Parece una millonada de pesos que apareció de la noche a la mañana, pero si se analiza con detenimiento es la misma gata que hace seis años, solo que revolcada.
Nos referimos a los topes de campaña para Gobernador, diputados y alcaldes, aprobados por el Instituto Electoral de Tamaulipas.
Para la jornada que está por comenzar, cada candidato a Gober tendrá derecho a gastar 71.9 millones de pesos. Hace seis años el organismo autorizó 49.7 millones, o sea arriba de 22 melones menos que hoy.
Pero el procedimiento del cálculo es el mismo: Multiplicar el 55 por ciento del salario mínimo de la capital del estado por el número de ciudadanos del padrón electoral, más el índice inflacionario emitido por el Banco de México.
Así se hizo hace seis años, según los documentos que tenemos a la mano.
Lo que pasa es que en el 2004 había dos millones 120 mil ciudadanos empadronados, y ahora son dos millones 460 mil (en números cerrados).
Además, el salario mínimo de ese año era de 42 pesillos, y ahora anda por los 54 chuchos.
Otro dato interesante es que, en el proceso local del 2007, los topes de gastos para los candidatos a alcaldes y diputados también se incrementaron sustancialmente. El mínimo subió a 47 pesillos y (en relación al 2004) el padrón era de dos millones 336 mil cráneos.
Para un breve análisis pongamos por ejemplo la campaña por la alcaldía de Reynosa, que en el presente tendrá el tope más alto: 13 millones con 89 mil pesillos.
Hace tres años fue de diez millones 822 mil, y hace seis de ocho melones 251 mil.
Y si le echamos lápiz más atrás, podemos decir que en el 2001, el tope de Reynosa ascendió a cinco millones 18 mil pesos.
En esos nueve años (cerrados), o sea tres procesos, el incremento en los gastos fue de poco más de ocho millones de pesos.
Por la información a la mano, no hay nada de qué espantarse, ni el IETAM se está sacando conejillos de la manga.
Claro que no somos panegiristas de las acciones del instituto ni de sus jefes, pero el contenido de los artículos del anterior y presente Código, es el mismo.
Lo nuevo, sí lo nuevo, son los topes de las precampañas, que por primera vez van a regularse. Eso es lo nuevo.
Hace seis años no hubo topes de las prejornadas y cada quien gastó lo que le dio su regalada gana, de todos los partidos. Invirtieron carretilladas de billetes por ejemplo en gastos de propaganda por radio y televisión y en pendones y panorámicos.
Ahora, los señores precandidatos, en las precampañas, tendrán que moderar sus chequeras, o rechazar apoyos de sus simpatizantes.
Cada uno de los aspirantes no podrá disponer de más de 18.5 melones de pesillos porque ahí estará la supervisión de los funcionarios del Instituto.
También se impusieron topes a los aspirantes a alcaldes y a diputados, algo que no tiene precedente en los procesos electorales de Tamaulipas.
Echemos otro ojo, ahora a Palmillas, el municipio que mantiene el tope más bajo de toda la entidad por el número de votantes.
En el año 2001 el padrón era de mil 306 votantes, y el gasto de campaña de 23 mil 897 pesillos.
Para el 2010, el padrón es de mil 488 cráneos, y el tope de 43 mil 522.
Y cerremos con lo que dice un eficiente operador político del PRI: A cada palmillense dale 29 pesos con 24 centavos, que es lo que le toca en promedio, y para que haces campaña, tu ganas.
Pero, ¿pasa lo mismo en las ciudades grandes como Matamoros? Veamos.
En el municipio fronterizo, el padrón actual es de 381 mil 251 votantes, lo que da un tope de campaña de once melones 151 mil 252 pesillos.
Y sorpresa!, sí, cada individuo tiene derecho a los 29 pesillos con 24 centavos, aunque en la frontera no sirven ni para pagar una hora de estacionamiento.
Antes de irnos, mire que, en temas electorales, parece que en el PAN hay nerviosismo en cuanto a la integración de su consejo estatal.
Este domingo 22 habrá asamblea en algunas localidades para nombrar consejeros, en tanto que en otras, como en Victoria, será hasta el 29 del presente.
¿En que están los nervios? Pues mire que, de los 43 municipios, ocho no tienen los suficientes militantes como para tener derecho a delegados.
De esos 35, pues en cinco no se pudo reunir el mínimo (la mitad más uno) para, en asamblea, nombrarlos.
Y es grave, porque por ejemplo, Nuevo Laredo tiene derecho a cinco delegados, y no hubo quórum, como tampoco en Altamira, González, Miquihuana y Aldama.
La reunión estatal deberá realizarse el 13 de diciembre y, si no hay la mitad más uno de los municipios, tampoco habrá consejo y, por consiguiente, corre riesgo la existencia del directivo estatal. Entonces podría venir una delegación por dedazo.
Mejor nos retiramos.