…Y el Gobernador Manuel A. Ravizé le reclamó con energía.
-¿Por qué te habías tardado tanto en comunicarme lo que anda haciendo el delegado?.
El delegado tricolor era Mora Plancarte
Este recibió a su vez la decisión tajante del Gobernador.
-Usted se me va inmediatamente de Tamaulipas!. Y tú Even (Garza Mascorro), comunícame a México, a Gobernación.
Se dio la conversación telefónica y la aprobación respectiva.
Al día siguiente aquel delegado de la CNOP en Tamaulipas, apodado «El Canteado» por el columnista Guadalupe Díaz Jr., abandonó nuestra entidad.
Fue lo platicado en el despacho de Ravizé en Palacio de Gobierno, a donde había sido llamado Juan Guerrero Villegas, entonces dirigente del sector popular del PRI, y el delegado enviado del comité nacional.
Son parte de las anécdotas que hoy expresa Guerrero, uno de los más viejos militantes del Partido Revolucionario Institucional. Ingresó a los 20 de edad.
Ah!, pero falta la despedida de aquel delegado.
A las nueve de la mañana del día siguiente, El Canteado subió al carro que lo llevaría a la ciudad de México.
Antes de partir se despidió de Juan.
-¡Adiós Don cabrón!.
Y la respuesta no se hizo esperar…
El Canteado había llegado a la entidad, no a realizar trabajo político, sino a «grillar» en contra del propio Guerrero para desplazarlo.
Días después se lo comunicó al Gobernador.
DESDE LA ‘TALACHA’ TRICOLOR
Guerrero Villegas ha escalado toda la estructura partidista. Ingresó al tricolor en 1945.
Su trabajo político comenzó como representante de candidato, funcionario de casilla, escrutador, secretario y presidente.
En esa época fue Director Juvenil en Victoria, o sea, líder del sector de jóvenes. Así se le llamaba.
También Secretario-Presidente de la Comisión Política de la Federación de Organizaciones Populares. Secretario de Organización Interino del CDE del PRI; Secretario de Finanzas del directivo estatal, y titular de la CNOP entre 1972-75.
Además, delegado para procesos en bastantes municipios.
Es originario de Altamira.
Entre uno y otro cigarro, nos va contando sus anécdotas, su vida política salpicada de buen humor.
-Vas a llenar todo el periódico si te sigo platicando.
Y sigue y sigue entre risas y bromas y chistes.
Con esos años, Guerrero ¡es la experiencia andando!.
ESE TAL GUERRERO!
El profesor Guerrero es un hombre fuerte, macizo, lleno de vida.
Es de los que se levantan a las cuatro de la mañana y se va a la peluquería para ganarle tiempo al tiempo.
Y platica otra llena de sabor.
Después de El Canteado llegó otro delegado priísta.
Se apellidaba Mora Plancarte.
Después del informe del Gobernador Ravizé, se organizó una comida.
-Un amigo me dice: Mira aquél que está allá es Mora Plancarte, el nuevo delegado.
Y así se fue acercando al enviado de México, cuando lo escuchó decir.
-Y bueno, ¿en dónde está el tal Juan Guerrero?
-Yo soy el tal Juan Guerrero que usted busca!.
-Mucho gusto maestro!.
-Le aceptó el saludo pero la inquietud primera no se la aceptó.
Y así comenzaría esa relación tormentosa con el nuevo delegado venido de México.
-Creen que vienen a matar indios a provincia.
De eso lo sabe Juan, porque también fue coordinador general de varias campañas políticas.
Para diputado local de Eloy Benavides Salinas, con cabecera en Mante, Donaciano Muñoz Mendoza, distrito de Nuevo Laredo, y de Marciano Aguilar por Mante.
Además, de Abraham Rubio Canales como candidato a diputado por Mante. Y de Lauro Saavedra, candidato a alcalde por el mismo municipio.
POR FALTA DE DINERO
NO FUE ALCALDE!
Juan es energía que trasmite en sus pláticas amenas.
Otra historia.
Estuvo a punto de ser presidente Municipal de Victoria en el primer trienio de Praxedis Balboa.
Los directivos del partido lo entrevistaron.
-Pregunté entonces cuanto dinero se necesitaba para la campaña. Me dijeron que con diez mil pesos podía solventar todos los gastos de propaganda.
Entonces les respondió que no aceptaba porque no tenía ese dinero.
Y se fue la gran y única oportunidad de dirigir los destinos de los victorenses, por diez mil pesos de entonces.
Y es que antes no había subsidios del gobierno para las campañas de los partidos y los candidatos, como ahora.
-El candidato tenía qué apechugar con todo. El partido te decía ¡tú eres el candidato! y a rifártela.
La fuerza política de Guerrero Villegas se demostró tres años después, cuando fue presidente municipal suplente de Jesús Ramírez.
¡Qué tiempos aquellos señor Don Simón!.
Y fue diputado local suplente de Venustiano Guerra García por el Quinto Distrito de Victoria.
Eran los tiempos, también de Manuel A. Ravizé y presidente del PRI Gerardo Ballí.
NUNCA TARDE PARA SERVIR
Nuestro entrevistado manifiesta que no tiene aspiraciones políticas porque su tiempo ha pasado, pero por supuesto que «nunca es tarde para servir». Si su partido lo llama ahí estará como siempre, leal, fiel, con la misma energía.
-¿Satisfecho de la militancia?
-Sí, claro, y seguiré siendo priísta hasta el final. Así lo reconocen mis hijos, mi familia, mis amigos.
Como político de los grandes, Juan reconoce la experiencia y desempeño de personas como Venustiano Guerra García, Jesús Ramírez, Gerardo Ballí y Manuel Garza González, entre otros.
Ya desaparecidos los primeros, fueron «políticos completos».
-¿Dinosaurios?.
-No. Uno tiene su militancia antigua, pero dinosaurios no. Que no lo metan a uno al pozo, estamos vigentes y con experiencia, con la misma militancia férrea al partido.
Cree Guerrero que, para que los nuevos políticos abreven de su experiencia, deberían ser colocados «uno y uno», un viejo y un joven.
Se pueden escribir muchas páginas. Esta es otra historia qué contar:
En Aldama había un aspirante priísta ya destapado como candidato, de apellido Capiterucho.
-De repente se le encontró algo en Gobernación. Y a mí me tocó ir a decirle que no sería el candidato.
Con toda dureza se lo comunicó y, al final, Capiterucho entendió.
-Ya recordé de qué se trata, y los gastos ¿quién me los va a pagar?.
Pero ese es otro cuento.
Como también lo es cuando Florencio Bonilla fue secuestrado como delegado del PRI en Xicoténcatl, y rescatado a la una de la madrugada…