Cd. Victoria.- Con 52 años, “bien vividos y bebidos”, ya no es el mismo.
Cuando logró su hazaña, hace 17 años, andaba por los 37. Nadie lo conocía; los más creyeron en él, en sus promesas (de político) de transformar al pueblo de Victoria en un pueblo del primer mundo.
Hoy, Gustavo Cárdenas Gutiérrez está acabado y quienes lo conocen señalan que no pasa de ser “puro pájaro nalgón”, y de ninguna manera podría ser el siguiente alcalde.
“Bueno, al menos que se den las alcaldías plurinominales”, señala uno de sus discípulos disidentes al hacer un recuento de las chambitas “de gorra” –sin despeinarse- que le ha tocado exprimir al matamorense funcionario de ASERCA.
Su única y real hazaña fue la derrota que infringió a Carlos Castro Medina en la lucha por la alcaldía de la antigua Villa de Aguayo, cuando se llevó 29 mil sufragios. En adelante se le ha ido en pluris o chambas administrativas.
En aquella ocasión tampoco pudo dejar como sucesor a Abelardo Perales Meléndez, aunque este ha sido el mejor candidato de los azules en toda la historia de Victoria. Se le fue por casi seis mil votos.
En un “favor extraordinario”, algunos militantes azules de la capital acaban de proponer a Tavo para la candidatura y, en una acción que algunos observadores consideran insulto y falta de cortesía, el ex presidente de Victoria les contestó con frases de que está muy a gusto en la chamba que tiene.
Claro, ya no es lo mismo que cuando ganó la presidencia de la capital, “cuando se las tragaba vivas y las pescaba en el aire”, como dice su ex amigo.
Gustavo Adolfo se acabó y seguramente ya ni para promesas sirve, luego
o de haber sido (ya) dos veces candidato a la gubernatura, de las que se dice, hizo negocio.
Cuando ganó Victoria, su servidor le contabilizó 31 promesas “de las más gruesas”, entre obras y servicios, acciones y actitudes, y solo cumplió una: Eliminar el exceso de topes en las calles de la ciudad.
En esas dos candidaturas al gobierno estatal, el sabor que dejó es de una negociación que hizo para no realizar una campaña intensa y entregar por tanto los triunfos al Revolucionario Institucional, y donde solo él salió beneficiado.
Cuando la primera, sus amigos se encargaron de difundir los “motivos” por los que fue a caer a los brazos del sistema, entre ellos el “arreglo” para que el gobierno pagara a Banorte las deudas particulares que tenía.
A todo le sacó provecho, según la voz de sus ex amigos, inclusive en la construcción de la carretera interejidal, que pasa precisamente a cien metros de su huerta de naranja en ”Mariposas y Maguitas”.
Sus correligionarios también dicen que en la segunda oportunidad en que candidato, “no se quedó sin buena tajada” pues negoció otros asuntos ¿qué se puede esperar de la tercera”.
Parece que, ciertamente, los militantes azules le hacen un favor en candidatearlo no solo para la gubernatura sino también para la alcaldía victorense, cuando en la práctica no tiene posibilidades por ninguna de las dos.
Aquellos que conocen la grilla interna azul, y que “le tantean el agua a los camotes”, indican que tampoco está en posibilidades de ganar la alcaldía su esposa (la de Tavo) Mónica, y que solo utiliza de argumento cuando se trata de conseguir algo, ya sea un permiso de explotación minera o vender combustible de su gasolinera, algo, algo, porque Gustavo, en la opinión que ha dejado “nunca la brinca sin huarache”.
Son muchas las interrogantes que se mencionan sobre la viabilidad de Mónica Dávila para la presidencia de la capital ¿qué cargos públicos ha desempeñado? ¿cuáles en su partido? ¿en dónde la conocen? ¿quiénes votarían por alla? Parece que, en los últimos años, mas bien asiste a eventos de los tricolores, del PRI.
Total que Adolfo ha dejado colgados de la brocha a quienes confían en él como posible aspirante a la alcaldía de Victoria.
Para Gobernador sería la tercera ocasión en que participa ¿otra negociación? Y parece que por ahora no le interesa.
Por lo que se puede observar, los panistas pretenden apoyar como su candidato al gobierno al senador José Julián Sacramento, ciertamente cuñado de Gustavo, pero que podría representar buen monto de sufragios al partido, si es que el coordinador de ASERCA no se acerca por ahí.
De lo demás, pues es asunto de los panistas y del señor Garza de Coss, dado que los militantes tampoco le tienen confianza a Rosa María Uribe, quien no pudo con el paquete y, en esta ocasión, ya probó las mieles de la nómina oficial y parece que le agarró saborcito al hueso.
“Necesitamos un resentido del PRI”, nos confió otro destacado azul que tampoco cree ya en los milagros gustavistas.
Mejor nos vamos, y allá los que lo propusieron para la alcaldía, de si vuelven a mencionarlo como el non plus ultra de la clientela electoral.