ELCLERO INVENTO EL NOMBRE DE JUAN DIEGO Y EL AYATE
Cada vez se confirma: Las apariciones de la Virgen de Guadalupe, o Virgen Morena, fueron puro cuento.
También es un mito el indito Juan Diego, tal y como lo manifiesta el ex Abad de la Basílica, Guillermo Schulenburg.
La primera noticia de la Virgen se dio en 1648, o sea, 117 años después del supuesto hecho, cuando todos los presuntos elementos habían desaparecido.
Ocurrió por cuenta del padre español Miguel Sánchez, en su libro «Imagen de la Virgen María» (no de Guadalupe).
Más antes había una Virgen de Guadalupe Española, creada por un artista identificado como Marcos Cipactli, indígena mexicano, alumno de Fray Pedro de Gante.
Esa figura fue traída a México por los conquistadores.
Se menciona que desde 1555 (antes de 1648), ya estaba la figura de la virgen española en el Cerro del Tepeyac, porque había sido colocada en una ermita por la gente de Hernán Cortés, e inclusive de Cristóbal Colón, como instrumento para someter a los indígenas.
El pleito entre la jerarquía de la iglesia fue al parecer por los dineros que se obtenían como limosnas.
Por muchos años se negaron las apariciones, inclusive por historiadores e investigadores.
En 1787, la Comisión Bartolache, concluyó:
– La pintura tiene varias «manos» (pasadas con la brocha).
– No es un ayate de maguey, sino una manta de palma.
– Está pegada sobre un bastidor de madera.
– La imagen se está descarapelando por hongos y humedad.
En 1895 estaba tan deteriorada que fue cambiada por otra a escondidas del público, y el encargado fue un padre Plancarte.
Llevó un cuadro que estaba en el Convento de las Capuchinas, según un periódico del tres de diciembre de ese año, que ya se publicaba.
Todo se descubrió por un detalle del que nadie se dio cuenta previo a la sustitución: La nueva figura no llevaba corona.
ES UN PERSONAJE MITICO.
«Juan Diego es un personaje mítico que señala la iglesia Católica Mexicana», establece de entrada Mario Riestra Álvarez, quien es Venerable Maestro de la Responsable Logia Simbólica «Simón Bolívar No. 20», del rito nacional mexicano.
Y sigue manifestando;
-Hay mucha complejidad y contradicción en la aparición, por los datos que hasta ahorita existen. Lo que sí se deduce de esto es que seguramente los misioneros en principio, el clero, hizo lo posible y lo logró, de trasladar la Virgen María -de tez blanca, características nórdicas, europea- un color semejante a nuestra raza.
Eso fue, agrega, para penetrar a los hábitos y costumbres religiosas y tradiciones de la raza indígena.
Seguramente hubo necesidad de armar alguna forma para que esto apareciera como algo mágico, algo dispuesto por Dios, por la religión católica en general.
-¿Sería para ganar adeptos?
-Seguramente que sí, y para implantar, porque la Virgen es símbolo de unidad…faltaba un símbolo. Todavía en aquella época, debemos recordar, no teníamos bandera, ni himno nacional, algo que nos identificara.
Seguramente había necesidad de una imagen, y esa la idearon para hacerla figurar como aparición.
RESPETAN LAS CREENCIAS
En la masonería hay libertad de creencias, aunque su fe ciertamente, está en Dios como supremo creador.
-¿Todos los masones son católicos y apostólicos?
-La masonería es una institución respetuosa de todas las creencias y corrientes religiosas y políticas. Entonces, ahí puede haber todo tipo de pensamiento. El pensamiento es libre, universal. Nosotros juramos nuestro altar, que es la Constitución.
-El manejo de Juan Diego ¿fue del clero?
-Claro que fue una fabricación del clero católico (jefes de la Iglesia), pero además habría una coincidencia histórica entre los grupos étnicos del país: Identificaron a la Virgen como la madre de todos los Dioses que ellos tenían en ese momento, los aztecas, chontales, mayas, Olmecas, tarascos.
-¿Y la masonería qué piensa de las creencias?
-Nuestro pensamiento es universal y permite y admite, y respeta, todo tipo de corrientes. Lo que sí, bueno, ha cobrado actualidad, es el hecho de que una autoridad eclesiástica niegue la existencia de Juan Diego.
Y nos hace pensar, porque esto se ha venido manejando a través de la historia, que ese personaje fue mítico, supuesto, que lo armaron para implantar la creencia, fe o imagen.
Agrega Riestra Álvarez que la Logia en la que ha participado toda su vida, basa su creencia y fe en el Arquitecto del Universo, Dios, y en cuestiones políticas e ideológicas, su líder sigue siendo Benito Juárez.
ÚNICOS CREYENTES EN FIGURAS
Por su parte, Luis Felipe Martínez de la Vega, Ministro de la Iglesia de Cristo, indica que no es política de ellos hacer públicas sus opiniones.
Sin embargo deja establecido que solo creen en Dios y no en las figuras, en los santos, o en las apariciones.
Ellos leen cotidianamente la Biblia, se reúnen los miércoles y domingos.
Por tanto no creen en las apariciones de Juan Diego ni en la Virgen María.
Sin embargo, proporcionó literatura que habla de su Iglesia.
Debe recordarse que el gran iniciador de los no creyentes en las figuras, fue Martín Lutero, y le siguieron Calvino y Zwinglio, entre otros reformadores.
La polémica ya dura siglos.
No se ponen de acuerdo ni los mismos clérigos de diversas épocas.
Los curas y Obispos católicos indican que la Virgen se apareció el nueve de diciembre de 1531 en el Cerro del Tepeyac, al indio Juan Diego.
Pero allí, se dice, antes de los hispanos, había un templo indígena dedicado a la diosa Tonantzin, que significa Nuestra Madre.
Según la historia, en 1655 se afirmaba que los indios iban a la Fiesta de Tonantzin, que se celebraba en el mes de Tititil, o diciembre, entre el 16 y 17. No había Virgen de Guadalupe.
Otras veces la fiesta principal fue el 22 de diciembre.
Pero, según la historia, por órdenes de un Papa, en 1582 se ordenó que la fiesta se tendría que hacer el 12 de diciembre de cada año, a fuerza.
Hola, es muy interesante lo que han escrito. De cualquier manera debemos reconocer que las opiniones en esta tema varían mucho dado que ciertas personas opinan de modo similar al que se sostieneaquí (y que yo comparto), pero muchas otras lo hacen de modo diferente. Una vez leí en un libro de liderazgo que «la diversidad de opiniones favorece el desarrollo de una organización». No se que piensan ustedes al respecto. Saludos y hasta pronto, Néstor.
Creo que no se puede considerar profesional algo que carece de fuentes bibliográficas que ayuden a dar mayor veracidad y fundamento a una nota o escrito. Me parece una forma irresponsable de escribir.