Tula.- Cuando alguien escucha la versión, solo emite una sonrisa de burla, de incredulidad; pero cuando está sobre los hechos emite la frase de «no puede ser!».
Y en efecto, todo parece en contra de las leyes de la física y otras que pudiera haber: En una bajada, cuneta de la carretera, los vehículos, con velocidades en neutral, no siguen la pendiente, sino que se regresan por la subida.
Seguramente es la primera vez que esto se ve en Tamaulipas. Es más, pocas personas de la región tienen conocimiento del fenómeno.
Los mismos lugareños nos indicaron que no sabían, aunque viven ahí a escasos metros donde ocurre este hecho increíble.
Dicen que ya concurrieron algunos técnicos del gobierno, quién sabe de qué dependencia, pero no regresaron a dar información a los organismos de las fuerzas vivas ni al ayuntamiento.
Por hoy a nadie le afecta. Tampoco hay algún anuncio de lo que ahí ocurre, pero sería un elemento de atracción turística, dado que el lugar se encuentra rumbo a La Pirámide y la laguna de San Isidro, en las que ya se reúnen bastantes visitantes.
De acuerdo con la versión popular, el fenómeno fue descubierto accidentalmente por un conductor al que se le «mató» su máquina y, para tratar de avanzar sobre la bajada, dejó el mueble en neutral.
Su sorpresa fue que, en lugar de bajar, la unidad comenzó a avanzar hacia la subida, hacia atrás!.
SI USTED QUIERE IR, ESTA RUMBO A OCAMPO
El lugar preciso es entre los kilómetros 14 y 15 de la carretera que va a Ocampo, cruzando las curvas de la primera sierra.
La bajada debe ser de alrededor de 150 metros yendo de esta cabecera hacia Ocampo.
Para demostrar lo que ocurre, nos presentaron una camioneta llena de personas en la caja, y ciertamente, en lugar de bajar, sola, con la máquina apagada, avanzaba hacia atrás y hasta tomaba cierta velocidad.
Pero no solo eso.
Bajo la advertencia de que el agua tirada, en lugar de agarrar el curso normal hacia abajo, tomaba la subida, nos prevenimos con un depósito y lo hicimos derramar: Se fue hacia arriba.
Este fenómeno puede ser apreciado y realizado por cualquier persona, como les acaba de suceder a Juan Castro y Rubén Montelongo, de ciudad Victoria, que no creían en el fenómeno.
Todo mundo puede observar que en la carretera hay una bajada pero las acciones van en contra de la gravedad, de la física ¿qué es lo que lo produce? ¿sensación visual?.
Hasta la fecha, como es poco conocido, nadie de Tula ha podido dar una explicación satisfactoria y, si estuvieron personas de ciudad Victoria, del gobierno, a nadie le informaron y tampoco regresaron para dar resultados.
Aquí sencillamente hay incredulidad hacia lo que está sucediendo y tampoco se precisa desde cuando.
Y UNA CUEVA CERCANA
Indagamos en los alrededores y, los vecinos, que son pequeños propietarios, ignoraban lo que ahí está ocurriendo y menos de las causas.
Sin embargo mostraron que, como a 150 metros del kilómetro 15, se encuentra un pequeño sótano que, en realidad, en una gigantesca cueva con varios metros de longitud y que va por abajo de la carretera.
La cueva tiene agua y se pueden apreciar estalactitas y estalacmitas y pudiera ser la causa del fenómeno.
Lo primero que se le ocurre a los visitantes, es que ahí hay un campo magnético producido por algo, tal vez por imán, o fierro, pues los lugareños aseguran que del cerro que está enfrente, escurre polvo metálico.
A la caverna la gente se mete con la ayuda de una cuerda y el interior es tan espacioso «que cabe un autobús».
Podría atribuirse a una sensación visual, pero hasta la fecha, los escasos visitantes no han puesto a funcionar los niveles para «checar».
Sea cualquiera el motivo que lo produce, lo cierto es que, de hoy en adelante, será un atractivo turístico más para aquellos que visiten Tula; y hasta para los mismos residentes.
Aquí cabe decir que falló la lógica de El Filósofo de Guemes con aquello de que: Las subidas de allá para acá son bajadas… Aquí simplemente las subidas, de aquí para allá, también son bajadas.