Cd. Victoria.- Con la detención de Carlos Guillermo Gómez Moreno, ahora ex funcionario de la Procuraduría de Justicia, ya se sabe que en las entrañas del gobierno operaba toda una pandilla de delincuentes con el cuento de las ganancias a través de las forex.
Se informa que son decenas de personas las defraudadas y no solo tres casos, entre ellos el de la cuñada del ex Gobernador Américo Villarreal Guerra.
Hay funcionarios que “metieron” todos sus ahorros en el entendido de que obtendrían buenos intereses.
Lo extraño del caso, nos dicen, es que no se atreven a presentar denuncia penal, aunque hayan sido defraudados con miles de pesos.
Los “operadores principales” de la delincuencia son familiares de Gómez Moreno.
A muchas de las víctimas, las han traído con el cuento de que les regresarán el diez por ciento de la inversión, y en unos meses lo que resta.
Sin embargo, ahora que se sabe que a Gómez se le ha fijado una fianza superior a los ocho melones de pesos, a sus víctimas silenciosas se les hace que jamás recuperarán la lana.
En otro tema, mire que en algunos sectores activos del pueblo, crece el comentario de que el jefe de la Comisión de Derechos Humanos, José Bruno del Río Cruz, debe irse a su casa a descansar y cuidar a sus tataranietos.
Desde que llegó al citado organismo, este chico se ha dedicado a dormir en tanto que los abusos de los cuerpos policíacos en contra de la ciudadanía se dan un día sí y otro también.
De acuerdo con la Ley, Brunildo debe dejar la chambilla el tres de febrero del 2010, aunque tiene la posibilidad de una reelección.
El chico de 70 años fue nombrado en el 2006 por cuatro años, ciclo que se cumplirá en cuatro meses.
Desde que llegó Del Río, la CEDH ha desaparecido de facto.
Bruno es un grillo que jamás ha tenido una chamba productiva, y menos la va a realizar ahora.
Por eso crecen las opiniones en el sentido de que debe dejar la nómina en paz.
Los tricolores conocen a Pepe Bruno como «El Mapache Dinosaurio», o sea un operador de la época en que las urnas electorales eran de piedra.
Y no es cuento de que nunca ha trabajado. En 1962, antes de titularse como abogado, ya era diputado local suplente del entonces dinosaurio Jesús Elías Piña, el cetemista.
Claro que a Bruno le ha tocado mamar bien y dar topes.
En 1970 lo tenemos como suplente de senador de Enrique Cárdenas González y, al pedir licencia este, se quedó como titular casi todo el sexenio. Chupó bien y bonito del presupuesto.
En 1979 (septiembre) figura como diputado federal a la LI legislatura, representando el distrito de Río Bravo, cuyas tierras seguramente jamás había pisado.
Pero eso es harina de otro costal. El hecho es que a Brunildo no se le recuerda como un político que haya hecho algo bueno, sino por flojo.
En el Congreso del Estado, los diputados de oposición al tricolor tratarán que el jovenazo termine por descansar en su casa de Tampico, que se recoja con sus tataranietos y se olvide de andar de grillo. Es buena la oportunidad para salir por la puerta grande, y chance y hasta se le autorice una jubilación de por vida “por sus servicios prestados al estado”.
Ahora que, si usted, querido lector, conoce o es amigo de Bruno, pues dígale de buena manera que en la Comisión solo está regando el tepache y que debe entregar, irse a su casita a disfrutar la familia.
En otro tema, mire que rumbo a la sucesión del gobierno del estado, el panorama político en Acción Nacional cambiará de la noche a la mañana si, como se anuncia, el señor Angel Sierra Ramírez, antes jefe del FONAES, ha sido designado Subsecretario de Agricultura.
Digamos que, con el nombramiento, ya no tendrá que buscar más la candidatura al gobierno del estado. Con esa chambita estaría listo para el resto del sexenio y esperar a la siguiente.
En todo caso, la lista de aspirantes se reduce, digamos que a dos: José Julián Sacramento y Maki Ortiz, de Matamoros y Reynosa, respectivamente.
Los que conocen dicen que Gustavo Cárdenas es puro pájaro nalgón. Si lo dan de baja en la Aserca, seguirá picando piedra, pero no se vendrá a Tamaulipas. Se le califica como un negociante de la grilla, y ahorita no hay lana para pagarle.