Palmillas, Tam.- Salvador Barragán Camacho, ex dirigente del gremio petrolero, gente que fue del todopoderoso líder Joaquín «La Quina» Hernández Galicia, en ciudad Madero, nació en esta región.
Pero eso, eso la gente no quiere recordarlo, nadie quiere acordarse porque se olvidó de sus coterráneos: Jamás volvió, ni por la feria.
Chava había nacido en Palmillas, en la zona árida, pero luego sus padres se lo llevaron para Madero.
Era el tipo que, en una noche, se gastaba miles de dólares jugando en los tapetes verdes de Las Vegas, a donde llegaba en avión exclusivo. También se la pasaba tomando toda una noche con sus amigos, gozando de las cuotas sindicales.
En alguna ocasión La Quina lo definió como «el campeón de la lealtad», hasta que se pelearon luego del encarcelamiento de que fueron objeto en el gobierno salinista.
De ser un modesto obrero, Salvador llegó a ser tan poderoso como su jefe, pues ocupó dos veces la dirigencia nacional.
EN PALMILLAS SE LO «COMIO» EL VIENTO
El viento se lo llevó todo.
De Salvador Barragán Camacho no queda ya ni el recuerdo en esta comunidad, de la que se dijo es originario.
En 1982 llegó aquí «con toda la fuerza de los petroleros» y su dinero; realizó algunas obras de beneficio colectivo e integró una colonia que llevó su nombre.
Decimos que lo llevó porque la misma jamás se realizó. Es más, nunca se registró y ni se legalizó la tenencia de la tierra.
Ordenó pavimentar la entrada a Palmillas y se colocó una placa alusiva por la orilla de la carretera, con su nombre. Lo fue también porque alguien la derrumbó y se la llevó.
Dicen que después del encarcelamiento del ex líder de los petroleros, junto con Joaquín Hernández Galicia, la gente no quiso saber nada de Barragán, y hasta se niega que sea originario de estas áridas tierras.
QUE DEJO EL OMBLIGO EN TARAY
Mientras en otras partes se dice que Salvador nació en este municipio, aquí hay contradicciones.
Salvador «Chava» Estrada, ex presidente municipal, manifiesta que Barragán dejó el ombligo en el lugar conocido como El Taray, allá en la sierra, por donde nace el río Guayalejo.
De ahí se habría ido con sus padres hacia otras regiones, hasta que se instalaron en ciudad Madero, donde se convirtió en brazo derecho de La Quina.
Por eso, cuando llegó aquí como candidato, se le recibió como Hijo Predilecto. Hacía fórmula con Américo Villarreal Guerra; suplente, la profesora Elvia Rangel de la Fuente. El candidato a la Presidencia, Miguel de la Madrid Hurtado.
Eso lo tiene bien presente Aarón Camacho Camacho, primo de Salvador, quien guarda uno de los cartelones que se mandaron imprimir.
Lo que se recuerda es que Chava es hijo de Desiderio Barrarán y de Nicolasa Camacho Montalvo, quienes al parecer sí son originarios de la región, en la sierra entre Palmilas y Tula.
SOLO UNO SABE LA VERDAD
El municipio de Palmillas tiene poco más de dos mil habitantes. Seguramente es el municipio más pobre de Tamaulipas, junto con San Nicolás. La cabecera apenas fue electrificada en 1971.
La Villa se fundó en 1745 por familias españolas que integraron la misión «San Andrés de Palmillas», hasta que en 1751 le dio forma José de Escandón y Helguera.
Aquí se eNcuentra el templo católico más antiguo de Tamaulipas. Fue construido casi con la llegada de las primeras familias.
Y con ellos llegó seguramente la familia Camacho, a la que efectivamente pertenece Salvador.
De los Barragán poco se sabe en la comunidad.
Aarón, manifiEsta que nació en Palmillas. En alguna ocasión se fue para Madero, trabajó de petrolero, pero regresó a su pueblo de donde no volverá a salir.
Este es un pueblo apacible, con las características de antiguo, con sus calles empedradas hasta ayer, porque hoy esas obras fueron destruidas para dar paso a la pavimentación de concreto hidráulico.
De acuerdo con Aarón, su primo, la historia del Hijo Predilecto de Palmillas es la siguiente:
En la sierra del Taray nació José, el hermano de Salvador.
De ahí, la familia se trasladó a Palmillas, donde vivieron un tiempo, luego se fueron para San Antonio, San Rafael, Santiaguillo, Victoria y finalmente a Madero. Allí nació el otrora todopoderoso dirigente petrolero.
-Yo lo conocí desde chiquito; me fui a Madero a trabajar a Pemex. Yo le daba moneditas y se iba a comprar. Jugaba con él a la canica.
-¿Todavía se le recuerda aquí?
-Sí, pero como ya hace tiempo, la juventud no lo conoce.
Barragán Camacho falleció antes de cumplir los 70 años. Tuvo varios hijos e hijas.
-¿Hay más familiares aquí?
-Hay unos Barraganes que están muy retirados, son campesinos, dice Aarón. Hay otros por San Rafael, de donde eran originarias mi madre y mi tía.
Aarón Camacho es tan viejo que recuerda los plomazos de finales de la Revolución. Vivía en Jaumave.
-Yo creía que era un bote el que sonaba. Mi papá nos metía debajo de la cama, y yo le pregunté que qué era lo que sonaba, y me dijo que una metralla. Las balas tumbaban las ramas de los nogales.
POR TRAICIONAR A ‘LA QUINA’
De acuerdo con Camacho Camacho, fueron los «enemigos’ de Salvador los que destruyeron la placa de la pavimentación.
Manifiesta que, cuando concurrió, le hicieron un gran recibimiento porque sabían que tenía el reconocimiento de La Quina.
Mandaron maquinaria del sindicato petrolero a realizar obras de captación de agua.
-Yo aquí tengo a Salvador, manifiesta, y saca el cartelón con la efigie del petrolero.
Y sigue estableciendo.
-A La Quina aquí lo conocimos. Pero los beneficios se acabaron.
Agrega que, según tiene conocimiento, en la época Miguel de la Madrid quería quitar a La Quina de la dirigencia virtual del gremio petrolero, para dejar al frente a Salvador.
-Pero Salvador no quiso, dice su primo.
-¿La colonia se sigue llamando Salvador Barragán?
-Se llamaba, ahora se llama Sipobladur.
Hay vecinos que se quejan del alcalde de la época, Lucio Rodríguez, quien no tuvo la visión de solicitar más beneficios para Palmillas, cuando Salvador quiso dárselos.
JAMAS REGRESO EL HIJO PRODIGO
Jamás regresó el Hijo de Palmillas, y tampoco los presuntos beneficios que conseguiría para este pueblo.
Los vecinos de la presunta colonia nos confirman que ya no se llama así. Hay un puñado de casitas a la orilla de la carretera.
Preguntamos al Comandante de la Policía, en el edificio del ayuntamento, y nos dijo que allí no se encuentra la placa alusiva a la obra de Barragán Camacho.
Mientras, algunos vecinos nos informaron que sobre el muro de la placa chocó una camioneta y el metal fue a dar al suelo. De ahí no se supo más.
Lo cierto es que Chava jamás regresó a Palmillas un vez que terminó la campaña por la Senaduría. Ni siquiera una «vueltecita» cuando ocupó el escaño, o para saber si en efecto se realizó la colonia que lleva su nombre.
Por eso los hijos de Palmillas no quieren saber nada de Salvador. Sencillamente los engañó.
SE EMPARENTO CON PEDRO HERNANDEZ
En la colonia «Salvador Barragán Camacho» en efecto intervino el Sipobladurt, cuando Manuel Cavazos Lerma era el Gobernador del Estado. Que dizque lo hizo a petición de las autoridades para regularizar algunos terrenos en beneficio de escasas familias que están a un lado de la carretera que va rumbo a Tula.
Pero el principal benefactor de los terrenos fue el propio Secretario de SEDESOL y por tanto jefe del Sipobladurt, Pedro Hernández Carrizález.
Pedro tomó para sí cuatro hectáreas donde mandó sembrar nogales y manzanos que se trajeron de Chihuahua y Coahuila. También sembró higueras y otros árboles de frío y altura.
A la vez, construiría una lujosa casa de campo en base a pura piedra, con su respectiva alberca por un lado.
Y es que, de este lugar es la nueva esposa de Pedro, llamada Mirtha Camacho Sánchez, quien ciertamente resulta pariente de Salvador Barragán Camacho.
El padre de Mirtha se apellida a la vez Camacho Camacho, y es pariente directo del desaparecido líder petrolero.
Pedro Hernández fue el único que le sacó provecho a la colonia «Salvador Barragán» que ahora ha desaparecido.