TESTIGO DE CÓMO “EL QUEMADOR” MATO GENTE EN EL MANTE EN LAS CELDAS DE LA JUDICIAL
Un día de junio de 1975 lo llamó a su despacho el presidente municipal de Hidalgo, Fernando Rincón Rodríguez.
-Quería que le mostrara la patente y permiso para hacer el periódico ya que, según él manifestaba, en su ignorancia, había que sacar una licencia en la alcaldía.
Praxedis Macías Rodríguez, originario de aquella población, le dijo que era una publicación que garantizaba la Constitución y no tenía por qué pedirle permiso, pues no se trataba de una cantina o una pelea de gallos.
La situación molestó tanto al burro alcalde, que mandó encarcelar al periodista con la fuerza de la policía preventiva.
-Me arrebató la credencial de las manos y la rompió.
Estuvo detenido, prácticamente secuestrado por 12 horas, hasta que llegaron de Victoria capital elementos de la Asociación Nacional de Periodistas de los Estados (ANPE) que asistían a un congreso nacional, a liberarlo.
-Fueron para ver si me habían liberado, y le pusieron una regañada al alcalde.
-¿Criticaba al edil?
-Y también a quienes colaboraban con él.
-Publicaba verdades ¿no es así?
-Trataba de ser objetivo… Y es que siempre hacían lo que les daba la gana con el pueblo.
El periódico El Volcán, -originalmente de Hidalgo- dirigido por Macías, acaba de cumplir los primeros 45 años de su aparición.
En sus mejores tiempos llegó a circular hasta diez mil ejemplares “todos vendidos”, no como ahora aparentan algunos.
Comenzó a escribir cuando tenía 18 años en la ciudad de Monterrey, en periódicos de combate como La Mecha y El Machete.
Luego estaría en El Alacrán, también como reportero.
Regresó en 1975 ya con la firme idea de sacar su propio medio, El Volcán, mismo que comenzó a circular el 25 de enero de ese año. En febrero entraría como Gobernador Enrique Cárdenas González.
-¿Por qué ese nombre?.
Con su clásico sombrero y su chaleco de piel, Praxedis espera un momento y responde.
-Nos reunimos el profesor José Luis García, mi hermano Benjamín, Audón Alvarado y otros para intercambiar ideas de cómo se llamaría.
El profesor García propuso que fuera El Volcán por ser un nombre de combate. Y así quedó.
-¿Eran socios?
-Eran colaboradores, la impresión yo la costeaba con mi hermano…Bueno, las primeras dos ediciones. Cuando ví que tenía circulación me dediqué a vender publicidad comercial en Hidalgo, Santa Engracia y luego nos extendimos a Villagrán, Mainero, Padilla, Barretal.
En tres años consecutivos estuvo vendiendo comercial, sin meterse en cuestiones de política.
-¿Por qué no desde el principio?
-Por los compromisos que se podían tener con política, y luego supe que solo se vendía espacio y no el silencio.
LA ESQUELA DEL ALCALDE
A lo largo de esos años, El Volcán –como le dicen sus amigos-, ha sufrido tres encarcelamientos y persecuciones policíacas. También ha vivido anécdotas.
Una de ellas.
El alcalde Jiménez era Alejandro Salazar, “muy amigo mío antes de que fuera presidente”.
Un día le dijo a su amigo el periodista:
-Mira Praxedis, yo no puedo gastar presupuesto en publicaciones que no tienen ninguna circulación.
Eso le dolió al titular de El Volcán, “porque mi periódico tenía buena trayectoria en la región”.
-¿Qué fue lo que hizo?
-En forma de broma le publiqué una esquela en que se anunciaba su muerte, nada mas para demostrarle que mi periódico sí circulaba.
A los días siguientes concurrió a Jiménez, donde la secretaria de Salazar le anticipó que estaba muy encabronado.
-Pásale mula ¿por qué estas haciendo estas chingaderas?.
-Eso que tiene que ver ¿no que el periódico no se lee?.
-¡Cómo que no¡, mira los telegramas y condolencias que tengo.
-Pero no te perjudica, dices que mi periódico no se lee.
Y de ahí en adelante, jamás el alcalde dudó de que El Volcán no circulaba en la región.
-Más que nada lo hizo aconsejado por personas que tenían recelo, envidia…Otros periodistas pues.
LE PASO CON «CHUY» VILLANUEVA
Las historias de Macías, como vemos, son muchas y muy largas.
Originario de El Tomaseño, tiene cinco hijos.
-Son el resultado de las escondidas de cuando me andaban persiguiendo, comenta en son de broma.
Una encarcelada más, fue cuando Jesús Villanueva Perales era alcalde de Hidalgo.
-Cuando su primer informe –era mi amigo- comenté que el evento estaba a toda madre, y un policía que estaba cerca malinterpretó y fue y le dijo al Comandante que yo estaba diciendo que el informe no valía madre.
Entonces el comandante ordenó entabicar al periodista.
Duró cinco horas tras las rejas sin deberla ni temerla.
-Cuando regresó el comandante se comunicó con Jesús y este le dijo que me dejara libre, que no quería problemas.
Pero el abuso ya se había cometido.
Otra vez también lo mandó detener, arbitrariamente, Ricardo Zolezzi, cuando era jefe de la Judicial.
Lo hizo a través de su principal comandante represor, llamado Marco Antonio Galindo.
-Quiso fabricarme un delito, inventando que yo andaba haciendo balaceras en una colonia, cuando la única arma que yo tenía era una pluma.
Estuvo dos días detenido arbitrariamente en las celdas de la Judicial, hasta que fue turnado ante el fiscal quien, finalmente, lo dejó libre.
-Fue represión porque yo seguido publicaba que los judiciales fabricaban delincuentes… Como lo siguen haciendo.
PERSEGUIDO POR EL TEMIBLE QUEMADOR
El Volcán anda ahí por los cafés y oficinas públicas, trabajando y vendiendo fotografías sin hacerle daño a nadie.
Quiere volver a sacar su periódico, dice, a volver a la «línea dura.»
Aquí no se pueden contar todas las represiones que sufrió por parte de los jefes de prensa del Gobierno del Estado y editores de periódicos locales que le maquilaban El Volcán.
Solo diremos que por mucho tiempo fue perseguido por el temible pistolero El Quemador, Ismael Garza, aquel que asesinó a dos judiciales en la guardia de la misma corporación, en 16 y Juárez.
-Es que fui testigo de cuando torturó y mató a Rafael Torre Plata –dirigente de los parmistas de Mante- en las oficinas de la Judicial.
-¿Qué hacía usted en Mante?
-Andaba al lado de Roberto Perales observando las maniobras que hacía gente de la cárcel. Al entrar me di cuenta que torturaba a Torres Plata, y me agarró cierto coraje.
Praxedis fue el único testigo ocular de aquella tortura que mató al dirigente parmista.
-Me persiguió pero me vine a Victoria y aquí me perseguía por los cafés hasta que lo mataron.
pues algo le izieron pa que lo casara la fiera.a ese hombre le dieron la orden que detubiera a mi tio en san carlos,fue asta su casa a detenerlo, el hombre le regalo su 38 super a mi tio y mi tio le dio su pistola.se reconosian por ser hombres,no dudaban para usar la pistola