“TENEMOS HASTA MAPACHES”: LUPE DIAZ, FALLECIDO EN 1998
Ahora resulta que es mítico, que no existe el Club Webberson de ciudad Victoria, del que tanto se ha hablado en los últimos años y hoy es motivo de la edición de un libro.
Quien desentraña el asunto es otro de sus fundadores, Guadalupe Díaz Jr., quien ocupa el cargo de Presidente del Venerable Consejo de Ancianos.
Sin embargo nos informan que el International Webberson Gold Club tiene en realidad su sede en Inglaterra, que hay elecciones cada año, y quien resulte electo, no debe hacer absolutamente ningún trabajo en esos 12 meses, so pena de ser descalificado.
Es decir, para pertenecer al club se tiene qué tener dinero, a diferencia de los nuestros donde campea la falta de recursos.
El ejemplo local del club «Huevo de Oro» habría sido tomado por los victorenses del modelo inglés, con la modalidad de que aquí, sus integrantes pertenecen a la clase media baja.
-¿Cómo nació la idea de crear el club?, preguntamos a Don Lupe.
-Fue programado sobre la marcha. Primero allá en el café TK. A los que no tenían chamba les decían ferrocarrileros, porque eran vagones y durmientes.
Luego se cambió a huevones y, para disimularlo, a la hora de publicarlo, por la cosa de niños y señoras, le pusimos webberson.
En realidad no existe tal club ni nada.
-¿No hay una estructura?
-No. Absolutamente nada.
-¿Digamos formal?
-No. No hay nada. Somos un grupo de gentes que casi en el 99 por ciento somos de clase media y alguno de media alta, pero son rarísimos. Sus actividades son muy diversas, distintas las comunicaciones, pero con algunas características: Gente que trabaja pero que su actividad le permite venir al café, o todos los días o dos veces por semana.
SU FILOSOFIA: HACER REIR
Y a Don Lupe lo encontramos precisamente allí en la sede de la organización, el café Dadys, en la mesa de siempre, la que ocupa desde hace 20 años. En el mismo lugar y con la misma gente.
Le acompaña el abogado Jesús Ortiz, un prominente miembro de la organización, quien detenta el título (ganado a pulso) de El Yerno Incómodo, por aquello de ser el yerno del Gran Gurú y cacique webbersoniano, Héctor Treto Cisneros.
La mesa comenta sobre las noticias «ordinarias»; la prensa fluye, todos los periódicos pasan por ahí.
El tema es la cena anual del club, que esta vez se adelantó algo al fin de año. Será el cinco de diciembre, en el mismo lugar que hace18 años, la casa del periodista Díaz Jr.
Volvemos con la entrevista y preguntamos.
-¿Quiere decir que los miembros del club trabajan?
-Todos trabajan. Salvo alguno que otro que pudiera estar desocupado, normalmente así es.
La otra característica es el sentido del humor. Aquí se valen todos los insultos habidos y por haber entre nosotros mismos, pero a condición de que tenga ingenio suficiente para hacer reír.
Aquí te pueden decir homosexual, mayate, o deshonesto, lo peor, pero siempre que lo digan para hacer reír, y claro, respetando la vida íntima de las gentes, que ahí nadie se mete.
El resultado es que nos podemos morir de cualquier cosa, menos de úlcera gástrica. Aquí no hay stress. Puede llegar una persona estresada y con un rato que se la pase aquí en la mesa con nosotros, se repone.
-¿Es esa la filosofía del Webberson?
-Es el buen sentido del humor. Esa es la característica común, vaya.
CAVAZOS LERMA, MIEMBRO
Guadalupe Díaz y otros miembros de la organización allí despachan en el Dadys. Tienen su hora de llegada y salida.
Otros mantienen sus «peñas» en ciertos bebederos extendidos por la ciudad, pero asisten a la asamblea anual.
Hoy la lucha está centrada en la dirigencia, en la reelección o ratificación, y también es el tema que manejan los webbersonianos.
-Un poco en broma ¿por qué esa lucha por la dirigencia?
-No hombre, no hay tal cosa, es puro cuento.
-¿Habrá mucho dinero en el club o qué?
-Había mucho pero como ya se murió Mario Varela que era el Tesorero (el tercer fundador del club), quien sabe en qué habrá quedado eso. No. Nunca se maneja nada.
-¿Prominentes miembros del club?.
-Más de cien , y lo que hacemos es una cena anual con una cuota, nada más, y aportaciones de gentes que manejan presupuesto. Y, como siempre sobra, comida o dinero, lo repartimos después entre el personal de aquí del Dadys.
-¿Por qué siempre la reunión en la casa de Lupe Díaz?
-Ahí fue una vez y ya le seguimos. Ya tenemos 18 años o 19. Era el último año de Bladimir Joch como Presidente Municipal. El terminó en 1980.
MAPACHISMO DE TRETO
Hay golpes bajos entre las bandas hacia el interior del Webberson.
Cada semana son comunes las reuniones para descalificar, ya sea en el latifundio El Desencanto, de Emilio Hurtado Guillén, o bien en cualquier residencia de Los Mapaches.
En esa lucha democrática interna, se vale de todo, desde comprar votos a sobornar, como dice Lupe, pero siempre gana el mapachismo.
-¿Y el cacicazco del Gurú Treto?
-A la hora de la ahora entra el mapachismo del profesor Peña y Guillemo Hernández Sánchez. Ellos saben cómo arreglárselas.
Por ejemplo descalificaron a Chalío porque se le ocurrió hacer un plan de trabajo. A Crucito Garcés porque no era un candidato de altura, que porque mide como l.50 metros de estatura… Y así sucesivamente.
A Milo García lo sobornaron con un pasaje a Japón…
-¿Entonces están allí el profe Peña y esos Mapaches?
-Sí, esos son los mapaches.
-Son institucionales, dice Jesús Ortiz Dosal.
-¿Gobernadores, políticos que sean miembros del Club?
-Son Muchos. El único Gobernador que ha ido a la reunión anual es Manuel Cavazos, porque Américo nunca fue ni Martínez Manautou.
-¿Y de los aspirantes a Gobernadores?
-Que hayan estado ahí, nada más Luebbert y Toño Martínez.
-¿Todos los aspirantes están invitados para la cena de diciembre?
-Todos. Allí no hay discriminación. Todos y de todos los partidos.
-¿No hay partidos en el webberson?
-No hay partidos. Estamos siempre arriba de la cerca. Nos declaramos partidarios del Gobernador, cuando haya cobrado la primera quincena, no se vaya a caer antes.
Y allí se queda Don Guadalupe, con sus amigos, departiendo, criticando, pensando para hacer reír.
Se alistan todos para la reunión anual.
Buscan ya un premio para aquellos políticos o integrantes de la organización que se pintan de negro el pelo para ocultar sus canas. Aquellos que quieren verse más jóvenes, ocultar los años ¿nombres? ya los tienen en la bolsa, entre ellos varios periodistas.
Dicen que se pintarán el pelo con lodo de parcela, «para poderlo despintar al día siguiente».
Todo esto se publicará en el libro de Ramón Durón, de quien, dicen ellos mismos, lo mandó escribir porque él es miembro prominente del club y no puede trabajar.
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