Los chinos, siempre perseguidos y encarcelados

Cd. Victoria.- Personas de nacionalidad china, han sido también forjadoras de ciudad Victoria.

A mediados del siglo pasado dominaban el comercio y servicios de restaurante en la capital, de tal forma que llegó a hablarse de una «colonia china» y, en fecha más reciente, nació una asociación de hijos de chinos.

Más tarde los chinos se fueron de ciudad Victoria, o fallecieron, y algunos que permanecen, pues no se dedican al comercio en grande. Se escuchan los apellidos Chío, Lee, Wong y Fung, pero nada más.

En la actualidad solo perdura un negocio: Café Cantón, que administran los descendientes de sus fundadores de origen chino.

El Cantón nació en 1934, en un inmueble ubicado en Juan B. Tijerina (8) y Mutualismo, colonia Mainero, por iniciativa de Luis Chío Arias, emigrante de la China.

Posteriormente el negocio estuvo en Nueve Hidalgo y Morelos y desde 1978, en Nueve Hidalgo y Juárez.

Ahora lo administra Juan Carlos Chío Urbina, su madre, hermanos e hijos.

Pero han nacido otras dos sucursales del café Cantón: En 15 Hidalgo y Juárez y en Nueve y 10 Juárez.

LLEGO EN 1908

Luis llegó a ciudad Victoria por 1908, después de tocar California (EE. UU.),  Tijuana, Guadalajara y Tampico. Tendría por entonces los 17 años, aunque ya traía un matrimonio en su país de origen.

En esta capital contrajo nupcias con Juana Arias, de familias de arraigo de la colonia Mainero, y tuvieron cinco hijos: Margarita, Luis, Arturo, Antonio y Mercedes.

Por motivos de estancia en el país, Luis tuvo que adoptar el segundo apellido, que en realidad era el de su esposa.

Bueno, se dieron muchos problemas migratorios, de tal forma que, Arturo, tenía dos fechas de nacimiento y dos apellidos diferentes.

El caso es que, los cinco hermanos se dedicaron al comercio y al restaurante.

Luis por ejemplo, abrió una cerrajería y trajo a Victoria las primeras copiadoras.

Mercedes estableció el restaurante Picolino.

Antonio se dedicó a la renta de sillas y varios restaurantes.

Margarita casó con un mecánico aviador y al final abrió su negocio de restaurante.

Arturo fue el que continuó con la tradición del café Cantón.

¿Por qué Cantón?, bueno, es que Don Luis había nacido en esa región de la China Continental.

¿POR QUE A VICTORIA?

Arturo casó y tuvo seis hijos, de los cuales cinco se dedican al negocio del restaurante. Germán es uno de ellos, ya fallecido, y fundó el NUEVO CAFE CANTON, ubicado frente a Palacio de Gobierno por la calle 15.

En el 2005, antes de su fallecimiento, Germán Chío Urbina establecía.

-En la cultura China hay mucho respeto por los viejos. En Tampico había gente mayor que orientaba a los jóvenes que iban llegando y les decían: Vete a Matamoros, a Mante, a Victoria para que pongas un negocio…Así le dijeron a mi abuelo, vete para allá.

Y se vino a trabajar y más tarde abrió el negocio que todavía perdura.

Se considera que, los chinos comenzaron a llegar a esta capital en los primeros años del siglo XX, después de 1,900, puesto que antes no había.

ESPAÑOLES Y FRANCESES

En su «Compendio de Historia de Tamaulipas», el maestro Vidal Efrén Covián Martínez habla de los extranjeros..

Indica:

-Las dos localidades tamaulipecas donde por razón de su movimiento comercial y consecuentemente, de personas, había ciudadanos de otros países, negociantes principalmente, eran los puertos de Tampico y Matamoros, en los cuales muchos gobiernos extranjeros tenían representaciones consulares.

Agrega que el censo del 23 de febrero de 1844, daba a saber que en Tampico había 338 extranjeros entre 31 y 40 años; 154 españoles; 77 franceses; 46 estadounidenses; 19 ingleses; 1 venezolano;1 prusiano;1 dominicano.

Mientras tanto en Matamoros la población era de 146 extranjeros, la mayor parte de los cuales, 63, tenían entre los 31 y 40 años, o sea, edad productiva.

Eran 30 españoles; 30 franceses; 20 ingleses; 32 estadounidenses; 5 prusianos; 10 alemanes; 1 genovés; 2 italianos; 2 sardos; 4 dinamarqueses; 1 suizo; 1 austriaco;1 noruego.

LOS CHINOS DEL 14

Un documento del cronista de Victoria, Antonio Maldonado Guzmán indica que en 1945 los chinos eran famosos por sus tiendas ubicadas en el 10, 12 y 14 Hidalgo, así como las del Siete Allende y Seis Guerrero.

La frase común era

-Vamos con los chinos!.

Y en efecto, en el 14 Hidalgo había una enorme tienda donde se conseguía de todo, desde un clavo a un arado.

También eran famosos por su café.

Otros documentos del maestro Covián indican que, entre 1918 y 1923 había en la ciudad varios comerciantes chinos, entre ellos Alfonso Chiu, Gumersindo Walle, Antonio Wong Fuk, Martín Wong Fon, Manuel Anyl, José Luis Colunga, el giro comercial de Chiu Chervery, Federico Wong Wingy, y el tendajo de Federico Ling, que se hallaba en Hidalgo y la calle de Nuevo León, que hoy es la Once.

También estaban abarroteros como Martín Wong Leo y Manuel Wong, Vicente Cuán, W. Wong, José Lee, Manuel Wong.

EXPULSADOS DEL PAIS

En la época de Calles como Presidente, se giró la orden de expulsar a los chinos de México, puesto que dominaban el comercio y los servicios. Muchos fueron enviados a su país de origen con el Ejército Mexicano.

Por ese motivo, Luis, en Victoria, tuvo que cambiar de apellido.

Simplemente le dio traducción a Chío, que significa Flores, en español.

Más tarde, Arturo, fue el único que tuvo una carta de la secretaría de Gobernación en que se le reconocían los dos apellidos.

En una fecha cumplía años el ocho de mayo y en otra el ocho de octubre.

Y, por cierto, Arturo fue el único que conservó para sus hijos el apellido de Chío, en lugar del Flores. Los demás hermanos adoptaron definitivamente el Flores, y muchos viven en esta capital.

Después del proceso de expulsión de los chinos vinieron los árabes y los libaneses que, al final, son los que controlan y manejan, con mucho éxito, el comercio de ciudad Victoria.

Entre ellos se encuentran los Charur, Assad, Abraham, Amín, Chagnón, Mussa.

EL SOL NACIENTE

En realidad la comunidad china de ciudad Victoria se ha desintegrado. Quedarán acaso tres familias, pues algunos emigraron a los Estados Unidos.

De acuerdo con la crónica de Francisco Ramos Aguirre «Los Chinos del 14 y Otros Chinos», entre 1976-79 se integró en esta capital la asociación de jóvenes El Sol Naciente, «que sobrevivió poco tiempo debido a que algunos de sus miembros se trasladaron a estudiar a Monterrey».

Entre los últimos chinos que llegaron a Victoria, Ramos Aguirre menciona a Narcizo, David, Enrique y Pablo Wong.

-Ellos solo radicaron aquí una corta temporada en 1966 y después se trasladaron a México y Torreón. De ellos el único que permanece en Tamaulipas es Narcizo, quien funda en la ciudad de Matamoros el café Central, actualmente propiedad de José Wong.

Entre las persecuciones que sufrieron los chinos, mencionadas por el historiador Ramos Aguirre, está la de 1911, durante el movimiento revolucionario maderista, cuando 303 chinos fueron perseguidos, muertos y encarcelados en Torreón.

Lo propio sucedió en Sonora, cuando el gobernador era Plutarco Elías Calles, quien creó las Ligas Antichinas, «en un claro ejemplo de xenofobia».

En Tamaulipas, pues en Tampico hubo destrucción de negocios y persecución de chinos a través de una organización llamada Pro-raza.

En ciudad Victoria no se dio tal saña, aunque sí fueron enviados a la cárcel algunos comerciantes chinos, dice Ramos, «argumentando que no se pesaba bien la mercancía».

Reitera, según el periódico El Gallido, de Don Lucio Mancha, edición del 8 junio de 1930.

-Trece comerciantes chinos fueron aprehendidos por la autoridad municipal de ciudad Victoria el día de ayer, acusados de robo de pesa: Manuel Flores, José Pick, Samuel May, Pedro G. Chiu, Avelino C. Martínez, Modesto Wong, José Lem, Luis Wen, Manuel Viar, Jorge Lem, Benito Wong Chío, José Chío y Santiago G. Tom.

Otra represión se dio en ciudad Mante, cuando el presidente era Plutarco Elías Calles.

Allí radicaba la familia de José Chuk, Foon Chuck y Juan Kin, quienes crearon la hacienda Nuevo Cantón, o lo que hoy es el poblado El Limón.

Con el tiempo aumentaron su poderío económico hasta que el Presidente Calles se dejó intrigar y ordenó la aprehensión de los orientales.

Muchos fueron deportados a su país vía Tampico, aunque otros se salvaron porque se salieron de Mante oportunamente.

SIGUEN CON SUS TRADICIONES

Sigue indicando Francisco Ramos Aguirre que, en otros tiempos, la comunidad china de Victoria acostumbraba celebrar el Año Nuevo o Año Lunar, a finales de enero, «además de poner en práctica sus costumbres gastronómicas, entre las que destacan comida cantonesa a base de puerco, res y aves, representando la carne el 30 por ciento y las verduras el 70».

También gustaban de su música tradicional.

Por supuesto que utilizaban sus símbolos, como el dragón, o el lirio blanco.

En religión, pues había de todo: Budistas, católicos, protestantes, evangélicos y bautistas.

Celebraban el aniversario de la independencia china.

Por cierto, tenían su logia masónica, donde sesionaban en su propio idioma.

Pero todo eso se ha terminado, se lo llevó el viento.

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