Cd. Victoria, Tamaulipas.- El periodismo como oficio “debe ser crítico pero debe hacerse con ética”, dijo el Gobernador Américo Villarreal Anaya al reunirse con comunicadores en el Día del Periodista.
También se pronunció por ejercer el periodismo “en condiciones de respeto, tolerancia a las preferencias políticas, sin persecución y sin riesgo”.
Se refirió a dos cuestiones fundamentales del oficio . La primera que debe llevarnos a la premisa obligada de entender el periodismo desde su dimensión social.
La otra tiene que ver con la necesidad “de seguir pugnando porque pueda realizarse en un entorno de seguridad, con garantías y en total libertad”, dijo.
En apoyo, el Coordinador General de Comunicación Social, Francisco Cuéllar Cardona, manifestó que “la sociedad necesita recuperar el periodismo objetivo, de investigación y responsable, el que cuestiona, el que critica pero con responsabilidad”.
Resumió: “Bienvenido el periodismo crítico, comprometido con la verdad y la libertad”.
Agregó Américo que sus palabras son la interpretación del pensamiento sobre la libertad de expresión, de quien Gobierna la República (Andrés Manuel López Obrador), “quien luchó por años en contra del estatus quo” de los medios masivos.
“Así lo entiendo yo también”, reiteró, y expresó su credibilidad “de que la libertad de expresión es una condición necesaria para que se de una discusión pública, madura y libre”.
Les dijo a reporteros y funcionarios de redacción:
“Ustedes ejercen un motor de gran importancia para nuestra transformación democrática, para lograr el ideario de regenerar la vida publica y llegar ser una sociedad mucho menos desigual en oportunidades y derechos”.
Puede ser periodismo informativo u opinativo, “pero su compromiso moral más fuerte e imprescindible es con la verdad”, comentó.
También habló de las redes sociales y las noticias falsas en que “la verdad se erosiona” y, en esas condiciones, “algunos convierten la liberad de expresión en una farsa”.
Sin embargo en el ejercicio del poder público, como en el periodismo y en la democracia, “la verdad sigue siendo esencia, la mejor arma para detener toda fuerza desintegradora y para enriquecer la esfera publica”.


