente del Congreso ratificara por otros cuatro años a Bruno del Río Cruz como presidente de la Comisión de Derechos Humanos, donde solo se ha dedicado a roncar en lugar de desempeñar su chamba.
En los primeros cuatro años, el señor demostró ser toda una inutilidad en la defensa de los derechos esenciales de los tamaulipecos. Es más, no se sabe si ha emitido recomendaciones o no.
Y en cuanto a roncar, también sabemos que duerme tranquilamente una llamada Comisión Municipal para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia Nacional y de la Revolución Mexicana, en ciudad Victoria.
Presuntamente la encabeza el alcalde Díez Navarro, pero no se sabe que hayan realizado alguna reunión y menos un evento alusivo.
De Llera, comunican el deceso de quien fue alcalde, Don Eulalio Maldonado Martínez, quien cuando se desempeñó nunca cobró un sueldo.
Fue quien introdujo la energía eléctrica al pueblo, en los tiempos del Gobernador Praxedis Balboa.
Le deseamos pronta resignación a su familia, y en especial a su hermano José Ascención, quien fue presidente del Supremo Tribunal de Justicia en Tamaulipas en los tiempos del Gobernador Martínez Manautou.
Nos vamos.