CD. VICTORIA.- Mire que ciertamente, en cuanto a los asuntos de la candidatura tricolor al gobierno estatal, sobra decir que, de una docena, el agraciado solo será uno.
Los aspirantes (los reales) se dividen en dos grupos compactos…más uno.
El grupo compacto local son los integrantes del equipo de colaboradores del Gobernador Eugenio Hernández Flores, los que llegaron con él y se fajaron desde la campaña, como el médico Rodolfo Torre Cantú, quien realizó una campaña exitosa por una diputación local.
Luego está José Manuel Assad, cuya pertenencia al grupo quedó demostrada al retornar a las secretarías estatales después de su fallida incursión rumbo al Senado de la República.
Uno más, Manuel Muñoz Cano, integrante del equipo desde los tiempos de la campaña por la diputación y la alcaldía.
Cuando llegó el proselitismo por la gubernatura, Muñoz y Melhem Salinas se fletaron la soba en los asuntos electorales y estuvieron muy cerca del candidato y luego en la administración.
Aunque con menos presencia y chamba, por ahí anduvo Arturo Díez Gutiérrez, premiado luego con la alcaldía de la capital.
Ello, todos ellos, como parte del grupo, estarían dispuestos y acatarían cualquier decisión que en su tiempo tome el Jefe Mayor; se irían de inmediato con la bufalada, o la cargada, como se le conoce a la “disciplina” ignominiosa de los tricolores.
Entre ellos no habría ningún problema, saben y están enterados que se trata de un juego de lotería en que no todos los poseedores de boleto ganan sino uno y, si se portan bien, y con buena suerte, podrían formar parte del sexenio que viene.
Un siguiente grupo es el compacto de los foráneos, o sea los que forman parte de equipos nacionales, o son dirigentes de las organizaciones pilares del tricolor, como Cruz López Aguilar y Bernal Gutiérrez, de la CNC y CNOP.
Es más, en un acuerdo con la dirigencia nacional, el mismo Baltasar Hinojosa Ochoa tendrá que disciplinarse, aunque no haga ronda con la manada de legisladores tricolores de Tamaulipas y mas bien pertenezca a la cúpula de los operadores de la cámara.
No, allí no habría ningún problema en canto a la decisión que tome el Gobernador saliente y los jerarcas del partido.
Si ellos tienen sus grupos, estarían dispuestos a colaborar estrechamente para que la administración siga siendo priísta.
Los temores están en otro lado, en uno solo de los que andan calenturientos con la política, y se llama Enrique Cárdenas del Avellano ¿qué pasaría con él?.
El Gobernador Eugenio Hernández Flores y su gente solo podrían tener problemas con ese uno, aunque le ofrezcan posiciones para él y su gente.
En los últimos años, Enriquillo ha formado grupos por la mayor parte de los municipios, y es al único al que se le ven posibilidades de una rebelión hacia el interior del tricolor.
Por sus acciones alebrestadas, sería el único capaz de encabezar una candidatura multipartidista en torno a Acción Nacional ¿será cierto eso? ¿tan endeble es la ideología del Jr.?.
El padre tiene contactos en la ciudad de México, de eso no hay duda, pero a como se están viendo las cosas (por las precandidaturas en otras entidades), el elegido saldrá del equipo de la administración estatal.
Por ahora nadie sabe donde anda Enrique, luego de terminar en agosto el periodo de diputado federal.
Según esto, no estaría dispuesto a ocupar una vez más la alcaldía victorense, que solo dolores de cabeza da, y menos una diputación local a donde solo se va a levantar el dedo…Aparte de cobrar, claro.
Lo otro es que su “rebeldía” se arregle de antemano, como bien se arregló la de Alvaro Garza Cantú como candidato perredista al gobierno.
A Don Alvaro ya solo le faltó que aterrizara en la Sedesol estatal luego de perder en las urnas la elección por el gobierno.
Por otro lado, mire que uno de los más grandes tracaleros de Valle Hermoso, Efraín de León León, anda caliente con la alcaldía de aquel pueblo, para lo cual dedica todo los días de la semana, menos los miércoles cuando viene a levantar la mano a la sesión plenaria del Congreso.
Efraín es un pajarraco de cuenta, apoyado por su tío político Roberto Rodríguez Cavazos, quien ya fue alcalde y legislador.
Una de las trampas de Efraín es la siguiente: Allá por el 2001 vendió una de sus casas, ubicada en Guillermo Prieto sin número, de la colonia Villa Satélite.
Recibió a cambio 200 mil del águila, pero como no entregó el bien, se abrió el expediente 144/2003 en el Juzgado Mixto de Primera Instancia, por el delito de fraude.
Por esa época el hoy diputado pretendió ser alcalde, y se fue a la consulta a la base y apenas logró mil sufragios; quedó en el cuarto lugar.
Ya comentaremos más de las trácalas del diputado que quiere ser el amo de Valle Hermoso.
Nos vamos.